IPS
La Habana, 5 dic.- Investigadores y productores señalan como prioridades de la producción animal que los resultados de las investigaciones estén más al alcance del campesinado, garantizar los alimentos para la masa ganadera y disponer en tiempo de los insumos necesarios.
"Hoy lo más deteriorado es el pasto por las miles de hectáreas de marabú, que aunque protegen al suelo no es alimento para ninguna especie. Y aunque se han dado pasos en función de entregar tierras, existen limitaciones para su sostenibilidad y ponerlas rápidamente en explotación", dijo el campesino Isidoro Roldán.
Roldán, que obtiene carne y leche en la finca El Progreso, en la oriental provincia de Camagüey, aseguró que el primer paso para elevar la producción es preparar y mejorar los pastos.
Con ese criterio coincidió Danais Sosa, del estatal Centro de Investigación para el Mejoramiento Animal de la Ganadería Tropical. A su juicio, la débil producción de alimentos para el ganado constituye la raíz de la poca y muy cara oferta de carne en el país.
Para Oscar Carmenate, de la oriental provincia de Las Tunas, "el científico investiga pero es el productor quien aplica esos resultados, por lo que tiene que participar de conjunto con la ciencia".
En tanto, el investigador Javier Herrera, del estatal Instituto de Ciencia Animal, en la occidental provincia de Mayabeque, "concentraría los esfuerzos en los productores privados toda vez que en sus manos está gran parte de la masa".
Para el estudioso de los sistemas de producción de leche, "es preciso que ellos se sientan motivados, estimulados y cada día más interesados, apliquen más tecnología, tengan más capacidad de innovación y eso redunde en el incremento paulatino de la producción animal en cualquiera de las especies".
Roxana Díaz, profesora de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Agraria de La Habana, ve alta potencialidad en la crianza de conejos por la calida de su carne, fácil crianza, alta reproductividad y que sus heces pueden ser usadas como abono orgánico.
Alberto González, presidente de la filial de la Sociedad de Conejos de Artemisa, colindante con La Habana, recomendó la cunicultura para el contexto cubano.
Entre sus valores, resaltó que es muy factible porque se puede producir una gran cantidad de kilogramos de carne en un lugar reducido.
"Más del 90 por ciento de la masa cunícula del país está en manos familiares, en traspatios. Una coneja puede reproducir hasta 20 veces su peso en carne en el año, algo que no puede hacer una vaca", destacó González.
Según Sosa, existen especies que se reproducen más rápidamente que otras, entre ellas los conejos y las cabras.
El ganado caprino resulta doblemente útil porque da carne y leche, apuntó. Incluso en algunos países se le denomina "la vaca de los pobres", por eso la nación caribeña podría centrar la atención en este tipo de ganado, propuso.
Para la experta, la insistencia de Cuba en priorizar el ganado vacuno se debe a que "tenemos todavía instalados dogmas sobre el ganado mayor, que en fue en un momento determinado la cumbre de la ganadería en el país, pero ahora no es el bovino el que va a resolver el déficit alimentario en carne que tenemos".
Sobre esos y otros temas para el futuro del sector en América Latina se debatió en La Habana, del 18 al 22 de noviembre, en la XXIII Reunión de la Asociación Latinoamericana de Producción Animal.
La cita, que reunió a participantes de América Latina, Europa y Asia, abordó otros aspectos como los pastos y forrajes y sus valores nutritivos; agroecología en la producción ganadera; estrategias de enfrentamiento a problemas asociados al cambio climático en los sistemas ganaderos y manejo sostenible de fincas, entre otros.
"Hoy lo más deteriorado es el pasto por las miles de hectáreas de marabú, que aunque protegen al suelo no es alimento para ninguna especie. Y aunque se han dado pasos en función de entregar tierras, existen limitaciones para su sostenibilidad y ponerlas rápidamente en explotación", dijo el campesino Isidoro Roldán.
Roldán, que obtiene carne y leche en la finca El Progreso, en la oriental provincia de Camagüey, aseguró que el primer paso para elevar la producción es preparar y mejorar los pastos.
Con ese criterio coincidió Danais Sosa, del estatal Centro de Investigación para el Mejoramiento Animal de la Ganadería Tropical. A su juicio, la débil producción de alimentos para el ganado constituye la raíz de la poca y muy cara oferta de carne en el país.
Para Oscar Carmenate, de la oriental provincia de Las Tunas, "el científico investiga pero es el productor quien aplica esos resultados, por lo que tiene que participar de conjunto con la ciencia".
En tanto, el investigador Javier Herrera, del estatal Instituto de Ciencia Animal, en la occidental provincia de Mayabeque, "concentraría los esfuerzos en los productores privados toda vez que en sus manos está gran parte de la masa".
Para el estudioso de los sistemas de producción de leche, "es preciso que ellos se sientan motivados, estimulados y cada día más interesados, apliquen más tecnología, tengan más capacidad de innovación y eso redunde en el incremento paulatino de la producción animal en cualquiera de las especies".
Roxana Díaz, profesora de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Agraria de La Habana, ve alta potencialidad en la crianza de conejos por la calida de su carne, fácil crianza, alta reproductividad y que sus heces pueden ser usadas como abono orgánico.
Alberto González, presidente de la filial de la Sociedad de Conejos de Artemisa, colindante con La Habana, recomendó la cunicultura para el contexto cubano.
Entre sus valores, resaltó que es muy factible porque se puede producir una gran cantidad de kilogramos de carne en un lugar reducido.
"Más del 90 por ciento de la masa cunícula del país está en manos familiares, en traspatios. Una coneja puede reproducir hasta 20 veces su peso en carne en el año, algo que no puede hacer una vaca", destacó González.
Según Sosa, existen especies que se reproducen más rápidamente que otras, entre ellas los conejos y las cabras.
El ganado caprino resulta doblemente útil porque da carne y leche, apuntó. Incluso en algunos países se le denomina "la vaca de los pobres", por eso la nación caribeña podría centrar la atención en este tipo de ganado, propuso.
Para la experta, la insistencia de Cuba en priorizar el ganado vacuno se debe a que "tenemos todavía instalados dogmas sobre el ganado mayor, que en fue en un momento determinado la cumbre de la ganadería en el país, pero ahora no es el bovino el que va a resolver el déficit alimentario en carne que tenemos".
Sobre esos y otros temas para el futuro del sector en América Latina se debatió en La Habana, del 18 al 22 de noviembre, en la XXIII Reunión de la Asociación Latinoamericana de Producción Animal.
La cita, que reunió a participantes de América Latina, Europa y Asia, abordó otros aspectos como los pastos y forrajes y sus valores nutritivos; agroecología en la producción ganadera; estrategias de enfrentamiento a problemas asociados al cambio climático en los sistemas ganaderos y manejo sostenible de fincas, entre otros.
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