El presidente del Supremo y los 100 senadores prestan juramento este jueves para el tercer ‘impeachment’ de la historia de EE UU
Washington 16 ENE 2020 - 18:00 CET
El juicio político contra Donald Trump se complica para el presidente. Este jueves el organismo de control del Gobierno, una agencia independiente dentro de la Administración, ha presentado un informe en el que asegura que la oficina presupuestaria de la Casa Blanca violó la ley al retener los fondos destinados a reforzar la seguridad en Ucrania. Esta partida está en el centro del impeachmentcontra Trump por abuso de poder al condicionar el desembolso de estas ayudas a una investigación de Kiev a las actividades del potencial candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden, y su hijo en aquel país.
El presidente estadounidense, Donald Trump, durante un almuerzo en la Casa Blanca el miércoles. En vídeo, señal en directo del Senado, donde comienza el proceso formal para el 'impeachment' del presidente. FOTO: AFP / VÍDEO: REUTERS
La oficina, que depende del Congreso, asegura que la decisión de retener los fondos tuvo carácter político, no técnico. "El cumplimiento de la ley de buena fe no permite al presidente cambiar sus prioridades políticas por aquellas que el Congreso haya convertido en ley", sostiene el texto.
El juicio contra el presidente de Estados Unidos comienza formalmente este jueves en Washington con el juramento del presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, que presidirá este proceso, y el de los 100 senadores que ejercen de miembros del jurado. Donald J. Trump está acusado de abuso de poder por las presiones a Ucrania para que investigase a su rival político Joe Biden y de obstrucción al Congreso por boicotear las pesquisas parlamentarias sobre este escándalo. Este impeachment, el tercero en la historia del país, llega a punto de cumplirse tres años de una Administración instalada en la tormenta y con la sociedad partida por la mitad.
El equipo de fiscales nombrado el miércoles por la Cámara de Representantes, siete congresistas demócratas, se presentará sobre el mediodía en el Senado (seis de la tarde en la España peninsular) para leer en voz alta formalmente la acusación contra Trump, los llamados artículos del impeachment. Sobre las dos de la tarde entrará en escena Roberts, que tomará juramento a los senadores para que administren una “justicia imparcial”.
¿Es eso posible? El líder de los republicanos en la Cámara alta, Mitch McConnell, ya advirtió hace semanas que estaba coordinando los detalles del proceso con la propia Casa Blanca. Mientras, un hijo de Trump, Eric, pedía este jueves en las redes sociales que cualquier senador demócrata que esté compitiendo por la candidatura a las presidenciales de 2020 —hay cuatro en esta situación— se recuse por su “increíble conflicto de intereses” en este juicio.
Este será el primer impeachment de la era Twitter, también el primero que juzga a un presidente que busca la reelección y que bloqueará durante semanas a cuatro senadores que luchan en unas primarias. También, el más partidista de los llevados a cabo hasta ahora. El primer presidente en pasar por un juicio en el Senado, Andrew Johnson, en 1868, quedó absuelto por un solo voto, y en el caso de Bill Clinton (culminado en 1999), aunque el partidismo fue mayor, los votos de los legisladores en ambas fases del juicio (la de la Cámara de Representantes y la del Senado) no se ajustaron tan milimétricamente como ahora a la línea del partido. Las reglas de juego sobre cómo desarrollar el proceso, por ejemplo, salieron adelante por unanimidad. Ese es el primer paso que afronta ahora el juicio en el Senado.
El abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone, encabezará la defensa del presidente en el juicio, si bien el equipo completo no ha sido anunciado. Trump se declara víctima de una “caza de brujas” de un “fraude” por parte de los demócratas, y sostiene que sus peticiones al propio presidente ucranio, Volodímir Zelensky, para que anunciase investigaciones que perjudicarían a los demócratas “no tenían nada de malo”, sino puro interés en contra de la corrupción.
El papel de su abogado personal, Rudy Giuliani, maniobrando con Kiev y usando una invitación a la Casa Blanca, como mecanismo de presión, cuestionan la versión del mandatario. Además, el embajador estadounidense ante la Unión Europea, Gordon Sondland, que también se vio implicado en las gestiones con Ucrania, declaró en la fase previa en la Cámara de Representantes que él mismo consideró las ayudas militares supeditadas al anuncio de esa investigación.
El proceso de impeachment entra en su fase final después de aparecer nuevas pruebas aportadas por Lev Parnas, un socio de Giuliani imputado. Este jueves, en una entrevista a The New York Times, Parnas aseguró que el presidente conocía las presiones de Giuliani. "Me juego toda mi vida a que Trump sabía exactamente todo lo que estaba pasando sobre lo que Rudy Giuliani estaba haciendo en Ucrania", dijo Parnas.
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