Con apoyo de la organización no gubernamental estadounidense Living Water for de World se instalan plantas para el tratamiento de agua en poblaciones vulnerables cubanas.
Los Arabos, Cuba, 14 oct. Menos enfermedades gástricas, dentales y renales en la población se aprecian luego de instalar una planta purificadora de agua en la comunidad rural Cuatro Esquinas, del municipio Los Arabos de Matanzas, ubicado a más de 150 kilómetros al este de La Habana.
El equipo compuesto por dos cisternas, tanques, filtros y un sistema para el tratamiento con ozono del líquido vital fue instalado en la Iglesia Episcopal "Cristo Rey" de esa localidad campesina en noviembre de 2013.
La iniciativa se integra al proyecto global de la organización estadounidense Living Waters for the World (Agua Viva para el mundo, LWW) que busca mejorar el acceso de personas del orbe a fuentes de agua limpia y saludable, especialmente en aquellas poblaciones con dificultades económicas.
Para esto se apoya en la mediación de instituciones religiosas como la iglesia episcopal St. John's de La Florida, Estados Unidos, que situó la planta en Cuatro Esquinas y se encarga de la revisión técnica de los equipos y la sustitución de componentes y piezas averiadas.
La Reverenda Victoria Moreira, una de las líderes locales al frente de este servicio comunitario, aseguró a la Redacción de IPS Cuba que diariamente se entregan mil 500 litros de agua purificada a todas las personas que la soliciten.
"A las 5 de la mañana abro la llave que pasa el agua desde un tanque a otro a través de tres filtros. Luego le aplico una hora con ozono para matar parásitos y bacterias, y bien temprano comienzan a llegar las personas con pomos o recipientes grandes a llenarlos", declara la religiosa de 54 años.
Según Moreira, además de las casi 2 mil 300 personas que habitan en Cuatro Esquinas, también se benefician aquellas que llegan de localidades aledañas, aunque tengan que transitar varios kilómetros.
Uno de los vecinos de Cuatro Esquinas recoge el agua que consumirá en el día su familia.
La mayoría la utiliza para beber y cocinar, pero también se aprovecha en el baño de infantes, personas con afectaciones de la piel o para hacer enjuagues bucales y prevenir las caries, siguiendo sugerencias de profesionales de la salud.
"Algunos médicos de esta zona envían a enfermos de los riñones y a padres de niños pequeños a buscar el agua de tomar, porque la que sale de la pila (grifo) está muy contaminada", asegura Moreira, trabajadora del hogar.
El agua que se distribuye por redes hidráulicas en la barriada campesina proviene de pozos y manantiales naturales pero, según afirma a la Redacción de IPS en Cuba la médica de la familia Arianna Toledo Izquierdo, no es segura porque puede transmitir parásitos y otras enfermedades.
La campesina Mairelys Castillo, de 39 años, sostiene que diariamente se aprovisiona de una reserva de agua ozonizada porque sus dos hijos pequeños no han vuelto a enfermar de diarreas desde que la consumen.
Además de Cuatro Esquinas, otras 18 localidades de las provincias orientales de Guantánamo y Holguín, las centrales Santa Clara y Sancti Spíritus y las occidentales La Habana, Mayabeque y Matanzas cuentan con instalaciones similares a raíz de la colaboración con LWW, que comenzó para Cuba en 2011.
En su mayoría, los equipos se ubican en las sedes de instituciones religiosas protestantes o en centros comunitarios, reportan los datos recientes de su sitio oficial.
La organización de origen presbiteriano, fundada en 1993, entrena y equipa a grupos de voluntarios de comunidades con bajos recursos para fomentar prácticas de alimentación e higiene saludables.
Por lo general, los sistemas para el tratamiento del agua se ubican en clínicas, iglesias, escuelas, centros comunitarios y hospitales para alcanzar a más personas.
Hasta septiembre, esta misión creada por el pastor presbiteriano Wil Howie, de Estados Unidos, había beneficiado a 25 países y había operado 651 sistemas con más de mil 600 personas en voluntariado, reporta su más reciente informe.
Según el Panorama Ambiental que publicó la Oficina de Estadísticas e Información de Cuba este año, el 6,6 por ciento de la población cubana con casi 11,2 millones de habitantes carece de acceso al agua potable. De esta cifra, el 21,8 por ciento vive en zonas rurales. (2014).
Los Arabos, Cuba, 14 oct. Menos enfermedades gástricas, dentales y renales en la población se aprecian luego de instalar una planta purificadora de agua en la comunidad rural Cuatro Esquinas, del municipio Los Arabos de Matanzas, ubicado a más de 150 kilómetros al este de La Habana.
El equipo compuesto por dos cisternas, tanques, filtros y un sistema para el tratamiento con ozono del líquido vital fue instalado en la Iglesia Episcopal "Cristo Rey" de esa localidad campesina en noviembre de 2013.
La iniciativa se integra al proyecto global de la organización estadounidense Living Waters for the World (Agua Viva para el mundo, LWW) que busca mejorar el acceso de personas del orbe a fuentes de agua limpia y saludable, especialmente en aquellas poblaciones con dificultades económicas.
Para esto se apoya en la mediación de instituciones religiosas como la iglesia episcopal St. John's de La Florida, Estados Unidos, que situó la planta en Cuatro Esquinas y se encarga de la revisión técnica de los equipos y la sustitución de componentes y piezas averiadas.
La Reverenda Victoria Moreira, una de las líderes locales al frente de este servicio comunitario, aseguró a la Redacción de IPS Cuba que diariamente se entregan mil 500 litros de agua purificada a todas las personas que la soliciten.
"A las 5 de la mañana abro la llave que pasa el agua desde un tanque a otro a través de tres filtros. Luego le aplico una hora con ozono para matar parásitos y bacterias, y bien temprano comienzan a llegar las personas con pomos o recipientes grandes a llenarlos", declara la religiosa de 54 años.
Según Moreira, además de las casi 2 mil 300 personas que habitan en Cuatro Esquinas, también se benefician aquellas que llegan de localidades aledañas, aunque tengan que transitar varios kilómetros.
Uno de los vecinos de Cuatro Esquinas recoge el agua que consumirá en el día su familia.
La mayoría la utiliza para beber y cocinar, pero también se aprovecha en el baño de infantes, personas con afectaciones de la piel o para hacer enjuagues bucales y prevenir las caries, siguiendo sugerencias de profesionales de la salud.
"Algunos médicos de esta zona envían a enfermos de los riñones y a padres de niños pequeños a buscar el agua de tomar, porque la que sale de la pila (grifo) está muy contaminada", asegura Moreira, trabajadora del hogar.
El agua que se distribuye por redes hidráulicas en la barriada campesina proviene de pozos y manantiales naturales pero, según afirma a la Redacción de IPS en Cuba la médica de la familia Arianna Toledo Izquierdo, no es segura porque puede transmitir parásitos y otras enfermedades.
La campesina Mairelys Castillo, de 39 años, sostiene que diariamente se aprovisiona de una reserva de agua ozonizada porque sus dos hijos pequeños no han vuelto a enfermar de diarreas desde que la consumen.
Además de Cuatro Esquinas, otras 18 localidades de las provincias orientales de Guantánamo y Holguín, las centrales Santa Clara y Sancti Spíritus y las occidentales La Habana, Mayabeque y Matanzas cuentan con instalaciones similares a raíz de la colaboración con LWW, que comenzó para Cuba en 2011.
En su mayoría, los equipos se ubican en las sedes de instituciones religiosas protestantes o en centros comunitarios, reportan los datos recientes de su sitio oficial.
La organización de origen presbiteriano, fundada en 1993, entrena y equipa a grupos de voluntarios de comunidades con bajos recursos para fomentar prácticas de alimentación e higiene saludables.
Por lo general, los sistemas para el tratamiento del agua se ubican en clínicas, iglesias, escuelas, centros comunitarios y hospitales para alcanzar a más personas.
Hasta septiembre, esta misión creada por el pastor presbiteriano Wil Howie, de Estados Unidos, había beneficiado a 25 países y había operado 651 sistemas con más de mil 600 personas en voluntariado, reporta su más reciente informe.
Según el Panorama Ambiental que publicó la Oficina de Estadísticas e Información de Cuba este año, el 6,6 por ciento de la población cubana con casi 11,2 millones de habitantes carece de acceso al agua potable. De esta cifra, el 21,8 por ciento vive en zonas rurales. (2014).
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