John Nixon recibió el encargo de interrogar al expresidente de Irak tras su detención en diciembre de 2003.
El entonces mandatario iraquí, Saddam Hussein, en el palacio presidencial de Bagdad en 1998 Reuters
El exanalista de la CIA John Nixon ha revelado en una entrevista con la BBC los detalles de los primeros interrogatorios al depuesto presidente iraquí, Saddam Hussein, tras su captura en diciembre 2003. El exagente ha descrito al líder iraquí como un cúmulo de contradicciones"; apunta que también conoció "el lado humano" de Hussein y que la imagen que se formó de él contradice a la creada por los medios de EE.UU.
"Fue una de las personalidades más carismáticas que he encontrado. Cuando quería, podía ser encantador, agradable, gracioso y amable", según Nixon. Pero al mismo tiempo era rudo, arrogante y desagradable cuando perdía la paciencia, admite el exagente.
El tema más importante de los interrogatorios fue la presunta existencia de armas de destrucción masiva en el país árabe. Según Nixon, eso era "lo único que quería saber la Casa Blanca", pero tras sus conversaciones con Saddam y sus asesores y después de investigar, el experto llegó a la conclusión de que el programa nuclear de Irak había terminado años antes de la invasión.
Por lo tanto, la misión de su equipo se consideró un "fracaso", y el propio agente ni siquiera fue invitado a reunirse con el entonces presidente de EE.UU., George W. Bush, hasta 2008, cuando la Oficina Federal de Investigación (FBI) llegó a las mismas conclusiones. Nixon ha asegurado que, siendo uno de los pocos que le ha estrechado la mano tanto a Bush como a Hussein, preferiría pasar tiempo con el líder iraquí.
El presidente Bush estaba "aislado de la realidad", afirma el exagente de la CIA. "Yo antes creía que lo que decía la CIA era importante y que el presidente escucharía, pero no importa lo que decimos, la política vence a la inteligencia", ha sintetizado.
Nixon "se avergüenza" de la situación creada en Irak tras el derrocamiento de Hussein. Ha aseverado que la Administración de Bush no pensó en lo que pasaría después de que EE.UU. invadiera Irak. Teniendo en cuenta el reciente surgimiento del Estado Islámico, el exagente ha añadido que la región estaría mejor si Hussein se hubiera mantenido en el poder.
Saddam Hussein gobernó Irak entre 1979 y 2003.
En 2003, EE.UU. ocupó Irak para derrocarlo con los argumentos de que querían establecer un régimen democrático y prevenir la proliferación de unas armas de destrucción masiva que nunca pudieron encontrar.
El 5 de noviembre de 2006 Hussein fue condenado a morir en la horca por crímenes contra la humanidad por el Alto Tribunal Penal iraquí, instaurado a raíz de la intervención de EE.UU.
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