"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

jueves, 7 de diciembre de 2017

ANTONIO MACEO Y LA MANSIÓN DE NICOYA


Hoy, 7 de diciembre, se cumplen 115 años de la caída en combate del lugarteniente general Antonio de la Caridad Maceo y Grajales (Santiago de Cuba, 14 de junio de 1845 – Punta Brava, 7 de diciembre de 1896).
Hace algún tiempo recibí un mensaje del estudiante Josué Agüero Méndez, de la Universidad Nacional de Costa Rica, porque necesitaba datos para un trabajo que tenía que presentar en el curso Patrimonio cultural costarricense, relacionado con la estancia de Antonio Maceo en Nicoya. Él me ha enviado muy gentilmente su trabajo acompañado de valiosas fotos.
Con relación al tema, el periódico Juventud Rebelde publicó hace poco un artículo llamado “El Código Maceo”, luego de una visita del Dr. Eduardo Torres Cuevas a Costa Rica. Así se llamó el libro que publicó el general Avelino Rosas en Colombia sobre la base de todo lo que le oyó decir al Mayor General Maceo en distintas ocasiones. Avelino Rosas formó parte del grupo latinoamericano que se unió a Antonio Maceo cuando regresó a pelear por la independencia de su patria. Se publicará en Cuba gracias la amabilidad de Armando Vargas, quien lo halló. También es posible que entreguen a Cuba el revólver de Maceo, que él entregó al prefecto de policía y que su familia ha conservado hasta nuestros días.
Aprenda más de la vida de Antonio Maceo en:
LA MANSIÓN DE NICOYA
Protestaré con todas mis fuerzas y rechazaré indignado todo acto ilegal que pudiere intentarse vulnerando los sagrados fueros y derechos del pueblo cubano… Protestaré asimismo, y me opondré hasta donde me sea posible, a toda usurpación de los derechos de una raza sobre otra; viniendo a ser, como esta mi resuelta y firme actitud, una garantía para todos.
Antonio Maceo

Tarja en el parque de La Mansión, donde se encuentra un conjunto arquitectónico hecho por la escultora cubana Thelvia Marín con los restos del ingenio azucarero que fundó allí Antonio Maceo.
A finales del siglo XIX y a inicios del siglo XX se generaron conflictos entre la revolución cubana y la corona española por la independencia de Cuba, ya que la corona española quería seguir reprimiendo a los cubanos y estos querían ser libres, lo cual generó como todo rebelde conocer el exilio; muchos de estos exiliados se refugiaron en algunas Antillas cercanas como lo fue Jamaica, otros se trasladaron a países independientes como Guatemala, Honduras y Costa Rica. Estos exiliados generaron grandes progresos en su paso formando colonias en estos países en que se asentaban dejando una riqueza de cultura, trabajo, esfuerzo, ideología y de lucha por la liberación.
Busto de Antonio Maceo. Monumento en el parque La Mansión.
En este pasadizo hay que destacar la figura de Antonio Maceo, fundador del poblado de La Mansión de Nicoya. La odisea vivida por el General Maceo es de suma motivación para aquel que crea en la libertad y el compromiso humano por la cultura y la patria; ya que este personaje jamás dejó de pensar en su patria por más lejos que estuviese y luchaba en la distancia por volver algún día a su patria  para verla libre.
Con la nostalgia y la melancolía de compañía al conocer el exilio, el General Maceo partió con su familia visitando distintos países de centro América hasta que la vida lo llevó a Costa Rica, país que adoptaría como su segunda patria y en la cual formaría el poblado de La Mansión, el cual sería el lugar indicado para edificar una colonia cubana por su calidez y parecido a los valles de su madre patria.
Ficha biográfica
Monumento en el parque La Mansión.
Antonio Maceo y Grajales: Nace en Santiago de Cuba el 4 de junio de 1845, bautizado como Antonio de la Caridad Maceo y Grajales; hijo de Marcos Maceo, este de nacionalidad venezolana, y de Mariana Grajales, santiaguera. Estos laboraban en un ambiente totalmente rural en una finca de la familia de la cual obtenían el sustento para ellos y sus hijos; educaron a sus hijos en un poblado cerca de su finca y la mayor distracción que tenían eran las peleas de gallos; la formación de Antonio Maceo se vio influenciada por amistades de sus padres y por los horrores de la esclavitud de esa época.
Hay dos tarjas en las cuales se les rinden honor y gloria a los padres del Titán de Bronce: Marcos Maceo y Mariana Grajales. En la tarja dice que Mariana es dominicana, pero ella nació en Santiago de Cuba, de padres dominicanos, y murió en República Dominicana.
A sus 20 años Maceo era un joven saludable, fornido, moreno, de cabellos rizados, y el 16 de febrero de 1866, al tener la madurez suficiente, contrajo matrimonio con María Cabrales, acto seguido Antonio Maceo se alineó en lo militar y se levantó en la lucha por la liberación de su patria, y como todo rebelde con causa conoció el exilio con un grupo de familias cubanas y se dirigieron a Costa Rica, en el cual fundo el poblado de La Mansión de Nicoya.
Texto que aparece en la esquina superior izquierda de la foto: El “Club José Martí”, fundado en Costa Rica en 1895 por la Sra. María Cabrales, esposa que fué del General Maceo. Fotografía que se conserva en el “Museo Bacardí”, de Santiago de Cuba.
Maceo permaneció poco tiempo en Costa Rica, a la que llamaría su segunda patria, parte de ella el 1 de abril de 1895 para seguir con su lucha por la libertad de Cuba y el 7 de diciembre de 1896 fue acogido por la muerte al ver concluido su deber, en San Pedro de Punta Brava, República de Cuba.
Antonio Maceo y el sabor del exilio
Monumento en el parque La Mansión.
El general Maceo por sus pensamientos y actos por la liberación de su país conoció el exilio dejando su tierra natal entre los días 15 y 23 de septiembre de 1890, separándose de su historia a tierras desconocidas, creyendo no volver jamás a su amada Cuba, lo cual le incendia el pecho entre nostalgias y melancolía; pero lo que también no se le apagó en su alma fue la idea de redención de la revolución cubana y la esperanza de progreso y crecimiento en un país que no fuera el suyo. Partió con la fe y la bandera de su revolución, se le abrieron muchos caminos en países de América pero el escogió Costa Rica, que era el país en ese momento que tenía más oportunidades para formar una colonia agrícola.
Maceo llegó a Costa Rica y tocó la costa Caribe, y de allí se trasladó a la capital, San José, teniendo encima dos inconvenientes, los cuales eran que en el país no se permitía entrar personas de color y mucho menos morenas y el otro era la corona española, que lo acusaba de atentar contra la paz de España, esta última evitó que a Maceo se le otorgaran tierras. Entonces el gobierno, encabezado en esa época por José Joaquín Rodríguez, decidió otorgarle el permiso de hacer su colonia en tierras cerca del golfo de Nicoya.
Escuela Antonio Maceo*, en Nicoya, Costa Rica.
Maceo se trasladó al golfo de Nicoya llegando en primera instancia a Puntarenas y después llegó a un lugar de grandes valles y con características como asentamientos indígenas de gran vegetación que se parecían mucho a lugares que había conocido en Honduras, ya que tenían características de selva virgen y eran ideales para su colonia de progreso; ya que allí encontró la libertad que buscaba y entonces se quedó en ese lugar con algunas familias de cubanos que venían con él formando el inicio de lo que llamaron La Mansión.
La llegada de Maceo a  este lugar generó progresos que llegaron a muchos sitios de la zona, ya que se dieron apertura de caminos, entre otras actividades agrícolas.
Logotipo de la escuela Antonio Maceo, confeccionado tomando como base el escudo de Cuba.
Superando la problemática migratoria, Antonio Maceo logró negociar con el gobierno en práctica; en esa época lograron hacer legal la estadía de la colonia cubana en Costa Rica el 13 de mayo de 1892. El presidente en función en esa época, Lic. José Joaquín Rodríguez, le proporciono a Maceo lo necesario para la formación de su colonia y el establecimiento de las primeras familias en el golfo de Nicoya.
En dato curioso, Maceo mantenía comunicación con sus hermanos cubanos para saber cómo iba la salud de la revolución cubana y él también los mantenía al tanto de su colonia en Costa Rica, en la cual estaba en la siembra de plátano, frijoles, cacao, yuca, maíz, café y caña de azúcar, manteniendo comunicación constante. Maceo jamás se alejó de su amada Cuba y de su revolución.
Negociaciones de Antonio Maceo y el gobierno costarricense con respecto a la colonización en el golfo de Nicoya
Con respecto a la secretaría de fomento se llegaron a distintos acuerdos, en resumen, tanto una como otra se comprometieron a:
Síntesis del compromiso de Antonio Maceo y Grajales:
Trasladar cien familias cubanas a asentarse en territorio costarricense en el golfo de Nicoya, las cuales tienen que dedicarse a la siembra de plátano, frijoles, cacao, yuca, maíz, café y caña de azúcar y otras industrias tomando la importancia de los cultivos para la manutención de las colonias. Y si algún miembro de las familias de la colonia no posee las características que se dan en el contrato, el General Maceo tiene que justificarlo; faltas como alguna enfermedad, alguna falta legal o problemas de edad que no le permitan realizar lo comprendido en el acuerdo.
Otros puntos tomados era la preparación adecuada del terreno con su respectivas quemas, el establecimiento de residencias para las familias de la colonia, como también el establecimiento de palenques para el embodegado de los productos procedentes de la actividad agrícola por los colonos y también existe el compromiso de enseñar el arte de siembra de ciertos cultivos a familias que no estén dentro de la colonia.

Síntesis del compromiso del gobierno hacia Antonio Maceo y Grajales y la colonia:
El gobierno concede a Maceo el presupuesto para la mantención y desarrollo de la colonia como pago de cada hectárea cultivada y también el pago de cultivos producidos, como también el cubrimiento de gastos de traslado de las familias del extranjero al país, como la construcción de viviendas y unas yuntas de bueyes comunitarias para las mismas, como también el pago del acarreo de semillas que se distribuyan en un porcentaje de las primeras familias que conformaron la colonia.
El gobierno concede los terrenos para el asentamiento de la colonia y la explotación de cultivos de plátano, frijoles, cacao, yuca, maíz, café y caña de azúcar y la incorporación otras industrias.
El gobierno concede el derecho de importación durante cuatro años, concede las herramientas y animales necesarios para el desarrollo y la siembra de los cultivos a realizarse en la colonia; como lo son: una vaca, un caballo, utensilios de cocina necesarios, tres azadas grandes y tres pequeñas, tres machetes, tres cuchillos, un pico, tres rastrillos, una montura y tres hachas; el gobierno pondrá en uso comunitario cinco yuntas de bueyes, con dos carretas, cuatro arados, un trapiche, redes de pesca, escopetas, pólvora, dos botes y una lancha de carga, etc. Todo este patrimonio será administrado por el General Maceo. Hay que recalcar que unos de los compromisos del gobierno para con la colonia es la educación y la salud, por lo cual establecen una escuela y nombran un médico para que atienda los pobladores de la colonia.
En cuestiones generales cabe decir que el fin de este acuerdo o contacto fue fomentar el desarrollo de La Mansión y de lugares aledaños; aumentar la participación de los ciudadanos cubanos al desarrollo social y económico de la zona y lograr una mejor vida y estabilidad de los pobladores mediante el desarrollo comunitario.

GENERALIDADES
Antecedentes históricos
Ubicación de la colonia:
En general la colonia forjada por Antonio Maceo y Grajales fue ubicada en el cantón de Nicoya, en la provincia de Guanacaste, Costa Rica, con los siguientes puntos cardinales: por el norte el cerro el obispo, por el sur cerros Pitarayada y Matina, caseríos y fincas de Francisco y Rafael Carrillo, por el este cerros de Jesús, río Morote camino nacional a Puerto Jesús y Astillero, y por el oeste Cerros de Matambuguito. Cabe mencionar que todas estas tierras eran aptas para la agricultura y ganadería.
Río Morote: este río nace en el cerro campana en Juan Díaz de Nicoya. Es un afluente llamado río grande y al llegar a La Mansión adquiere el nombre de río Morote hasta su desembocadura en el golfo de Nicoya. Este río también es alimentado de otros afluentes como lo es el río Matina; este río es de suma importancia ya que este le dio un impulso al progreso de La Mansión, en este se generó energía eléctrica para el ingenio de caña de azúcar. Al inicio antes de 1906 existía un puente colgante de madera y después en la administración de Cleto González Víquez se construyó un puente metálico, en estos se ingresó a La Mansión las herramientas y piezas del ingenio que se instaló en ese lugar, lo cual transformó Cleto Gonzales Víquez los cultivos de caña en azúcar, alcohol, alumbre y progreso.
Un poco de historia:
La Mansión de Nicoya es un pequeño poblado ubicado en el golfo de Nicoya,  un lugar que recoge un poco de la historia cubana donde hoy día se guardan los recuerdos de hechos heroicos por la lucha por el progreso y la libertad de sus fundadores, testigos de una historia viva aun al pasar del tiempo. La Mansión de Nicoya es el lugar donde se evidenció el paso del caudillo Maceo en Costa Rica, el cual fundó este poblado en el año 1891 al firmar un acuerdo de colonización con el gobierno, colonia que formó en una tierra cálida de lomas y valles fomentando en sus pobladores esos aires de progreso y libertad. Esta estaba formada aproximadamente por cien familias cubanas que conocieron el exilio, encabezadas por veteranos de la guerra de 1868 en su país natal, los cuales colaboraron en la gran tarea de la colonia; a esta acudieron personajes de distintas clases sociales pero sobre todo aquellos que habían participado en los campos de batalla en la perla del Caribe. La estadía de los cubanos fue corta en nuestro país; ya que por las visitas constantes de José Martí fue dando esperanzas para la liberación cubana y en el año 1894 abandonaron la patria adoptiva por la lucha para la libertad de Cuba, quedando La Mansión de Nicoya solitaria al partir la mayoría de las familias cubanas que poblaban ese lugar.
Entre las familias que quedaron en La Mansión después de la partida de Maceo y sus colegas fueron: los Milanés y Quesada, los Santiesteban, los González Balán, los Muñoz, los Quesada Galván, los González Acosta, entre otros.
Entre otras curiosidades históricas está la construcción de una escuela en 1930 con el nombre del caudillo cubano y engendrador del pueblo de La Mansión, Antonio Maceo. Este acto de justicia fue para hacer honra al paso de Maceo por Costa Rica y La Mansión, pueblo que fue su segunda patria.
En el año en que se discutía la nominación de la escuela ocupaba la dirección el señor Ulises Delgado Aguilera, el cual promovió la idea de llamarle a la escuela como el caudillo Antonio Maceo y Grajales. Esta idea prevaleció aceptando entre un grupo de pobladores, educadores y después miembros del Ministerio de Educación ponerle el nombre de Maceo para dejar plasmado su eterno recuerdo en el ambiente del pueblo desde 1930. Estas labores de reconocimiento al general Maceo siguieron al formar la idea de construir un parque de recreación en la localidad; un grupo de vecinos, educadores y estudiantes se reunió para colocar la primera piedra al reconocimiento del gran caudillo cubano y levantaron un monumento tallado en bronce como una estrella solitaria; ejemplo para la juventud de una comunidad estos hechos se ejecutaron en 1951 culminando el 17 de septiembre de ese mismo año. El parque construido posee una forma geométrica triangular los cuales sintetizan los ideales libertarios de la bandera cubana, los cuales quedaron significando por sus puntos cardinales; el este significa libertad, norte significa igualdad y el sur significa fraternidad y la figura de bronce de Maceo significa una estrella solitaria.

Retorno de Maceo a la perla del Caribe
En abril de 1895 todos los cubanos residentes en La Mansión de Nicoya fueron llamados a la guerra decisiva para la liberación cubana de la corona Española; Maceo y el resto  de los cubanos partieron de las tierras guanacastecas dejando sus cultivos y las tierras que trabajaron en busca de progreso para luchar por la liberación de su perla del Caribe, trasladándose al Caribe en Limón y seguido poniéndose en camino a su amada Cuba encallando en Duaba de Baracoa, República de Cuba, el 1 de abril de 1895, levantando el pabellón cubano comenzaron una batalla para alcanzar la santa libertad de su pueblo.
Francisca Castillo Carrillo** y Josué Agüero Méndez.
*Párrafo del himno de la escuela Antonio Maceo, de Nicoya:
Nuestro ideal es ardiente deseo
de alcanzar una cima preciosa
nos protege una sombra grandiosa
bajo el nombre de Antonio maceo

También le cantan a Maceo en el Himno al Colegio Técnico Profesional Industrial La Mansión. La letra y la música son de don José Ramírez Sáizar.
La Mansión tiene historia grandiosa
pues hay manes patricios aquí,
este humilde rincón de la pampa
vio a Crombet, a Maceo y Martí…

Que la pampa tremole en sus hijos
a la par del heroico mambí
y en el alma de cada estudiante
sea un ejemplo el apóstol Martí.

**Francisca Castillo Carrillo (105 años), hija de Tomás Castillo Armas, cubano que llegó a Costa Rica  con Antonio Maceo y Flor Crombet. Con ellos levantaron un ingenio al pie del  río Morote, en el cual trabajó. Ella dice que su papá y Antonio Maceo eran hermanos naturales, por lo que es su sobrina.

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