Por Martha Sánchez Martínez
La publicación de "Habáname: La ciudad musical de Carlos Varela" valida la capacidad de cronista del cantautor que hace unas horas invitó al escenario a otros grandes como Gerardo Alfonso y Frank Delgado para rendir homenaje al amigo recién fallecido Santiago Feliú, destacado trovador de la misma estirpe.
"Luz para Santi", pidió el músico e instó a que cada uno de los presentes alzara cualquier objeto luminoso mientras todos coreaban "como un ángel", el estribillo de ese tema de Varela que habla de ausencias, dolores y partida.
Con Alfonso y Delgado compartió Memorias, una canción dedicada al extraordinario cineasta cubano Tomás Gutiérrez Alea que los cubanos cantan a gritos por el disfrute de retornar a la infancia y porque la juventud del presente vive con las marcas referidas.
A los tres gigantes se sumó un más joven trovador, Adrián Berazaín, a fin de interpretar "Para Bárbara", una canción de Feliú que Varela consideró uno de los más bellos temas de amor compuestos en lengua española.
El concierto fue apoteósico, el mejor acompañamiento para la presentación de un libro cuyo título alude a la ciudad natal del músico, motivo de inspiraciones, pero que relata parte de la historia social del país en la última década del siglo XX y la primera del XXI.
El volumen compila ocho ensayos de investigadores y musicólogos cubanos, canadienses y estadounidenses, contiene fotografías de Varela y las letras de todas las canciones incluidas en su discografía oficial.
Los autores de los ensayos realizaron una inmersión parcial, que no se pretende conclusiva, en diferentes aspectos de la obra de Varela, cada uno desde sus particulares percepciones sobre los temas y realidades que movilizan la creación de este artista, señaló la periodista Xenia Reloba.
La también editora del libro y autora de uno de los textos resaltó cómo la trayectoria del compositor ha devenido una influencia importante para muchos contemporáneos, dentro y fuera de su país.
Junto a Reloba, Karen Dubinsky y María Caridad Cumaná realizaron el trabajo de compilación para este libro del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, presentado la víspera en la 23 Feria Internacional del Libro de Cuba.
Varela agradeció a los ocho ensayistas por la obra que a su juicio deja en claro si tuvieron sentido algunas de las canciones entonadas esa noche en el teatro del Museo Nacional de Bellas Artes.
Como los peces, Muros y puertas, Árboles raros, Habáname y Siete, entre otros temas, recibieron una calurosa acogida por parte del público pues Varela cantó como si los años por él no pasaran y con la seguridad de una máxima que nunca ignoró y el pueblo le agradece: la gente siempre sueña.
"Luz para Santi", pidió el músico e instó a que cada uno de los presentes alzara cualquier objeto luminoso mientras todos coreaban "como un ángel", el estribillo de ese tema de Varela que habla de ausencias, dolores y partida.
Con Alfonso y Delgado compartió Memorias, una canción dedicada al extraordinario cineasta cubano Tomás Gutiérrez Alea que los cubanos cantan a gritos por el disfrute de retornar a la infancia y porque la juventud del presente vive con las marcas referidas.
A los tres gigantes se sumó un más joven trovador, Adrián Berazaín, a fin de interpretar "Para Bárbara", una canción de Feliú que Varela consideró uno de los más bellos temas de amor compuestos en lengua española.
El concierto fue apoteósico, el mejor acompañamiento para la presentación de un libro cuyo título alude a la ciudad natal del músico, motivo de inspiraciones, pero que relata parte de la historia social del país en la última década del siglo XX y la primera del XXI.
El volumen compila ocho ensayos de investigadores y musicólogos cubanos, canadienses y estadounidenses, contiene fotografías de Varela y las letras de todas las canciones incluidas en su discografía oficial.
Los autores de los ensayos realizaron una inmersión parcial, que no se pretende conclusiva, en diferentes aspectos de la obra de Varela, cada uno desde sus particulares percepciones sobre los temas y realidades que movilizan la creación de este artista, señaló la periodista Xenia Reloba.
La también editora del libro y autora de uno de los textos resaltó cómo la trayectoria del compositor ha devenido una influencia importante para muchos contemporáneos, dentro y fuera de su país.
Junto a Reloba, Karen Dubinsky y María Caridad Cumaná realizaron el trabajo de compilación para este libro del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau, presentado la víspera en la 23 Feria Internacional del Libro de Cuba.
Varela agradeció a los ocho ensayistas por la obra que a su juicio deja en claro si tuvieron sentido algunas de las canciones entonadas esa noche en el teatro del Museo Nacional de Bellas Artes.
Como los peces, Muros y puertas, Árboles raros, Habáname y Siete, entre otros temas, recibieron una calurosa acogida por parte del público pues Varela cantó como si los años por él no pasaran y con la seguridad de una máxima que nunca ignoró y el pueblo le agradece: la gente siempre sueña.
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