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Por Humberto Herrera Carlés
@hhcarles
El Anteproyecto de Ley de Código
de Trabajo que se está consultando con los trabajadores cubanos está ocasionando disimiles reacciones,
incluso se está dando el caso paradójico y es muy curioso, que los que están en
contra del Socialismo, se preocupan por el mismo, de que si se viola la
Constitución, que si se legaliza la explotación del hombre por hombre
característica del capitalismo descrito por Marx, que si tiene contradicciones
entre los articulados, que si los días feriados, que si los sindicatos, etc.,
lo que me ha llevado a pensar, que lo que buscan es que se apruebe así porque no va funcionar.
Todas las preocupaciones son
válidas y estoy seguro que dentro del proceso de discusión del mismo con los
trabajadores cubanos, tal como ocurrió con los Lineamientos aprobados en el VI
Congreso del PCC, se realizaran los ajustes, las precisiones, las eliminaciones
de todo aquello que no está claro o contradiga el objetivo final de la
construcción del Socialismo.
Sin embargo, como ha ocurrido en
otras ocasiones, muchas veces legalizamos lo que es evidente que existe y
funciona en la práctica como por ejemplo:
la despenalización del dólar. Ahora se va a legalizar u ordenar desde el punto
de vista jurídico lo que ocurre en la práctica con la contratación por parte de
personas naturales y esto es lo más novedoso de esta ley como veremos.
Cuando se lee el Anteproyecto, se
percibe que el verdadero cambio fundamental con el Código del Trabajo que está
vigente, es aquel que está dirigido a legalizar prácticas privadas y no en
donde se supone que es el eje de la construcción socialista: la empresa
estatal. Esto en alguna medida es lógico si tenemos en cuenta que la conceptualización
de nuestro modelo socialista todavía se está estudiando, aunque está avanzado. Otra
interpretación puede ser que se está aceptando que no hay que realizar reformas
laborales en lo fundamental en la empresa estatal, sino de otra índole y esto
si es un error, y una tercera, es aquella en que pareciera que no se está
pensando con visión de futuro, de renovación y modernización acorde a lo que
exige la economía y en donde tenemos que cambiar y transformar todo lo que no
ha dado los resultados esperados en todos estos años.
Necesidad de cambios en el ámbito laboral estatal.
La fuerza laboral cubana y la
población en general, tiene un masivo nivel de calificación técnico profesional
que se puede ubicar en el nivel medio-alto
y es capaz de asimilar la ciencia y la técnica más avanzada e incorporarla en
el quehacer cotidiano del ámbito laboral. No
descubro nada si afirmamos que la productividad del trabajo, a pesar de los
niveles alcanzados en educación, fruto de la obra revolucionaria, es baja, digo
más, como se demostró en “Cuba,
el trayecto a lo ignoto”, somos el país que de acuerdo a los niveles de
educación presenta la más baja
productividad entre todos los países de este mundo.
El sólido, masivo y gratuito
sistema educacional que hoy tenemos en Cuba, es la meta de muchos países para
alcanzar mayores niveles de desarrollo,
mayores niveles de productividad y con ello eliminar flagelos sociales
como el hambre, la drogadicción, la prostitución, la inseguridad, entre otros y alcanzar además un desarrollo sustentable.
Por otra parte es la fuerza de
trabajo el principal activo con que cuenta una sociedad para desarrollarse,
esto es válido en todos los niveles del sistema económico de un país dado y en
cualquier modo de producción de que se trate. Sobran ejemplos en el sistema capitalista de empresas que se
dedican a capacitar a sus trabajadores, no porque lo consideren un derecho
humano esencial, sino para que en última instancia sean más productivos.
Los resultados de Cuba en el
último Informe de Desarrollo Humano (IDH) 2012 del PNUD lo ubica como país, en el lugar 59 entre 187
naciones, pero hay que llamarse a engaño, esto no es por altos niveles de productividad y loables
resultados económicos, sino por la vocación humanista que con pocos recursos se
ha logrado situar al país en los lugares 32 y 36 en las áreas de Educación y
Salud a nivel mundial. Por su parte, en
lo que es que el Ingreso Nacional Bruto por habitantes (INB /habit, el otro
indicador que se mide en el IDH), es decir la cantidad de riqueza creada per
cápita que corresponde a cada uno de los cubanos, ocupamos el lugar 104 entre
los 187 países mencionados.
Si observamos el ranking en educación
ninguno de los países que presentan altos resultados en educación presentan
diferencias abismales, como Cuba, en los resultados económicos. Así por orden
los 10 primeros lugares en Educación lo ocupan: Nueva Zelandia, Estados Unidos,
Noruega, Australia, Irlanda, Alemania, Corea del Sur, Eslovenia, Países Bajos y
Dinamarca esos países en INB/habit
ocupan los lugares 32,9,5,17,26,15,27,34,12 y 19 respectivamente.
Como se aprecia aun cuando
inciden más factores, hay una cierta correlación entre los niveles de Educación
y los niveles de riquezas obtenidos, el promedio de diferencia entre un lugar y
otro en esos 10 países es de 14 lugares, quiere decir que Cuba con el lugar 32 en
Educación debería estar en el lugar 46 en el INB/per cápita y no en el 104, es
decir debería tener resultados de 17 776 usd por habit y no 5 539 usd como
tenemos. Esto significa el potencial existente y se debería tener como meta alcanzar
un incremento del ¡+ 320 %! en este índice.
La pregunta es entonces ¿ El
Código del Trabajo propuesto facilita, crea las condiciones, el marco jurídico
adecuado para ese incremento de la productividad de la fuerza de trabajo cubana
que tenemos como potencial y que ha sido
el principal problema de la economía en
estos 54 años?.
El Anteproyecto de Ley.
Se dice que el mismo tiene como
fundamento la Constitución de la Republica, los Lineamientos de la Política
Económica y Social del Partido, las disposiciones jurídicas, los 76 convenios ratificados por Cuba de la OIT y el
estudio comparado de legislaciones de 16 países, informándose a continuación
los 12 cambios fundamentales que se proponen.
A modo de resumen son:
Posibilidad de contratos por tiempo determinado e indeterminado; entrega al
trabajador de su expediente laboral para traslados; definición que se debe
estudiar en tiempo libre y utilizar hasta 15 de sus vacaciones; concluir la
relación laboral por iniciativa del trabajador según la modalidad y categoría
entre 15 días y 4 meses para hacerlo efectivo; los graduados que deben cumplir
el servicio social en la entidad donde son asignados; regula las relaciones de trabajo entre
trabajadores y personas naturales para actuar como empleadores; flexibiliza la
jornada laboral entre 40 y 44 horas semanales pero ratifica la jornada de 8
horas que puede llegar a 9; que el trabajador y el empleador pueden acordar
simultanear el cobro de vacaciones y el salario del trabajo, garantizando
siete días de descanso efectivo mínimo al año; licencias no retribuidas a
trabajadores con responsabilidades familiares; se adiciona como violación de la
disciplina modificar y adulterar el expediente laboral; eliminación de medidas
disciplinarias de ser elegidos, cobros, escalafón hasta un año y se establecen
diferentes mecanismos y niveles de apelación del trabajador incluyendo a los
que se emplean a personas naturales.
Si observamos lo que significan
los cambios fundamentales, excepto los de la contratación de fuerza de trabajo
por personas naturales, todas las demás propuestas son para hacer algo menos burocráticos
los procesos laborales, pero nada más. Es decir los cambios propuestos no
implican un cambio sustancial de fondo para la empresa estatal que facilite un
incremento de la productividad del trabajo.
Si se quiere alcanzar los niveles adecuados y
necesarios de productividad en la economía cubana, para con ello elevar el
nivel de vida de la población, hay que agregarles otras figuras al Código
Laboral para hacerlo más moderno, flexible y renovador, sobre todo en la
empresa estatal que debe ser el centro de la economía. Si se hacen las cosas relativamente iguales
como hasta el presente, se obtendrán iguales resultados y no se podrá dar el
salto cualitativo.
Para que se tenga una idea de lo
que estamos hablando, el ritmo promedio anual de incremento de la productividad
del trabajo de 1959 -2011 fue solo del 1.55
% y el salario real en el 2012 es el 25.1
% del nivel de 1989. Esto es relevante porque de ello depende el éxito de la actualización del actual modelo
económico cubano, que se desarrolla en medio de un bloqueo económico por parte
del gobierno de Estados Unidos en los últimos tiempos con énfasis en el área
financiera, y en medio de la última crisis mundial (2008 a la fecha) ajena al Socialismo cubano,
pero que impacta inexorablemente.
Ideas a tener en cuenta (no las únicas) en el Código Laboral para la
empresa estatal.
1- - Es un hecho que en muchos países hay una
reducción de la semana laboral de menos de 40 horas semanales, es decir es el
método intensivo y no el extensivo lo que hace y puede hacer más productiva una
economía. La reducción de la jornada laboral creando las condiciones adecuadas
para tener mayor productividad tiene beneficios tangibles para la sociedad y
los individuos. El objetivo es adaptar la economía a las necesidades de la
sociedad y el medio ambiente. Si hay una empresa que puntualmente se necesite y
pueda trabajarse más, pues se aplicaría el pago de horas extras por ej.: al 125
%. Reducir el tiempo laboral con una productividad dada y progresiva con la
flexibilidad requerida, es la mejor de las posibilidades que se pueda tener,
esta, entre otras:
a - Permite
gastar menos recursos financieros al laborarse menos horas protegiendo al medio
ambiente con menos gastos de recursos naturales.
b - Permite
incrementar el tiempo libre de los individuos permitiendo socializar más,
crecer la economía vital, superarse como ser humano y como consecuencia ser más
productivo.
c - Permite
a distribuir el trabajo remunerado de forma más homogénea entre los ciudadanos,
propiciando más empleo y más equidad y la posibilidad de alcanzar un salario
justo por lo que produce y trabaja, incluso estudios demuestran que las
personas están dispuestas a trabajar más intensamente y hasta con menos salario
con tal de tener más tiempo libre.
2- - El menor tiempo que se dedique a la
obtención de una determinada producción y brindar un servicio con la calidad requerida, es lo que debe ser determinante, la regla de
oro en todas las ramas de la economía y debería estimularse permanentemente. Se
debe propiciar la introducción constante
de nuevas tecnologías como un derecho
del trabajador en las empresas estatales.
3- - En relación al punto anterior la sociedad debe
tener acceso masivo y amplio al Internet con vistas a propiciar, entre muchos
otros, la modalidad del teletrabajo siempre que sea posible, pero debe
priorizarse y contemplarse en la empresa estatal como prioridad ¿Cuánto nos
ahorraríamos en transporte, en tiempo, en ahorro de rentas, etc. en obtener los
resultados deseados?. Otro ejemplo, si todas las gestiones bancarias estuvieran
automatizadas y se pudieran hacer pagos electrónicos entre todos los actores
que intervienen en la economía, no habría que hacer colas ni trasladarse a los
bancos ni para cobros ni pagos además de la inmediatez. Todo esto es
productividad.
4- - El derecho
a invertir los trabajadores cubanos en sus empresas y recibir
porcientos de las utilidades es una propuesta renovadora que debe implementarse, constitucionalmente.
La única fuerza de trabajo e inversionista a largo plazo con que cuenta Cuba
son los cubanos, no es posible crear una sociedad socialista donde no se
compartan riesgos y beneficios con los trabajadores, así estos puedan invertir
un solo peso.
5- - La seguridad social al acumularse por cada
trabajador acorde al tiempo trabajado y salario devengado, debe también recalcularse
permanentemente acorde al porciento de inflación anual.
6- - Debemos aprender de otras experiencias, hay que estudiar
la flexiseguridad
del mercado de trabajo aplicada en Dinamarca basada en tres pilares y ver en
qué medida es aplicable a Cuba en la empresa estatal:
- Flexibilidad construida con base en pactos contractuales adaptables
y fiables
- Alta protección social para los desempleados.
- Política de formación y reinserción laboral muy activa mediante
estrategias integradas de aprendizaje a lo largo de la vida laboral que
aseguren la adaptabilidad continúa de los trabajadores.
Esto
les ha permitido obtener bajas tasas de desempleo y nadie “ha quedado
desamparado” y el estado no tiene altas cargas sociales.
7- - El salario
mínimo, se dice que estará establecido por el gobierno, pero debe tenerse en
cuenta el Índice de Precios al Consumidor o Inflación. Lo relevante es que hay
que propiciar el pago del salario cada vez más por los resultados en el trabajo[1], acorde a la ley de
distribución socialista.
8- - Establecer como
obligatorio los estímulos salariales constantes y permanentes en todas las
empresas productivas estatales por ej.: que crezcan en relación al año
precedente, en cada mes de forma acumulada, en los indicadores de:
productividad del trabajo (físico y valor) a la calidad esperada y utilidad antes de impuestos, estos estímulos
salariales en los porcientos que se establezcan no deben tener límites, deduciendo
los estímulos salariales pagados en cada mes.
9- Los
colectivos laborales debieran tener derecho a cuestionar decisiones
administrativas que impliquen afectación
salarial tanto el básico como los estímulos, con los fundamentos
correspondientes, y de no llegar a un acuerdo, eventualmente podrán irse a los
tribunales competentes.
10- - Los
trabajadores, léase las empresas estatales en la base, deben tener cada vez
más, atribuciones en que ellas mismas puedan autogestionarse, esto permitiría
socializar la propiedad estatal, principal problema del mal llamado
socialismo real (en rigor IRREAL). Es necesario más que nunca un Estado
regulador, no seguir teniendo un Estado administrador.
Es menester
no perder la oportunidad de dar un salto cualitativo con este Código del
Trabajo como necesita el país, lo contrario como dice el poeta es seguir
“arando el porvenir con viejos bueyes”.
hhcarles@gmail.com
[1]
He visto en San Miguel
del Padrón, la Habana, Cuba una librería de apenas unos 25 m2, donde trabajan 3
mujeres y un administrador y siempre que voy, las tres empleadas están conversando
entre ellas, los libros llenos de polvo y ni te preguntan nada, ni hacen por
venderte un libro. En las librerías Gandhi en México, entras y te preguntan 10
veces que buscaba, te consultan la computadora para ver si no tienen el libro
en otra dependencia y te piden el teléfono o correo por si logran obtenerlo. Es
la diferencia de trabajar para que te paguen por horas de trabajo y otra por
resultados en el trabajo.
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