Ángel Guerra Cabrera, La Jornada
El cinismo de la autodenominada oposición democrática de Venezuela y del entramado internacional de poder económico, político y mediático imperialista y oligárquico que la sostiene no conoce límites. Ahora resulta que la huelga de hambre de su héroe de turno, el adinerado golpista Leopoldo López, hizo la proeza de obligar al régimen de Maduro a convocar a elecciones. Y es que los planificadores de la huelga, sabían muy bien cuando anunciaron esa exigencia para ponerle fin, que era inminente que se informara la fecha de los comicios, toda vez que están pautados en la Constitución.
Además, hay un ambiente electoral en los partidos del Gran Polo Patriótico como puede apreciarse en esta interesante entrevista del diputado Freddy Bernal. De hecho, el fin de semana entrante son las primarias donde el pueblo y los militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela elegirán a sus candidatos a diputados en un proceso renovador de cuadros con la inclusión de 50 por ciento de candidatos mujeres y jóvenes menores de 30 años (véase).
Más aún, si los partidos de la llamada Mesa de Unidad Democrática no han nombrado aún a la totalidad de sus candidatos es debido a sus peleas internas.
De modo que la supuesta victoria anunciada por la oposición, amplificada ya hasta la saciedad por los medios de (in)comunicación del planeta, equivale a que alguien agradeciera a su santo preferido por la previsible ocurrencia de fenómenos regidos por las leyes de la física o la biología, como la rotación de la Tierra o el peristaltismo intestinal. La presidenta del Consejo Nacional Electoral(CNE), Tibisay Lucena, al anunciar la fecha del 6 de diciembre lo dijo muy claro: Nunca se dio señales de que no hubiera un proceso electoral este año.
De lo que no hay duda es que los enemigos de la revolución bolivariana recrudecen la campaña contra la fiabilidad y la transparencia de los comicios y, en particular, del CNE. Y tienen en qué apoyarse, pues por demencial que parezca, muchísimos de sus seguidores de veras se han creído lo de la gran conquista lograda con la huelga de Leopoldo, como han creído siempre que el chavismo ha hecho fraude en las 18 consultas populares que ha ganado y creen desde ya que lo mismo ocurrirá el próximo 6 de diciembre, fecha fijada para los comicios.
Mientras tanto, quienes conocemos el respeto por la Constitución y las leyes del gobierno bolivariano, sabemos muy bien que reconocerá el resultado de la consulta, cualquiera que sea, y apreciamos en su tremenda dimensión el enorme desafío que significa convocar a un proceso electoral en la situación más adversa políticamente que haya atravesado la revolución bolivariana, como lo ha reconocido diáfanamente el presidente Nicolás Maduro.
Las elecciones del 6 de diciembre se efectuarán en un clima enrarecido por enfrentar Venezuela la guerra económica y el consiguiente desabastecimiento, la tremenda caída del precio del petróleo y el estrechamiento del descomunal cerco mediático, político y militar contra Caracas en que el imperio ha movido peones como una caterva de impresentables ex presidentes latinoamericanos y el corrupto comisionista de trasnacionales, Felipe González, autor intelectual, por cierto, de los GAL, grupo paramilitar creado por el Ministerio del Interior durante sus gobiernos con la intención de combatir a ETA y autor de 27 asesinatos, incluidas 10 personas ajenas a ETA. González ha contado con el apoyo del criminal de guerra franquista José María Aznar, ambos ex presidentes del gobierno español.
En el asfixiante cerco mediático contra Venezuela se ha llegado a hacer creer a millones de personas que los muertos por los hechos violentos de febrero de 2014 son de la oposición cuando en su mayoría son chavistas, agentes del orden o simples transeúntes. Y es que si se difundiera la verdad quedaría evidenciado que Leopoldo López sí merece estar encarcelado y no es un preso político, pues fue él quien llamó a cometer aquellos actos de violencia, como se lo restregó la viuda de una de las víctimas a su mujer, Lilian Tintori, en la Cumbre de las Américas de Panamá en una escena fuera de libreto que CNN no pudo sacar del aire. Tintori se inspira en las damas de blanco, distinguidas integrantes de la pandilla mercenaria de Estados Unidos en Cuba, cuya codicia por la plata de Washington es antológica.
Twitter: @aguerraguerra
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