Los vehículos clásicos brindan servicios como taxis y constituyen una atracción para los turistas internacionales.
CULTURA Redacción IPS Cuba 4 agosto, 2015
Especialistas de reconocidas industrias automotrices se preguntan cómo aún estos autos circulan por las calles de la nación caribeña.
Foto: Archivo IPS Cuba
La Habana, 4 ago .- “Nos acostumbramos a ver autos antiguos por las calles y quizás por eso no los valoramos”, aseguró a la Redacción IPS Cuba, Alberto Gutiérrez, presidente del Club de Autos Antiguos “A lo cubano” y defensor de este tipo de vehículos que colonizan las calles de Cuba.
Los carros de las marcas Chevrolet, Chrysler y Buick, entre otras, que ruedan por el país desde los años 50 del siglo XX e incluso antes, se convirtieron en un símbolo y atractivo para turistas internacionales, que crecen vertiginosamente tras el deshielo del gobierno socialista con los Estados Unidos.
A juicio de Gutiérrez, “decirles almendrones o cacharros es un tratamiento despectivo, que no repara en el valor histórico de esos carros”.
“Y no debiera ser así, porque esos vehículos marcan una época y son joyas apreciadas en muchas partes del mundo”, acotó el también organizador del concurso Rally de Regularidad Copa Castrol, que el pasado 18 de julio tuvo su oncena edición.
Más de 50 vehículos automotores con variedad de colores, modelos y marcas de autos y motos, y más de seis décadas de explotación, pasearon por las calles de La Habana confirmando por qué se les llaman “Museos Rodantes”.
Para el periodista Dayán García, locutor y animador de la iniciativa durante los últimos cinco años, “pocos países tienen un acervo automovilístico como el nuestro, por eso algunas personas vienen a Cuba casi exclusivamente para conducir o ser trasladados en carros antiguos”.
Autos cubanos en Discovery Channel
El canal estadounidense trasmitió este mes de julio la serie “Cuban Chrome”, dedicado a los vehículos antiguos del país y la creatividad de los mecánicos para lograr su rehabilitación.
El documental producido por Pilgrim Studios fue el primero filmado íntegramente en Cuba por una televisora norteamericana y se realizó antes del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los gobiernos de ambas naciones.
Según el comunicador, “los certámenes realizados por los clubes de autos son importantes para la cultura, el turismo y el disfrute de la gente en sentido general”.
El también comentarista deportivo de la emisora Radio COCO subrayó que “cada edición es una oportunidad para que la familia del automovilismo se reúna, comparta, disfrute y muestre por las calles de La Habana esas reliquias con motor”.
Sin embargo, para Gutiérrez la competencia constituye, además, una manera de potenciar en la población el aprendizaje sobre seguridad vial.
“El club A lo cubano prioriza en sus afiliados el cumplimiento de lo establecido en la vía”, precisó.
La carrera de la última edición recorrió seis localidades habaneras en un circuito de 45 kilómetros, con salida y meta en el municipio Playa (Avenida 3ra, entrecalles 0 y 2).
“En el rally se compite con el tráfico habitual y los participantes conocen el camino a seguir solo dos minutos antes de comenzar la prueba, lo que eleva su complejidad”, explicó Gutiérrez.
No obstante, los competidores realizaron el trayecto a partir de una “hoja de ruta” donde aparecían las indicaciones del trazado y las velocidades permitidas, aclaró.
Tras la rigurosa competencia resultó ganador un Buick de 1966, conducido por José Luis Garrandéz y su hijo José Gabriel, en función de copiloto.
Richard Pentón y Juan Carlos Martínez finalizaron en la segunda plaza a bordo de un Chevrolet de 1958, mientras Perla Ojeda y Teresa de Jesús concluyeron terceras al volante de un Willys, fabricado en 1954.
En el apartado de motos, el cetro correspondió a la pareja de Luis Ramírez y Marta Teresa Vera (Norton de 1956), por delante de William González y Eloy Jiménez (Triumph de 1955).
Los premiados con el tercer puesto fueron Manuel Soto y Eduardo Delofeu (Matchless 1957). (2015)
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