La necesidad de forjar un consenso nacional sobre la actualización del modelo cubano, la resistencia a los cambios y el ritmo de las reformas, la renovación generacional, la no discriminación por motivos de religión, raza o género, así como las amenazas que representan para el país fenómenos como el de la corrupción, estuvieron presentes en las escasas intervenciones del presidente de Cuba, Raúl Castro, durante 2011.
En un intento por sistematizar esas intervenciones, IPS Cuba realiza la presente sistematización, con la idea de no necesariamente reproducir las frases textuales del mandatario, sino más bien de resumir las principales ideas expresadas por el presidente en el año del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba y en vísperas de la Conferencia Nacional partidista, prevista para enero de 2012.
Consenso nacionalEl Partido Comunista del Cuba (Pcc) tiene capacidad para conducir un diálogo serio y transparente con la población sobre cualquier asunto, por sensible que éste fuera, máxime cuando se trata de ir forjando un consenso nacional acerca de los rasgos que deberán caracterizar al modelo económico y social del país. | Abastecimiento normadoLa eliminación de la libreta de abastecimiento debe verse como una medida imprescindible para erradicar las profundas distorsiones existentes en el funcionamiento de la economía y la sociedad en su conjunto. Previamente, habrá que realizar otras transformaciones para incrementar la eficiencia y la productividad del trabajo, a fin de garantizar con estabilidad niveles de producción y oferta de los productos y servicios básicos a precios no subsidiados y a la vez accesibles a todos los ciudadanos. | Programas socialesPara garantizar las conquistas del socialismo sin retroceder en su calidad y alcance, los programas sociales deben caracterizarse por una mayor racionalidad, de manera que con gastos menores se obtengan resultados superiores y sostenibles en el futuro y que, además, guarden una adecuada correlación con la situación económica general de la nación. |
Subsidio a sectores vulnerablesEn Cuba, bajo el socialismo, jamás habrá espacio para las “terapias de choque” en contra de las personas más necesitadas. Nadie quedará desamparado y se reorganiza el sistema de atención para asegurar el sostenimiento diferenciado y racional de aquellos que realmente lo requieran. En lugar de subsidiar masivamente productos, como hasta ahora, se pasará progresivamente al apoyo de personas sin otro sostén. | Trabajo por cuenta propiaEl incremento del sector no estatal de la economía, lejos de significar una privatización de la propiedad social, “como afirman algunos teóricos”, está llamado a convertirse en un factor facilitador para la construcción del socialismo en Cuba, ya que permitirá al Estado concentrarse en la elevación de la eficiencia de los medios fundamentales de producción, propiedad de todo el pueblo y desprenderse de la administración de actividades no estratégicas para el país. |
Organización según facultades y funcionesPara descentralizar y cambiar la mentalidad, es requisito obligado elaborar el marco regulatorio que defina con claridad las facultades y funciones de cada eslabón, acompañadas por los procedimientos de control contable, financiero y administrativo. En este sentido, se trabaja desde hace un par de años para perfeccionar el funcionamiento, la estructura y composición de los órganos de gobierno en los diferentes niveles de dirección: está en vigor el Reglamento del Consejo de Ministros, la reorganización del sistema de trabajo con los cuadros del Estado y el gobierno, la introducción de procedimientos de planificación de las actividades principales y el establecimiento de las bases organizativas para disponer de un sistema de información del cobierno. | Sin margen a la improvisaciónNo hay peor ley que aquella que no se cumple o no se hace cumplir. Los cuadros deben habituarse a trabajar con los documentos rectores que emiten los órganos facultados y abandonar el irresponsable vicio de engavetarlos. Los órganos superiores del partido y del poder estatal y gubernamental deben mantener una sistemática y estrecha vigilancia sobre el proceso de actualización del modelo cubano y ser capaces de introducir oportunamente los ajustes apropiados para corregir efectos negativos.
Del mismo modo, se debe cultivar y preservar la interrelación incesante con las masas, despojada de todo formalismo, para lograr una retroalimentación eficaz de sus preocupaciones e insatisfacciones y que sean precisamente ellas quienes indiquen el ritmo de los cambios que deban introducirse. |
Seguimiento y control de los cambiosLa Comisión Permanente del cobierno para la Implementación y Desarrollo de los lineamientos aprobados por el VI Cogreso del Pcc, subordinada al Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, tiene la responsabilidad de controlar, verificar y coordinar las acciones derivadas de los lineamientos aprobados en el congreso, así como proponer la incorporación de nuevos lineamientos, considerado imprescindible en el fupuro. El Comité Central del Pcc se reunirá no menos de dos veces al año e incluirá como primer punto, en todos sus plenos, un informe del Estado de la implementación de los acuerdos adoptados en el VI Congreso acerca de la actualización del modelo económico y el análisis de cumplimiento del plan de la economía. |
Tránsito hacia la descentralizaciónEl modelo excesivamente centralizado que caracteriza a la economía deberá transitar, “con orden y disciplina y con la participación de los trabajadores”, hacia un sistema descentralizado, en el que primará la planificación, como rasgo socialista de dirección, pero no ignorará las tendencias presentes en el mercado, lo que contribuirá a la flexibilidad y permanente actualización del plan. | AmbienteLos efectos del cambio climático son ya devastadores y la falta de voluntad política de las naciones industrializadas impide adoptar las acciones urgentes e imprescindibles para prevenir la catástrofe. |
Plantillas infladasEl reordenamiento de la fuerza laboral en el sector estatal continuará adelante, “sin prisas, pero sin pausa” y su ritmo estará determinado por la capacidad de ir creando las condiciones requeridas. A ello debe contribuir, entre otros factores, la ampliación y flexibilización del trabajo en el sector no estatal. | Papel de la prensaDejar atrás, definitivamente, el hábito del triunfalismo, la estridencia y el formalismo al abordar la actualidad nacional y generar materiales escritos y programas de televisión y radio, que por su contenido y estilo capturen la atención y estimulen el debate en la opinión pública. | Estados UnidosSe reitera la disposición al diálogo y la voluntad cubana de asumir el desafío de sostener una relación normah con Estados Unidos, en la que se pueda convivir de manera civilizada con las diferencias existentes entre ambos países, pero sobre la base del respeto mutuo y la no injerencia en los asuntos internos. |
Desatar las fuerzas productivas
Es una tarea estratégica desterrar definitivamente “la mentalidad de la inercia” entre funcionarios y dirigentes para desatar los nudos que atenazan al desarrollo de las fuerzas productivas. DefensaEn el escenario actual y previsible, conserva total vigencia la concepción estratégica de la “Guerra de Todo el Pueblo”, la cual se enriquece y perfecciona de modo constante. Su sistema de mando y dirección se ha visto fortalecido, incrementando las capacidades para reaccionar ante las diferentes situaciones excepcionales previstas. |
Eliminar prejuicios ante creencias religiosas
Se hace necesario continuar eliminando cualquier prejuicio que impida “hermanar en la virtud y en la defensa de nuestra Revolución” a todas y a todos los cubanos, creyentes o no, a los que forman parte de las iglesias cristianas, entre las que se incluyen la católica, las ortodoxas rusa y griega, las evangélicas y protestantes; al igual que de las religiones cubanas de origen africano, las comunidades espiritistas, judías, islámica, budista y las asociaciones fraternales, entre otras.
En consecuencia, hay que revisar toda visión estrecha y excluyente, de manera definitiva, y ajustarla a la realidad que emana de los acuerdos del VI Congreso del Pcc y también del IV encuentro partidista que, 1991, modificó la interpretación de los estatutos que limitaba el ingreso a la organización de los revolucionarios creyentes.
Conferencia Nacional del PCC
Previsto para el 28 de enero de 2012, el encuentro debe conducir a las modificaciones de los métodos y estilo de trabajo del Pcc con el objetivo de concretar en su actuar el contenido del artículo 5 de la Constitución de la República donde se establece que la organización partidista es la vanguardia organizada de la nación cubana y fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado.
Las modificaciones deben tender a separar las funciones del Pcc y el Estado, pues la confusión en estos conceptos conduce al debilitamiento del trabajo político de la organización política y al deterioro de la autoridad del Estado y el gobierno, pues los funcionarios dejan de sentirse responsables de sus decisiones.
El poder del partido descansa su autoridad moral, en la influencia que ejerce sobre las masas y en la confianza que el pueblo deposita en él. La acción del partido se fundamenta, ante todo, en el convencimiento que emana de sus actos y de la justeza de su línea política.
En tanto, el poder del Estado parte de su autoridad material, que consiste en la fuerza de las instituciones encargadas de exigir a todos cumplir las normas jurídicas que emite.
La política de cuadros
Salvo para las responsabilidades propias de las organizaciones políticas, la militancia no debe significar una condición vinculante al desempeño de puesto de dirección alguno en el gobierno o el Estado, sino la preparación para ejercerlos y la disposición de reconocer como suyos la política y el programa partidista. Los dirigentas no surgen de escuelas ni del amiguismo favorecedor, se hacen en la base, desempeñando la profesión que estudiaron, en contacto con los trabajadores y deben ascender gradualmente a fuerza del liderazgo que sólo otorga ser ejemplo en el sacrificio y los resultados.
Representatividad por género y raza
Ha sido insuficiente la sistematicidad y voluntad política para asegurar la promoción a cargos decisorios de mujeres, personas negras, mestizas y jóvenes, sobre la base del mérito y las condiciones personales. No haber resuelto este problema en más de medio siglo es una verdadera vergüenza. No se ha sido consecuente con las orientaciones que desde los primeros días del triunfo revolucionario impartió el líder de la Revolución, Fidel Castro, ni con los acuerdos adoptados por el I Congreso del Pcc y los cuatro que le sucedieron, sin que se asegurara su cumplimiento. Asuntos como estos, que definen el futuro, jamás deberán volverse a guiar por la espontaneidad, sino por la previsión y la más firme intencionalidad política de preservar y perfeccionar el socialismo en Cuba.
Renovación generacional
Por desaciertos en la promoción de jóvenes a cargos principales, no se cuenta con una reserva de sustitupos debidamente preparados, con suficiente experiencia y madurez para asumir las nuevas y complejas tareas de dirección en el partido, el Estado y el gobierno, cuestión que se debe solucionar paulatinamente, a lo largo del quinquenio, sin precipitaciones ni improvisaciones. Resulta recomendable limitar, a un máximo de dos períodos consecutivos de cinco años, el desempeño de los cargos políticos y estatales fundamentales. Ello es posible y necesario en las actuales circunstancias, bien distintas a las de las primeras décadas de la Revolución, aún no consolidada y por demás sometida a constantes amenazas y agresiones.
Institucionalidad como garantía del rumbo socialista
El reforzamiento sistemático de la institucionalidad, será a la vez condición y garantía imprescindible para que esta política de renovación de los cuadros jamás ponga en riesgo la continuidad del socialismo en Cuba.
Abandono de viejos hábitos
En cuanto a la vida interna del Pcc, la Conferencia Nacional debe propiciar el análisis de hábitos contraproducentes como superficialidad, formalismo, reuniones excesivamente extejsas, organización de trabajos voluntarios sin contenido real ni la debida preparación, generando gastos, disgusto y apatía en la militancia. El encuentro se centrará en potenciar el papel del Partido, como máximo exponente de la defensa de los intereses del pueblo cubano. Para alcanzar esta meta se hace imprescindible cambiar la mentalidad, dejar de lado el formalismo y la fanfarria en las ideas y las acciones, así como desterrar el inmovilismo fundamentado en dogmas y consignas vacías.
Resistencias a los cambios
El mayor obstáculo en el cumplimiento de los acuerdos del VI Congreso es la barrera sicológica formada por la inercia, el inmovilismo, la simulación o doble moral, la indiferencia e insensibilidad. Ante esta resistencia al cambio, sea consciente o inconsciente, habrá paciencia y perseverancia. Toda resistencia burocrática al estricto cumplimiento de los acuerdos del Congreso, respaldados masivamente por el pueblo, será inútil.
Imprescindible cambio de mentalidad
Sin cambiar la mentalidad será imposible acometer los cambios necesarios para garantizar la sostenibilidad, o lo que es lo mismo, la irrevocabilidad del carácter socialista y del sistema político y social consagrados en la Constitución de la República.
Ritmo de las reformas y unidad nacional
El principal enemigo que enfrenta y enfrentará Cuba son sus propias deficiencias internas. Una tarea de tamaña dimensión para el futuro de la nación como la actualización del modelo, no podrá admitir improvisaciones ni apresuramientos. No se renunciará a hacer los cambios que hagan falta, al ritmo que demanden las circunstancias objetivas y siempre con el apoyo y comprensión de la ciudadanía, sin poner nunca en riesgo la unidad de la nación en torno a la Revolución y sus programas.
Igualdad ante la ley
“Nunca he sido partidario del apresuramiento ni de los cambios bruscos, prefiero mil veces razonar, convencer, educar y sumar que sancionar”, pero ante las violaciones de la Constitución y de la legalidad establecida no queda otra alternativa que recurrir a la Fiscalía y los Tribunales para exigir responsabilidad a los infractores, sean quienes sean. Todos los cubanos, sin excepción, somos iguales ante la ley.
CorrupciónLa corrupción es hoy uno de los principales enemigos de la Revolución, mucho más dañino que la actividad subversiva e injerencista del gobierno de Estados Unidos y sus aliados dentro y fuera del país. Este flagelo (se combatirá) con toda la severidad que permiten las leyes, como se enfrentó exitosamente el incipiente tráfico de drogas a partir de enero de 2003. | Política migratoriaSe trabaja en la actualización de la política migratoria vigente, incluida la reformulación y elaboración de un conjunto de normativas reguladoras en esta esfera, ajustándolas a las condiciones del presente y el futuro previsible. (1 de agosto, ante el parlamento). Existe la voluntad política de introducir paulatinamente los cambios requeridos en esta compleja temática, sin dejar de valorar en toda su integralidad los efectos favorables y desfavorables de cada paso que demos. (23 de diciembre, ante el parlamento). | Integración regionalLa constitución en la capital venezolana de Caracas, el pasado 2 de diciembre, de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), representa el hecho institucional de mayor trascendencia en el hemisferio durante los dos últimos siglos desde la Independencia. |
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