Por Wilfredo Cancio Isla
Los intercambios culturales entre Cuba y Estados Unidos se han metido de lleno en la cocina.
Enrique Núñez, propietario y chef de la emblemática paladar La Guarida, visitó este mes la ciudad de Filadelfia como parte de un proyecto de colaboración con conocidos chefs y dueños de restaurantes estadounidenses.
Su anfitrión fue el famoso chefs cubanoamericano Douglas Rodríguez.
Fundador del restaurante Alma de Cuba, Rodríguez es identificado como el padrino de la nueva cocina latina en Estados Unidos. Se inició en el giro culinario 30 años atrás, como copropietario del restaurante South Beach’s Wet Paint Café, en Miami Beach, y fue el artífice de Yuca, inaugurado en Coral Gables en 1989.
Además de la cadena Alma de Cuba en Filadelfia, es dueño de Deseo, en Scottsdale, Arizona, y de Ola y De Rodriguez Cuba, en Miami Beach.
El encuentro de ambos chefs en el Alma de Cuba de Filadelfia permitió una charla y recepción abierta al público, así como una cena de cinco platos a un costo de $80 dólares por persona.
“Vivimos en dos mundos completamente diferentes, pero hacemos las mismas cosas”, dijo Rodríguez durante una entrevista con CaféFuerte. “Estamos promoviendo un rescate de la memoria y la cultura a través de la cocina”.
Núñez viajó luego a Miami y está ya de regreso en Cuba.
Lo ocurrido en Filadelfia fue filmado con vistas a la realización de dos documentales en video en torno a la experiencia entre chefs cubanos y estadounidenses, calificada como una suerte de diplomacia culinaria.
“Se va a hacer una producción en inglés sobre lo que significó mi viaje a Cuba y la amistad que ambos hemos forjado a pesar de vivir dos realidades distintas, y también Núnez se lleva material para un documental en español”, comentó Rodríguez, nacido en Estados Unidos de padres cubanos y quien visitó Cuba por primera vez el pasado mayo.
El filme en español estará a cargo del conocido realizador cubano Pavel Giraud, y debe estar concluido para fines de año.
El viaje de Núñez se produce luego que 10 chefs estadounidenses visitaran La Habana como parte de un proyecto de colaboración con sus homólogos cubanos. Rodríguez integró el grupo del llamado Proyecto Paladar, que consistió en una cooperación de 10 días, realizando platos conjuntamente en un improvisado restaurante construido con contenedores.
Viaje a La Guarida
Una de las sesiones culinarias tuvo como escenario La Guarida, un pequeño apartamento de Centro Habana convertido en la más reconocida paladar cubana,
“Creo que ese viaje de los chefs a Cuba fue histórico”, afirmó Rodriguez, que planea regresar en septiembre a la isla. “Marcó un momento de descubrimiento e intercambio en esta esfera que nunca antes se había producido, sin interferencias políticas”.
El chef cubanoamericano dice que la experiencia de ver el trabajo de las paladares en Cuba resultó aleccionadora.
“Fui pensando en que no iba a aprender mucho en asuntos de cocina, porque sé de las carencias de recursos y los atrasos en cuanto a los equipos y útiles para trabajar, pero me encontré con gente muy creativa, interesada en conocer y compartir, gente muy bella y muy inspirada en lo que hace”, relató Rodríguez. “Me fui de allí con un sentimiento de apreciar más lo que uno tiene acá”.
Surgidas como alternativa de sobrevivencia durante la crisis conocida como "período especial" en los años 90, las paladares han devenido un lucrativo negocio que mueve millones de dólares, con precios inalcanzables para la mayoría de la población.
Cuba tiene oficialmente registrados 1,618 restaurantes privados, una modalidad en boga luego de que el gobierno de Raúl Castro autorizara el trabajo por cuenta propia y el aumento del número de sillas en estos negocios.
A comienzos de agosto, la paladar Doña Eutimia -ubicada en un edificio de la Habana Vieja- fue incluida en la lista de los mejores restaurantes del mundo, según la selección anual de la revista estadounidense Newsweek/The Daily Beast.
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