Hoy resulta ilegal el consumo de carne de tortuga y comprar artesanías hechas con su concha.
MEDIO AMBIENTE Redacción IPS Cuba 15 junio, 2016
Las tortugas marinas, maravillas de la evolución Foto: Tomada de la exposición Maravillas de la evolución, que integra la campaña de comunicación del proyecto Protortuga.
La Habana, 15 jun.- Preocupados por la creciente depredación de tortugas marinas para fines comerciales ilícitos, especialistas e instituciones desarrollan una campaña de comunicación y educación sobre la necesidad de protegerlas y reducir el consumo de productos a partir de esta especie amenazada.
“Pese a los esfuerzos que se hacen en las áreas protegidas, hay un nivel de depredación grande de tortugas en muchas playas de anidación”, alertó José Luis Gerhartz, asesor de conservación marina de la estatal Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna.
Otros riesgos para la especie
Para las tortugas marinas, hasta su propia biología constituye una amenaza:
-Requieren más de 25 años para poderse reproducir.
-Tienen muchísimos depredadores naturales, por lo que se estima que sola una de cada 1.000 o 10.000 llega a ser adulta.
-Cuando caen accidentalmente en las redes, mueren porque al tener respiración pulmonar necesitan subir a la superficie a respirar.
-El turismo les roba los sitios de anidación: las personas caminan por la playa y aplastan los nidos, o las tortuguitas caen en castillos de arena y mueren deshidratadas.
-Otra amenaza es el cambio climático. Las tortugas no heredan el sexo, este depende de la temperatura de incubación de los huevos: si es de 29 grados centígrados, hay balance entre sexos, si es por debajo, predominan los machos sobre las hembras.
“El carey, que anida en Cuba, y el tinglado, que no anida pero visita las aguas cubanas, están en peligro crítico de extinción. Mientras la tortuga verde y la caguama, que ponen sus huevos en nuestras costas, están en la categoría de amenaza por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza”, explicó.
En 1994, ante los indicios de disminución de poblaciones de estas especies, el país canceló casi la totalidad de las pesquerías, que quedaron reducidas oficialmente a solo dos comunidades: Cocodrilo, en la Isla de la Juventud, y Nuevitas, en Camagüey, pero con límites de 500 careyes en el año.
Problema antiguo
Con posterioridad, la situación de las tortugas empeoró drásticamente y la Convención Internacional de Tráfico de Especies Amenazadas las incorporó en su apéndice I, con lo cual se prohibió internacionalmente su comercio.
Según el experto, de conjunto con el Fondo para la Vida Salvaje (WWF), a las dos últimas comunidades cubanas que dependían de la pesca de estos animales se les buscaron alternativas para que se dedicaran a la captura de otras especies.
Sin embargo, la venta ilegal de carne a la población y restaurantes, donde la ofrecen a escondidas como producto exótico, estimulan las capturas.
“Hay lamentables ejemplos de restaurantes que te dan la oportunidad de poder comer carne de caguama –como se denominan popularmente-, y la mayoría de los turistas no saben que están cometiendo un delito”, abundó.
2. De cada 1.000-10.000 que nacen, solo una llega a la adultez. Foto: Tomada de la exposición Maravillas de la evolución, que integra la campaña de comunicación del proyecto Protortuga.
Estudios revelan que cerca de 75 y 80 por ciento de los sitios donde se comercializan artesanías, venden o están dispuestos a ofrecer objetos de carey.
Este no es un problema único de Cuba, porque el tráfico de especies en peligro es el tercer negocio ilegal más importante en el mundo, después del comercio de armas y drogas.
“Hasta el momento, hemos estado libres de eso porque teníamos solo un mercado negro nacional. Pero ya hay pruebas de algún nivel de tráfico internacional sobre todo de conchas de carey y de aves”, advirtió.
Sin embargo, no existen en los aeropuertos advertencias sobre el tema porque el costo de los anuncios es alto.
Según Julia Azanza, del Instituto Superior de Tecnologías y Ciencias Aplicadas, la vigilancia durante la temporada de reproducción es la única opción efectiva para que los ilegales no accedan a las áreas de anidación.
Este método resulta costoso, “y aun así, a veces entran (cazadores furtivos)”, lamentó.
Campaña alternativa
3. La comercialización de objetos fabricados con conchas de carey está penado por la ley.
Foto: Tomada de la exposición Maravillas de la evolución, que integra la campaña de comunicación del proyecto Protortuga.
Ante tal entorno, el Programa Nacional de Tortugas Marinas Protortuga, en el que trabajan desde 2010 la Empresa para la Protección de la Flora y la Fauna, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, el Instituto Superior de Ciencia y Tecnologías Aplicadas y el Cuerpo de Guardabosques, decidió lanzar una campaña de educación y comunicación social.
Según Janet Forneiro, coordinadora ejecutiva nacional de Protortuga, celebran festivales en 14 comunidades, entre ellas Júcaro (Ciego de Ávila), Santa Cruz de Sur (Camagüey), Carata y Juan Francisco, al norte de Villa Clara; La Bajada, en la Isla de la Juventud; y La Bajada, en Guanahacabibes, donde trabajan con la infancia, trabajadoras del hogar y pescadores.
La iniciativa también organizó una exposición de fotografía digital explicativa sobre la situación de las tortugas, en Habana Vieja, dirigida a niños y niñas para que puedan promover esos conocimientos en una zona de alta incidencia del turismo.
“La única manera de resolver este problema es enfrentándolo por múltiples vías. Una es la comunicación ambiental adecuada de modo que la demanda en el mercado interno disminuya. Y otra es mejorar la vigilancia y protección, así como la legislación y su aplicación,”, opinó Gerhartz. (2016)
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