Imprimir artículo
(PL) En Cuba han sido documentados casi tres mil naufragios, como el de la fragata española Navegador, hundida en 1814, tras una fuerte tormenta invernal cerca de Santa Cruz del Norte, provincia de Mayabeque. Navegaba hacia La Habana procedente de Inglaterra con un cargamento de piezas de vajilla fina inglesa, además de compases, aditamentos para lámparas, botones metálicos, grifos empleados en toneles de vino, tachuelas de tapicería, piedras de molino y muchos otros objetos. Por su privilegiada posición geográfica, esta isla caribeña devino durante la época colonial en ruta comercial obligada del intenso tráfico naviero de mercancías de todo tipo entre América y Europa, particularmente el Puerto de La Habana, señala un artículo publicado este sábado por el diario Granma. Las costas cubanas y sus aguas aledañas fueron escenario de incontables naufragios de barcos, navíos, fragatas, bergantines, goletas y otros transportes navales entre el siglo XVI y el XIX, cuyos hundimientos obedecieron a la furia de la naturaleza, al desconocimiento de los fondos marinos, las guerras entre las potencias de la época, así como a los ataques de corsarios y piratas. En 1980 las autoridades cubanas, agregó el periódico, crearon la empresa Carisub S.A. para sentar las bases en la exploración y rescate de embarcaciones hundidas en la plataforma insular de la mayor de las Antillas, lo cual requirió una rigurosa organización de los expedientes de cada caso. Asimismo, el Gabinete de Arqueología de la Oficina del Historiador de La Habana trabaja también en el conocimiento y protección del patrimonio sumergido en la bahía capitalina y el litoral de esa propia provincia y la costa norte de Mayabeque, faena asumida por la Sección de Arqueología Litoral y Subacuática. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por opinar