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Por William Fernández
La introducción de nuevas variedades de tabaco, como la Corojo 2006, en el sector agrícola cubano garantiza la renovación y preservación de la calidad de este producto, considerado el mejor del mundo por analistas internacionales.
Su generalización permitirá superar las 2,7 toneladas por hectárea, al poseer entre sus características un porte muy superior a los existentes.
Ese logro es el resultado del trabajo de mejoramiento genético desplegado durante años por los investigadores de la Estación Experimental del Tabaco de San Juan y Martínez, fundada el 31 de enero de 1937 en la provincia de Pinar del Río.
Nelson Rodríguez, director de la institución, perteneciente al Instituto de Investigaciones del Tabaco, explicó a la AIN que esta variedad se caracteriza por ser altamente resistente a plagas y enfermedades que afectaron al cultivo en décadas pasadas, como la "pata prieta" y el "moho azul”.
Significó que la generalización en Cuba del Corojo 2006 posibilitará reducir los costos de producción y los tratamientos fitosanitarios.
Datos del organismo indican que en el actual año se plantará el 12 por ciento del área de tabaco negro en el país, y se incrementará progresivamente su extensión en las provincias orientales, zona para la cual fue diseñado.
Rodríguez señaló que el centro está inmerso en proyectos de investigación dirigidos a mejorar la fermentación controlada del tabaco para capas, la obtención de capas verdes para posibles nuevos mercados, la búsqueda de diferentes sistemas de fertilización nitrogenada, entre otros.
Corojo 99, Criollo 98, Habana 92, San Luis 20 y la San Luis- 40 son algunas de las variedades nacionales introducidas en las vegas pinareñas.
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