Resumen social anual de 2024
Sociedad Redacción IPS Cuba 4 abril, 2025
Para el investigador cubano Ovidio D´Angelo Hernández los procesos de la crisis actual de Cuba generan un imaginario de desmoronamiento social por la multiplicidad de fenómenos anómalos y contradictorios con fuertes impactos en la vida cotidiana.
Foto: Jorge Luis Baños_IPS
Anunciado por las autoridades como “desafiante”, 2024 pasará a la historia de Cuba como el año en que la vida nacional se detuvo a consecuencia del primer colapso del sistema electroenergético nacional.
A los apagones programados, la ausencia de combustible y la inflación galopante con severos impactos en amplios sectores de la población, se sumó la incertidumbre por la conservación de los alimentos, el sostenimiento de las familias y el “efecto dominó” de la falta de electricidad en las telecomunicaciones, incluida la conexión celular y de datos.
El apagón nacional vino rodeado, además, del impacto de los huracanes Rafael, Helene y Oscar, y de dos sismos de gran magnitud en el oriente de la isla. Para completar el cuadro y con la memoria aún muy reciente de la pandemia covid el Ministerio de Salud Pública debió alertar a la población sobre la situación epidemiológica por la incidencia de varios virus respiratorios y la fiebre del Oropouche, esta última con cuadros neurológicos sin precedentes en otros países y posibles consecuencias para la vida.
Como una verdadera radiografía de la vida en la isla, las estadísticas de Google Trends para Cuba en 2024 colocan entre las búsquedas más usuales términos como «precios de alimentos», «tasa de cambio del dólar», «remesas», «protestas», «emigración», «rutas de emigración», «requisitos para emigrar», «reformas económicas», «libertad de expresión», «cambio climático», «preparación para desastres», «ayuda humanitaria» y «ventiladores recargables».
Más allá del ciberespacio, la palabra “crisis” permaneció en el vocabulario cotidiano de cubanas y cubanos. El aumento de las desigualdades se colocó en el centro de la mira ciudadana, mientras los síntomas de pobreza en diversos sectores de la población iban en aumento.
Ver más: Monografía del investigador Ovidio D´Angelo Hernández ¿Sociedad cubana en continuidad al borde del caos?
Un paso importante en el reconocimiento oficial de la difícil coyuntura que atraviesa el país, y en específico del impacto de la emigración, fue la estimación de la población con residencia efectiva en algo más de 10 millones de habitantes al cierre de 2023, 10,1 % menos que en 2020. Asimismo, se reconoció el desafío económico y social del crecimiento de la población de 60 años y más, las altas tasas de fecundidad y embarazo en la adolescencia, la prevalencia de infecciones de transmisión sexual y distintas formas de violencia.
A mediados de año, se conoció además de la decisión del Consejo de Ministros de Cuba de actualizar la política de atención a personas deambulantes. En ese contexto, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social reveló que de las más de 3 700 personas que reciben atención en los Centros de Protección Social, 87% son hombres, 50% tiene entre 41 y 59 años, 30% se encuentra en situación de discapacidad, 24% presenta algún trastorno siquiátrico, 30% mantiene patrones elevados de consumo de bebidas alcohólicas y 38% son menores de 60 años sin domicilio.
Comunidad LGBTIQ+: Trans-indentidades abogan por sus derechos
Datos oficinales indican que hasta septiembre de 2024, se habían efectuado 2 120 matrimonios entre personas del mismo sexo (1 271 entre hombres y 850 entre mujeres). Además, se formalizaron 282 uniones de hecho afectiva (200 entre hombres y 82 entre mujeres). Foto: Jorge Luis Baños_IPS

La necesidad de garantizar el ejercicio efectivo de los derechos de las personas trans en Cuba, consagrados en la Constitución de 2019 y en el Código de las Familias, se encontró entre los temas más visibles del activismo de la comunidad LGBTIQ+ en la isla durante 2025, con reclamos que colocaron el foco fuertemente en los servicios de salud.
En esa línea, el 8vo Coloquio Internacional Trans-Identidades Género y Cultura se pronunció a favor de una atención médica sin discriminaciones. Realizado del 7 al 9 de mayo, como parte de las XVII Jornadas contra la Homofobia y la Transfobia en Cuba, el evento científico se pronunció por continuar construyendo espacios de respeto y derechos para las personas trans, que incluyan la atención a aspectos psicológicos, sociales y legales.
Para Ada Alfonso, especialista del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), la atención a personas trans debe garantizarse tanto en el sector primario como secundario de salud, partiendo del reconocimiento de sus demandas y realidades. “El cambio debe venir desde la sociedad para prestar una atención eficiente para estas personas”, afirmó la también co-secretaria de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gay, Trans y Personas Intersex.
Estas y otras preocupaciones relacionadas con la necesidad de introducir la educación sexual en todos los niveles de enseñanza fueron llevadas por el Cenesex a un conversatorio con estudiantes, docentes y trabajadores de la Facultad de Ciencias Médicas de Mayabeque, provincia del occidente cubano que acogió varias acciones de las XVII Jornadas.
Una nota conceptual divulgada por la institución gubernamental hace referencia a la persistencia en la población de desacuerdos acerca de los derechos de las personas homosexuales al matrimonio y la adopción, con énfasis en la región oriental del país.
A ello se suma el tratamiento inadecuado de las realidades de personas con diversas identidades de género en los medios de comunicación y en la creación artística y literaria, que favorece la persistencia de modelos que promueven relaciones humanas asimétricas. Además, persisten dificultades en los procesos de socialización en los ámbitos familiares, escolares y laborales que atentan contra el pleno desarrollo de las personas LGBTIQ+.
Una conferencia anual de la Red TransCuba, con representación de todo el país, volvió sobre el funcionamiento del sistema de atención especializado de salud; la promoción de acciones para la prevención del VIH en la población vulnerable; el acceso de las personas trans a estudios universitarios, su inserción laboral y profesional; el trabajo de formación con esta población en centros penitenciarios y la cultura jurídica necesaria para el ejercicio de los derechos.
Entre las noticias del año destacó, en julio, la celebración del quinto aniversario del proyecto Afrodiverso. “Hay mucho por hacer, pero la principal satisfacción es que Afrodiverso se convierta en un espacio de creación, aprendizaje y desaprendizaje, encuentros y desencuentros, de arraigo, apreciación de la negritud, algo poco visibilizado de la comunidad LGBTIQ+”, afirmó la líder del proyecto, Argelia Fellove, quien ha puesto su casa y todo su empeño en función de impulsar esta iniciativa.
Los derechos de las personas en toda su diversidad continuaron en el centro del trabajo del proyecto de integración, intervención y transformación sociocultural AfroAtenAs, que promueve la equidad, la justicia social, el desarrollo y los derechos humanos en la occidental provincia de Matanzas a través de su experiencia comunitaria Callejón de las Tradiciones, que en 2024 cumplió 13 años demostrando la interrelación entre múltiples discriminaciones y violencias.
Programa antirracista requiere llegar a las comunidades
Cuba finalizó 2024 con la celebración de la conferencia internacional “Decenio de los Afrodescendientes, igualdad – equidad – justicia social”, un evento que agrupó a 240 personas de 30 naciones, incluidos 103 del país anfitrión. Realizado del 9 al 13 de diciembre con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), el encuentro emitió una declaración final para impulsar la iniciativa de declaración de un segundo decenio de la ONU para las personas afrodescendientes y la realización de una conferencia similar en 2026.
Con una amplia cobertura de prensa, el evento constituyó un espacio propicio para el debate sobre el Programa Nacional contra el racismo y la discriminación racial, también conocido como Color Cubano. Entre otros desafíos, destacó la necesidad de avanzar en la construcción de una plataforma para la articulación del activismo social antirracista y seguir atendiendo las denuncias por discriminación en el acceso a puestos laborales de los sectores privado y estatal.
Para la socióloga Geydis Fundora, especialista de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso-Cuba), el programa debe implementarse también “desde los espacios donde hoy se fomenta el desarrollo territorial porque concentran recursos, articulan actores y trabajan con las particularidades de cada territorio”. En ese sentido, urge la conexión de Color Cubano con las estrategias de desarrollo municipal y su articulación con otras políticas, programas, proyectos, planes y estrategias a favor del desarrollo inclusivo, la equidad y la justicia social.
Un artículo publicado por Fundora en el medio digital La Jiribilla abogó, además, por integrar los saberes y prácticas de proyectos comunitarios a los repertorios de acción de las políticas públicas, ampliar y profundizar las formas de participación en todos los niveles y con diversidad de actores sociales, intercambiar más con prácticas internacionales de sentido emancipador y contrahegemónico, así como diversificar y fortalecer las formas de seguimiento y evaluación.
“A pesar de las adversidades económicas y las drásticas transformaciones demográficas, se vive un momento favorable para innovar en políticas públicas que permitan alcanzar mayores niveles de justicia social. La participación sigue en la mira como un factor clave del que no se aprovechan todas sus potencialidades, pues oscila entre imaginarios que la circunscriben solo a la información y la rendición de cuentas hasta imaginarios que la ubican en la toma de decisiones y la cogestión”, afirmó la experta.
De acuerdo con un estudio realizado por Flacso-Cuba en 2024 el 76,8 % de las mujeres racializadas consideraron que pueden aportar talento humano a los procesos de desarrollo local, el 23,3 % recursos materiales e históricos, el 21,7 % recursos naturales y el 18,8 % recursos financieros. Sin embargo, alertó Fundora, “muchas no son convocadas para participar en estos procesos pues se les percibe más como beneficiarias de políticas que como artífices en los procesos de diseño e implementación”.
Múltiples iniciativas antirracistas se registraron durante 2024 desde diversas redes, organizaciones, proyectos de desarrollo local y también nuevos actores económicos, con una fuerte participación de las mujeres y grupos afrodiversos. Entre otras, IPS Cuba reportó sobre el II Encuentro nacional sobre racialidad, equidad y políticas sociales para el desarrollo, el Tercer Coloquio Internacional de Mujeres Afrodescendientes y el panel “De-construyendo la agenda antirracista ante un segundo Decenio Internacional. Entre Durban y el foro permanente”, en homenaje a Nelson Mandela.
El año culminó sin noticias sobre la propuesta de realización de un estudio nacional sobre personas afrodescendientes, mientras la situación económica que vive el país sigue aplazando la realización del Censo de Población y Viviendas, investigación que podría aportar datos actualización sobre la situación de las personas afrodescendientes en Cuba.
En ausencia de resultados más representativos, un diagnóstico de Flacso Cuba con mujeres negras y mulatas de La Habana en 2024 arrojó que 82,6 % de las encuestadas dijo enfrentar problemas ambientales y casi 50 % aseguró que la escasez de alimentos, la contaminación ambiental y el mal estado constructivo de la vivienda les afecta de manera diferenciada respecto a los hombres. Las mujeres negras están en mayor riesgo de enfrentar desempleo que los hombres y que otras mujeres.
Otro estudio realizado sobre vulnerabilidades entre 2021 y 2022 arrojó que las personas negras y mulatas, debido a la carencia o insuficiencia de ingresos asociado a espacios socioeconómicos donde muchas se desenvuelven (sector estatal presupuestado, sector informal o agrícola, entre otros), tenían más limitaciones en la posibilidad de adaptación a la baja oferta y los altos precios de la actual coyuntura. Al mismo tiempo, suelen carecer de los activos necesarios para insertarse de manera ventajosa en el sector privado.
Violencia de género bajo múltiples lupas
La violencia hacia las mujeres por motivos de género acaparó la atención de entidades del gobierno, organizaciones de la sociedad civil y organismos internacionales, desde posiciones no siempre colaborativas, sino más bien opuestas.
Instituciones nacionales, organizaciones de la sociedad civil y representantes de la academia siguieron trabajando durante 2024 en la implementación de la Estrategia integral de prevención y atención a la violencia de género y en el escenario familiar. Entre los principales avances se anunció la creación de un sistema nacional de registro interoperable de los casos de violencia, se presentó la propuesta metodológica de los servicios integrales de atención a víctimas y se presentaron dos proyectos para implementación de la estrategia, que cuentan con el apoyo de Canadá, Unión Europea y el Fondo de Población de Naciones Unidas.
Como parte de los esfuerzos oficiales, la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei) publicó en agosto la primera actualización anual del Observatorio de Cuba sobre Igualdad de Género. Según esa fuente 60 casos de mujeres asesinadas por motivos de género fueron llevados ante los tribunales en 2023, de los cuales 83,3 % ocurrió a manos de la pareja o expareja íntima. Otros 378 casos de mujeres víctimas de delitos sexuales (8.62 por 100,000 mujeres) fueron juzgados en procesos judiciales ese año.
Por su parte, el Observatorio de Género de Alas Tensas (Ogat) y el Observatorio de Feminicidios de Yo Sí te Creo en Cuba cerraron el año con el registro de 55 muertes de mujeres víctimas de violencia machista, cifra que muestra un descenso en relación a los 89 casos registrados en 2023. En marzo, Ogat publicó su Informe anual sobre feminicidios en Cuba 2023, añadiendo la tipología de “femenicidio ginecobstétrico”.
La plataforma Alas Tensas sistematizó, además, diez alertas que se mantuvieron activas en las redes sociales durante 2024 sobre desapariciones de mujeres y niñas, en lo que consideró como un contexto de “ausencia de protocolos efectivos y recursos legales limitados” para las familias. Según esa fuente, “las investigaciones suelen detenerse sin explicaciones claras, y los familiares no tienen herramientas legales para exigir que se reanuden”.
Los diez casos de desapariciones sistematizados por la plataforma Alas Tensas incluyen desde una niña de 3 años, desaparecida en la capital cubana tras la muerte violenta de su madre, hasta una mujer de 75 años de la provincia de Matanzas.

Alas Tensas se sumó, además, a un grupo de organizaciones de la sociedad civil cubana que presentaron informes ante el Comité de la Convención para la eliminación de todas las formas de discriminación hacia la mujer (Cedaw), durante la presentación del Noveno informe periódico de Cuba en octubre de 2024. La violencia por motivos de género, y también por el activismo político, centró las denuncias junto a la carencia de refugios para proteger a las víctimas y la ausencia de una ley integral en el cronograma legislativo.
A poco más de 10 años del anterior informe de Cuba, el Comité de la Cedaw reconoció los esfuerzos realizados por el país para garantizar la respuesta a la violencia de género en su marco normativo, incluyendo la Constitución de 2019, el Código Penal y la Estrategia Integral de Prevención y Atención a la Violencia de Género y en el Escenario Familiar.
Al mismo tiempo, realizó un grupo de recomendaciones a Cuba como Estado parte: a) tipificar de manera explícita el feminicidio; 2) establecer suficientes refugios para mujeres víctimas; 3) elaborar y adoptar sin demora disposiciones legislativas integrales; 4) prevenir, investigar, enjuiciar y castigar debidamente a los autores de delitos de odio y de brutalidad policial contra mujeres lesbianas, bisexuales, transgénero e intersexuales.
Otras voces, otros debates, otras acciones
Múltiples fueron los temas de debate y activismo que ocuparon a la ciudadanía en 2024. Como en años anteriores redes diversas de personas impulsaron iniciativas ambientalistas y el movimiento en defensa de los animales continuó su accionar, con una fuerte presencia en las redes sociales. Importantes acciones se impulsaron en el ámbito de los cuidados y la inclusión de todas las personas, así como desde la responsabilidad social del aún emergente sector privado.
Reivindicación de los cuidados: A pocos días de la publicación en la Gaceta Oficial del Decreto 109, Sistema Nacional para el Cuidado Integral de la Vida, la Red Cubana de Estudios sobre Cuidados organizó el I Taller de Articulación de personas cuidadoras, espacio que facilitó el intercambio entre quienes se dedican al cuidado de otras personas y autoridades del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
Al referirse al cuidado como un derecho humano, la profesora y coordinadora de la Red Magela Romero se detuvo en cómo los cuidados constituye “uno de los nudos críticos de desigualdad social, porque de él se derivan situaciones de vulnerabilidad, precariedad y pobreza, y no solo en términos materiales, sino también de la pobreza de tiempo que vienen asociadas a esas sobrecargas de las personas cuidadoras”.
En el encuentro se anunció que algunas propuestas, como los incentivos fiscales para actores económicos dedicados a los cuidados, la inclusión del tema en la enseñanza, la implementación del sistema de cuidados en áreas rurales y de difícil acceso, son analizadas por una comisión gubernamental. También se espera un mayor reconocimiento social del trabajo no remunerado de cuidados, desempeñado principalmente por mujeres.
La Red de Personas Cuidadoras del Proyecto Palomas alcanzó en octubre la cifra de más de 1000 integrantes (93% mujeres) en un grupo de WhatsApp. Con el objetivo de acompañar y apoyar a quienes lo necesiten, la red está disponible las 24 horas del día.

Personas con discapacidad reclaman inclusión: Cuba dio un paso con el reconocimiento en 2024 con el reconocimiento legal de la lengua de señas cubana, pero aún queda un buen camino por recorrer para lograr que las cerca de 52 660 personas que padecen algún tipo de discapacidad auditiva en el país logren un pleno acceso a la información en cualquier contexto y tengan garantizado el ejercicio pleno de sus derechos.
Aunque se aprecian avances en el subtitulaje de espacios informativos, dramatizados y cinematográficos, así como en la incorporación de intérpretes de lengua de señas en la televisión nacional y el servicio de lengua de señas en instituciones como centros de salud, departamentos de atención a la población de empresas, gobiernos y ministerios, terminales, aeropuertos y tribunales.
Pronunciamientos a favor de acciones más inclusivas se escucharon también en octubre durante el séptimo congreso de la Asociación Cubana de Personas con Discapacidad Físico-Motora (Aclifim), organización que agrupa a unas 92 000 personas de todo el país. La eliminación de barreras arquitectónicas, garantizar transporte accesible y promover la articulación entre decisores públicos y la asociación, centraron parte de los debates.
Entre otras iniciativas, durante el año se conoció sobre los resultados de una iniciativa de la oenegé internacional Humanity & Inclusion (HI) para apoyar a personas con discapacidad a crear y lanzar sus emprendimientos. También se dio continuidad a los esfuerzos del proyecto de Inclusión Social de niños, niñas adolescentes y jóvenes con autismo a través del deporte, una iniciativa de colaboración que capacitó desde septiembre de 2023 a unos 50 docentes de escuelas especiales y de enseñanza regular, donde se incluyen estudiantes con autismo y unas 35 familias.
Responsabilidad social desde el sector privado: Aunque aún no es una práctica asumida por la mayoría del sector privado, cada vez más actores económicos promueven negocios socialmente responsables e inclusivos, así como otras acciones en beneficio de las comunidades, grupos específicos como las personas en situación de discapacidad, las adultas mayores y las mujeres, y también a favor del uso de prácticas sostenibles en armonía con el entorno.
En ese panorama muy diverso, en 2024 se mantuvieron las tensiones en el sector de la cultura alrededor de la censura y la articulación de políticas públicas para la circulación regular de las obras de arte, incluidas aquellas que se producen fuera del país por artistas cubanos o de origen cubano.
Tras reconocer la persistencia a nivel nacional de “prejuicios sobre el tratamiento que el arte da a ciertos temas, figuras y asuntos”, una declaración de la Asamblea de Cineastas Cubanos asegura que el cine cubano no puede estar ajeno al dolor, la incertidumbre y la angustia que se palpa en calles y comunidades del país: “La inercia o el silencio no pueden ser el camino. Es preciso recapitular, proponer, transformar y soñar”, afirma el texto publicado en la página de la asociación en la red social Facebook.
Diversas iniciativas nacen de la voluntad de personas propietarias, socias y trabajadoras de emprendimientos, que destinan parte de sus ingresos a actividades con fines sociales y medioambientales, además de establecer prácticas en ese sentido. Bajo ese principio surgió hace De Todo Un Team, comunidad de unos 60 actores económicos que “practican la responsabilidad social empresarial como un estilo de vida”.
Apoyarse, compartir información y conocimientos; reflexionar sobre proyectos, dificultades y soluciones; y movilizarse para donar en ayuda a poblaciones damnificadas, entre otras acciones, está también en la esencia de la Red Cubana de Mujeres Emprendedoras, iniciativa impulsada hace unos tres años para potenciar la inserción de las mujeres en el sector privado.
Para la investigadora Jusmary Gómez Arencibia, la Economía Social y Solidaria podría convertirse en un ente movilizador del desarrollo local en Cuba, pero se carece de “un cuerpo jurídico propio que regule sus principios y fines, establezca las bases y políticas públicas para su funcionamiento, las articule y gestione de manera cohesionada en la sociedad y entre los actores económicos, otorgue los mismos incentivos y posibilidades en el desempeño de las actividades”.
2025: Sin luz al final del tunel
Cuba inicia otro año extremadamente difícil, con una crisis económica que impacta todos los ámbitos del desarrollo. En la medida en que se dolariza el país, permanece la inflación y la incertidumbre energética, se amplían las desigualdades en un contexto marcado por el deterioro de los servicios básicos, incluida la salud pública y el acceso a medicamentos y procedimientos imprescindibles para la vida.
Emigrar sigue siendo la opción para no pocas personas, en especial jóvenes, pero también de otras generaciones que miran con esperanza hacia un horizonte que se mueve desde el norte estadounidense hasta el sur uruguayo, pasando por una ruta que se inicia en Guyana y pasa por Suriname y Brasil. Muchas otras permanecen en la isla, defendiendo sueños o realidades asociadas a sus familias, comunidades o proyectos.
Tras la aprobación de las leyes de Comunicación Social y de Transparencia y Acceso a la Información Pública, se sigue esperando por una nueva ley de formas asociativas que amplíe las oportunidades del accionar ciudadano y grupos cada vez más amplios de personas se involucran en iniciativas y redes que apuestan por una Cuba plural, sin discriminaciones y violencias, respetuosa del medio ambiente y de los derechos de todas las personas en su diversidad. (2025)