¡Por la Dignidad plena de la persona! ¡Que cada quien haga con su vida sexual lo que mejor desee! ¡Que la lucha por unos derechos no atente contra los de la inmensa mayoría de terrícolas!
Por Noel Manzanares Blanco
Durante este mes de Mayo, la Mayor de las Antillas una vez más ha sido escenario de diversas actividades encaminadas a la defensa de los derechos de la comunidad de lesbianas, gay, bisexuales, trans e intersexuales (LGBTI) con el liderazgo de Mariela Castro Espín, Directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESX). En esta oportunidad, tengo la impresión de que el ajetreo subió de todo, y una prueba de ello es que un reporte de una oriental provincia de la Isla empleó el título Pueblo cubano marcha en Las Tunas por el Día Internacional contra la Homofobia. Comentaré ahora, a propósito de ese y otros despachos de prensa.
Confieso que desde que leí “Pueblo cubano…”, me resultó una marcada exageración. Ante ese lance, pregunté a colegas tuneros y uno comprensivo de la temática que estoy abordando me dijo que las poblaciones LGBTI en sus predios eran bastante; otro, que no eran tantas para la algarabía sobre el asunto. No obstante, inquirí que tal expresión se suela utilizar para reflejar las marchas en todo el archipiélago nacional por el Primero de Mayo y, obviamente, el caso distaba de modo considerable. Pensé estar así en presencia de una expresión guiada por los deseos más que por los hechos.
Otros fragmentos de aquel reporte dan cuenta de los Lemas “Homofobia no, socialismo sí” y “Todos los derechos para todas las personas”; de que al llegar al parque Vicente García, en nombre del CENESEX, su Líder y Diputada al Parlamento cubano colocó una ofrenda en la estatua del Héroe tunero; y que Mariela habló de la aspiración fundamental de esta VIII Jornada: “lograr espacios laborales más inclusivos, en concordancia con la Constitución cubana que contempla el acceso al trabajo como un derecho humano” —las negritas son mías.
Debo confesar también que me causó asombro y/o ¿un descuido? el lema referido al Todo para todas las personas, pues desde que asistimos al proceso de cambios entre La Habana y Washington se ha incrementado el reclamo martiano de “Con todos y para en bien de todos” en una interpretación unilateral o sea, que igualmente hemos de darle espacio a delincuentes políticos que actúan para desmontar la obra que la mayoría de cubanas y cubanos estamos construyendo a partir del Gran Enero de 1959 —y recomiendo ver unas reflexiones del Sabio Cintio Vitier.
Y otro tanto hallé en lo que respecta a “lograr espacios laborales más inclusivos, en concordancia con la Constitución”. Me pregunto: ¿Qué puede pensar al respecto, quien no esté lo suficientemente informado sobre el proceso de perfeccionamiento del Socialismo en Cuba o bajos los efectos de la manipulación de la realidad de nuestra Revolución? ¿Será que el Código del Trabajo de la República de Cuba cuyo proyecto SÍ fue analizado-enmendado-enriquecido por el Pueblo del Caimán Verde y aprobado por su Asamblea Nacional contradice nuestra Constitución en cuanto a los espacios laborales para cubanas y cubanos, o es que estamos en presencia de una singular interpretación ya manifestada por uno de los voceros de las poblaciones LGBTI —a contrapelo del sentir de las grandes mayorías con capacidad de reflexionar?
En este punto, subrayo que en Cuba: la Homofobia, la Prensa y la Ciencia escribí que no hago ningún descubrimiento al subrayar que una cosa es el combate a la Homofobia y otra la promulgación de atentados a lo que la Madre Natura nos ha proporcionado: la reproducción de la especie humana; una cosa es que nuestros recursos mediáticos sostengan una ofensiva contra cualquier tipo de discriminación y otra que la Prensa estimule la homosexualidad; una cosa es un examen desde la Ciencia para abordar un tema de las dimensiones del ahora tratado y otra otorgarle a determinados/as expertos/as la verdad absoluta al respecto. Además, en ese rótulo acredité que una trama de tanta complejidad requiere de la valoración de varios estudios y de la percepción popular, sin excluir a actores políticos, pues, a fin de cuentas, nadie posee la última palabra en este tema —y recomiendo meditar a partir de ¿Realmente la homosexualidad es genética?, un trabajo de William Kremer en BBC.
Significo, de paso, el hallazgo de José Manzaneda según el cual Cuba es el tercer país de América Latina en plenitud de vida para homosexuales. Allí, se revela que una encuesta reciente del sitio web holandés Planet Romeo a hombres no heterosexuales de todo el mundo, concluye que nuestro país en cuanto al nivel de plenitud personal de la población gay, solo está por detrás de Uruguay y Argentina; que ocupa el puesto 29 entre 127 naciones, por encima de países de la Unión Europea como Italia o Portugal; y que, en los últimos años, la sociedad cubana ha dado pasos evidentes en este terreno: de hecho, el 64% de los encuestados cubanos consideró que en su país existe un cambio positivo para ellos. Vale la pena no obviar estos datos, pues evidencian que NO “somos indios con levitas” en el tema que estoy compartiendo con usted —y recomiendo ver El matrimonio homosexual en el mundo.
No obstante, deseo compartir con mis lectores/as asimismo otros comentarios que formulo, a propósito del reporte VIII Jornada cubana contra la Homofobia y la Transfobia: ¡Me Incluyo! (+ Fotos), responsabilidad de Ida Garberi, quien desde el principio revela un dato que me llamó la atención, a saber: se proyectó que esta Jornada “contará con la asistencia de más de 100 líderes sindicales y con el Secretario General de la CTC [Central de Trabajadores de Cuba]” o sea, con el Compañero Ulises Guilarte de Nacimiento.
Una fuente muy cercana a las actividades por esa Jornada, testifica que Guilarte de Nacimiento razonó a propósito de ella: “Los sindicatos van a acompañar también la marcha del sábado, ya nos hemos puesto de acuerdo un grupo de compañeros”. “Todos concordaremos en que no siempre, solo por decirlo nosotros aquí en la cúpula de la CTC, existirá una comprensión inmediata, ni una asimilación tampoco inmediata de todos estos asuntos”. “Lo que sí les puedo asegurar es que sentirán el acompañamiento permanente de nuestra Central y también de sus sindicatos” —dijo el Secretario General de la CTC.
Sobre ello, acoto que por mis años de vida y experiencia laboral —en la encrucijada de los siglos XX y XXI pertenecí al Comité Provincial del Sindicato de los Trabajadores de Educación en mi Camagüey—, puedo certificar que el desempeño sindical en nuestro país responde al pulso de sus trabajadores/as en general, incluyendo inquietudes de individuos y colectivos laborales pero sin dejar de atacar el principio del Centralismo Democrático. Entonces, se me ocurre pensar que el Compañero Ulises Guilarte, en correspondencia con este principio, debe promulgar la consulta a toda la masa trabajadora de Cuba para ver si está o no de acuerdo con que la lucha contra la Homofobia proyecte el conjunto de aristas tendientes a la exageración vs. la Heterosexualidad —como también dejaré ver en otros párrafos de este trabajo; al tiempo que sugiero consultar Algunas notas sobre la experiencia del centralismo democrático de Darío L. Machado Rodríguez.
Otro tanto debo expresar, atendiendo a lo planteado por el Reverendo Raúl Suarez, del Centro Martin Luther King jr., también diputado a nuestro Parlamento. Para él, según Ida Garberi: “Hay que garantizar una esfera laica donde la iglesia no tiene que tener el poder de decidir […]. Le voy asegurar que no es una tarea fácil, necesita mucho amor, soy padre de una hija que ha sufrido mucho por cristiana y por ser lesbiana, hoy es pastora de la iglesia y la gente la escucha con mucho amor […]. Nuestro enemigo quiere que el pueblo piense que el matrimonio gay sea motivo de división y es mentira, el cariño, el amor, la empatía nunca dividieron a nadie” —las negritas son mías.
Atendiendo a la percepción del Reverendo Suárez —declaro que le debo una altísima estima por su verticalidad religioso-revolucionaria—, por una parte considero que sería bueno que también se tuviera en cuenta qué piensan otros líderes y feligreses del Centro Martin Luther King jr. y otras congregaciones devotas similares. Tengo la sospecha de que lo más probables sea que tal percepción encuentre importantes muros de impedimentos, y no precisamente porque la otredad de Suárez en contexto parecido en Cuba sea analfabeta y/u homofóbica.
Por otra parte, en este orden de ideas quiero llamar su atención acerca de lo manifestado recientemente por el Vaticano sobre las bodas gais: su secretario de Estado Pietro Parolin, un diplomático con muchos años de experiencia y fama de moderado, ante la aprobación en Irlanda del matrimonio homosexual, refirió: “No solo se puede hablar de una derrota de los principios cristianos, sino de una derrota de la humanidad”. Y, que yo sepa, en este minuto la Santa Sede No es precisamente un segmento de los enemigos que tiene el pueblo cubano.
Entretanto, confieso que no concuerdo con el 100 por ciento de lo expresado por Mariela Castro Espín, de acuerdo con el citado reporte de Ida Garberi. Ella dijo acerca de su labor y su descendencia: “Conozco muchos cubanos y muchas cubanas que le ha ido mejor para no ser hijo o hija de mi papá. Además creo que si actuara como hija de mi papá no haría ningún aporte a la sociedad cubana y me descalificaría. Nosotros tentamos desde el Cenesex crear mecanismos y apoyos a instituciones de la sociedad civil y al Estado para garantizar la no discriminación en los derechos sexuales. Por supuesto, el hecho de ser heterosexual me permite llegar con más facilidad a las personas heterosexuales e instaurar un diálogo. Si fuera lesbiana o trans sería más difícil” —las negritas son mías.
Resulta indudable que Mariela es depositaria de la herencia de la enorme virtud que en vida acumuló su Mamá, la inolvidable Vilma Espín, y del legado de su Papá, el Compañero Raúl, alguien inseparable de la gloria que representa la Revolución Cubana en las últimas seis décadas y un poco más. Me acompañan suficientes elementos de juicio y vivencias personales para hacer esta declaración. Imagino que a una supuesta “María Pérez González” le hubiera sido en extremo difícil, por ejemplo, haber atraído a una causa de tal envergadura y complejidad a un Reverendo notable y a un Secretario General de la CTC. Sin embargo, esta meditación mía es secundaria. Lo importante es qué alcance tiene el trabajo que esencialmente está desplegando la Directora del CENESEX.
Es tremendamente meritorio que por obra y gracia a la labor del Centro Nacional de Educación Sexual Cuba exhiba hoy como resultado un avance notable en cuanto a la no discriminación por la orientación en causa, a tono con el mencionado hallazgo de José Manzaneda. Pero, a la vez, me cuesta mucho entender el porqué persiste la defensa a ultranza de los derechos de la comunidad de lesbianas, gay, bisexuales, trans e intersexuales, incluso atentando contra el sentir de quienes somos heterosexuales.
No creo que la esencia de la trama esté en ser o no integrante de la comunidad de LGBTI. Al respecto, cabe preguntar: ¿Quién, medianamente informado, niega el papel de la propaganda en interés de cualquier asunto? Ya no me voy a apoyar en la máxima según la cual cuando una mentira se repite mil veces actúa como verdad. Significo el aporte de la prensa en la consecución de una idea, un propósito, una campaña a favor de un empeño. Ejemplifico, grosso modo.
Además del mencionado título Pueblo cubano marcha en Las Tunas por el Día Internacional contra la Homofobia, entre otros traigo a colación Demasiados gays o desmedida homofobia, a cargo de Joel del Río, quien coloca sus credenciales desde el primer párrafo:
“La sentencia respecto al exceso de películas cubanas con temática gay, que le escucho decir a gente culta, hombres y mujeres, viene a ser testimonio irrefutable de la homofobia rampante que existe en Cuba. ¿Quién está autorizado para determinar la cuota de 'lo correcto y adecuado'? ¿Por qué escucho a tan pocos espectadores quejándose de los estereotipos machistas, sexistas, racistas (muchas veces asociados) que pululan en ciertas películas adoradas por la mayoría? ¿Cuál es el impulso que motiva a cierto sector del público a criticar las políticas del cine cubano porque dos de los cinco largometrajes cubanos estrenados en diciembre ostentaban protagonistas homosexuales?” —las negritas son mías.
A Joel, le respondo con otras preguntas: ¿Es incierto que la Ética, en tanto que ciencia, está ajena a acreditar lo que la Cultura de cada pueblo y la Civilización a escala planetaria generalmente asimilan como “lo correcto y adecuado”? ¿En qué investigación científica se basó para preguntarse el porqué ha escuchado a “pocos espectadores quejándose de los estereotipos machistas, sexistas, racistas”? ¿Será mentira que la promoción de las películas aludidas —más, unido al quehacer de otros medios en la misma dirección— dejan de constituir un estímulo a la práctica de la homosexualidad?
Y como si fuera poco, está en marcha la búsqueda de una Estrategia para enfrentar la homofobia porque las “personas no heterosexuales apenas aparecen en la prensa”, apoyado en un estudio de caso en Santiago de Cuba. En un escenario así —y al margen de no ser ordinaria la práctica de una prensa en nuestro país con loas a ninguna preferencia sexual—, pregunto: ¿hasta dónde llegará la agresión mediática a la heterosexualidad generadora de la reproducción de la humanidad? A fuerza de ser sincero, tengo que declarar que, si se hiciera realidad la estrategia aludida, necesariamente tendrá que surgir una proyección articulada que la contrarreste —so pena de lamentar haber dejado indefensa a la inmensa mayoría de cubanas y cubanos en este sentido.
Otra cosa encuentro en el contenido Mayo de diversidades, firmado por Carmen Ibañez —presente en Blogs de los Periodistas, del Granma. Resalta en el trabajo que el 17 de Mayo de 1959 se promulgó la Ley de Reforma Agraria en Cuba, firmada por Fidel; que esta Ley les otorgó la propiedad de la tierra a los campesinos; que se escogió esa fecha y la proclamaron como el Día del Campesino para honrar a Niceto Pérez, un líder campesino asesinado en 1946 durante el gobierno de Ramón Grau San Martín, en su pequeña Finca María Luisa, en El Vínculo, Guantánamo, y que formaba parte del Realengo 18 —entre otros datos.
Luego, destaca “Otro 17, otra conmemoración” y apunta que en 1974 la Asociación Americana de Psiquiatría eliminó de su Manual de Clasificación de Enfermedades Mentales a la homosexualidad y bisexualidad, y otras sociedades científicas en el mundo asumieron también esta concepción; que el 17 de Mayo de 1990 se aprobó por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por tal motivo se escogió esta fecha para conmemorar el Día Mundial contra la Homofobia; y que es importante lograr el respeto a la libre orientación sexual, pues cada quien tiene derecho de decidir su preferencia sexual —entre otros datos.
Por tanto, respecto a las poblaciones de LGBTI, formulo un par de preguntas con el ánimo de continuar meditando en este orden de pensamiento:
¿Hemos reflexionado —en el supuesto de que adquiera vía libre la actitud homosexual— en qué repercusión traería consigo el hecho de contar con Profesores/as visiblemente integrantes del conjunto LGBTI en las enseñanzas Primaria y Secundaria —más aún, en la primera de ellas—, si se sabe que en esos niveles de educación infantes y adolescentes llegan a desacreditar la percepción de los Padres si contradice lo manifestado/posición de quienes ejercen la Docencia?
¿Será que tendremos que legalizar el derecho de los travestis a confundir a heterosexuales —abundan testimonios al respecto— y presentar una formal acusación contra la eterna figura de Juan Formell, su popularísima orquesta Los Van Van y el Instituto Cubano de Radio y Televisión por supuestamente ejercer la homofobia con una canción —como ya dije con una dosis de ironía en “¡Abajo la heterosexualidad!”?
Apenas, agrego a modo de resumen que es mi más profunda convicción que en Cuba debemos continuar la lucha contra la Homofobia, sin afectar la Heterosexualidad, y exclamar a los cuatro vientos/construir un quehacer cada vez más tangible: ¡Por la Dignidad plena de la persona! ¡Que cada quien haga con su vida sexual lo que mejor desee! ¡Que la lucha por unos derechos no atente contra los de la inmensa mayoría de terrícolas! ¡AMÉN!
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