Publicado: 4 ago 2015 18:35 GMT
El exempleado de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Thomas Drake reveló en una entrevista para 'The Real News Network' los motivos por los cuales la NSA no hizo nada para prevenir la catástrofe de 11-S a pesar de que sabía que el ataque ocurriría.
"Era conveniente dejar que sucediera. Si sabían que iba a pasar, ¿por qué querrían hacer algo para evitarlo? Pues porque permitiendo que sucediera tendrían una excusa. Cheney [Dick Cheney, el 46.º vicepresidente de EE.UU. bajo el mandato de George W. Bush.] lo dejó claro: lo que quería era restablecer la autoridad del presidente", explica Thomas Drake.
El exempleado también hizo hincapié en que antes del 11-S el contraterrorismo nunca había sido una cuestión primordial para la NSA.
"El contraterrorismo nunca fue una prioridad para la NSA. El departamento que se encargaba de esta cuestión lo formaban solo 20 personas y era una oficina poco importante", asegura Drake.
"Ellos sabían mucho mejor que nadie que algo grande iba a suceder. No sabían ni el día ni la hora exacta. (…) [En la NSA] lo sabemos todo sobre todos los vuelos de prueba. Lo sabíamos ya desde que entrevistamos [al actor] James Woods, que, en uno de los muchos vuelos que tomó desde el Este a la costa Oeste, notó a ciertas personas de Medio Oriente que se encontraban en esos aviones. Estaba claro que habían pasado mucho tiempo haciendo observaciones, poniendo a prueba la seguridad de nuestro sistema y nuestras aerolíneas en particular", añade Drake.
Entre otras cosas, Thomas Drake revela también que la NSA tenía intereses económicos en las consecuencias provocadas por la tragedia del 11-S. En su entrevista hace referencia a la opinión de Maureen Baginski, que fue el tercer más alto funcionario de la NSA.
"Su explicación fue que el 11-S se convirtió en un regalo para la NSA. En ese momento se dijo: 'Conseguiremos todo el dinero que queramos e incluso más'. Estaba claro que un fracaso les aportaría mucho dinero", precisó.
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