Por István Ojeda Bello
Ariel Terrero Escalante es un rostro conocido para los cubanos gracias a su espacio matutino semanal sobre temas económicos nacionales en la Televisión. También lo es entre los lectores y particularmente entre el gremio periodístico por su éxito durante los 24 años de trabajo en la revista Bohemia, primero como reportero, luego como titular de la sección En Cuba y más tarde como jefe de Información.
No recorría Las Tunas desde 1988, y ahora lo hizo en calidad de Director de Información de la Asociación de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), aunque se niega a verse a sí mismo como un funcionario que va “de recorrido” a las provincias pues sigue siendo el periodista de siempre: inquisidor, que advierte cualquier incongruencia en la información recibida.
Llegó con los zapatos embarrados de una tierra que ensuciaba el pulcro piso de nuestra Casa de la Prensa como si estuviera acabado de salir de alguno de los surcos en los cuales conversó con los campesinos tuneros.
Ahora entre colegas, como miembro de la Presidencia de la UPEC, se manifiesta en contra de sectorializar a los periodistas en las redacciones mediante la atención a organismos o instituciones. Estamos urgidos de pasar a organizarlo por temas, dice. Palabras que en muchos lugares, incluyendo este, suenan casi heréticas pues la asignación de “sectores” a los reporteros parece una fórmula inamovible dentro de las rutinas productivas de varios medios cubanos.
Admite que le aterroriza el periodismo cultural porque lo juzga excesivamente subjetivo y desmiente que el periodismo económico sea el que más cifras da. “Es el deportivo, y lo hace de una manera horrible, abusan del lenguaje tecnocrático y de la sinonimia”, enfatiza.
Cada uno de sus criterios denota que es alguien bien informado y no dado a andarse con medias tintas. A los empresarios de aquí los vio con una expectativa positiva respecto a los cambios que se están aplicando en la economía, especialmente por las mayores prerrogativas de que dispondrán estos y los gobiernos municipales para manejar sus presupuestos.
Durante el diálogo, de vez en cuando se escucharon las voces de los vendedores de… ¡pastica de maní molidooooo! o ¡pan calienteeeee! Recordándonos que allá fuera, en la noche fría de enero, está el país…
“En Cuba ha habido poca cultura económica porque no ha habido necesidad de tenerla. Si las decisiones las toma el gobierno centralmente o el director de la empresa centralmente, si el trabajador va a discutir el plan y no lo entiende porque no necesita entenderlo, porque va a aprobarlo mecánicamente... Ahora, cuando la gente se ve en la necesidad de tomar decisiones va a buscar información, y entonces va a empezar a cambiar la cultura económica, de los trabajadores y de la sociedad en sentido general.
“Los mismos consumidores en Cuba no tienen una gran cultura porque los precios están desconectados del mercado. Pero lo más grave que tiene la política de precios es que están desconectados del mercado mundial porque no estamos en Marte, estamos en la Tierra. Los precios en el mercado mundial suben y bajan y en las tiendas están altos y no se enteran.
Ariel: ¿Hay diferencias entre el periodismo económico de los medios nacionales y los provinciales?
“No se hace el mismo periodismo en todos los lugares y puedo hablar con un poco de propiedad porque he participado como jurado de los Premios de Periodismo Económico o como este año organizando el Concurso y confirmé una cosa que ya había visto: en los medios coincidentemente del centro de la Isla [los periódicos] Invasor, Escambray y ahora en el 5 de Septiembre están, para usar un término de la pelota, dándole a la bola cada vez que se paran en el cajón de bateo. Están haciéndolo mejor que el de muchos medios nacionales, pero no es el de todos los medios provinciales en prensa escrita.
“Igual ocurre con la radio, por ejemplo en Radio Bayamo. Conozco de un trabajo excelente sobre un conflicto grave que hubo con la producción porcina de la provincia [de Granma]. Hicieron una serie de seis reportajes. No solamente que fuera un tema crítico sino lo bien hecho que estaba; porque cuando uno dice ¡seis reportajes sobre un mismo tema para que salga uno todos los días! Hay que respirar cuando vas por el tercero. O sea ¿cómo usted se las arregla para llegar al sexto manteniendo el interés? Ellos emplearon muchos recursos de sonido, lo hicieron con mucha inteligencia con opiniones del pueblo, de los productores, del gobierno.
“La prensa hoy en Cuba no es la misma en todos los lugares y no me atrevería a establecer una diferencia entre las nacionales y provinciales porque entre esos grupos hay diferencias y esas diferencias demuestran que sí se pueden hacer muchas cosas. Porque si unos lo hacen ¿por qué otros no? Ahí entra el análisis de las causas y pueden ser muchas y eso podría dar un debate por sí solo.
Tengo la impresión de que para entender los cambios actuales en la economía hay que entender que estamos definiendo otra vez qué es Socialismo ¿compartes esa visión?
Totalmente. Pienso que el proceso de actualización del modelo económico es, a la larga, un proceso de actualización del modelo de socialismo cubano. Cuando usted cambia las reglas de juego de la economía cubana, de facto, estas perfeccionado la manera de funcionar, de organizarse y de concebirse el socialismo en Cuba.
Pero va a ser un cambio traumático porque hay personas que nunca va a entender eso…
Perdón, no va a ser, ya es.
En esa manera nueva de definir al Socialismo ¿dónde ubicas al pensamiento del Che? Porque creo que él tiene mucho que decir todavía.
Creo que sí se está teniendo en cuenta pero no para seguirlo de una manera mecánica lo que haya dicho él, o Marx o Lenin. Lo más inteligente que se puede hacerse es tener en cuenta a todos los grandes pensadores que han reflexionado alguna vez sobre cómo organizar al Socialismo y además al experiencia práctica a lo largo de la historia, lo que pasó en Europa del Este y lo que está ocurriendo en China y Viet Nam y la experiencia práctica cubana.
Pero además se están teniendo en cuenta la experiencia económica de países que hoy son capitalistas pero no para ser capitalistas sino para ser eficientes en una determinada área de la economía, por ejemplo, un sistema tributario. El sistema tributario no define el carácter de un país sino un funcionamiento de la economía para que cumpla determinados objetivos que sí son los que van a decidir si el país va a ser socialista o capitalista.
Hace falta que los periodistas adquiramos cultura en otras cosas. no solamente en comunicación, entre esas están las estadísticas para saber que una cifra absoluta sin su interpretación no dice nada El periodismo cubano en sentido general tiene que transformarse. Está dando señales de cambio, apenas señales todavía, queda mucho por cambiar.
Cubaperiodistas.cu
Ariel Terrero Escalante es un rostro conocido para los cubanos gracias a su espacio matutino semanal sobre temas económicos nacionales en la Televisión. También lo es entre los lectores y particularmente entre el gremio periodístico por su éxito durante los 24 años de trabajo en la revista Bohemia, primero como reportero, luego como titular de la sección En Cuba y más tarde como jefe de Información.
No recorría Las Tunas desde 1988, y ahora lo hizo en calidad de Director de Información de la Asociación de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), aunque se niega a verse a sí mismo como un funcionario que va “de recorrido” a las provincias pues sigue siendo el periodista de siempre: inquisidor, que advierte cualquier incongruencia en la información recibida.
Llegó con los zapatos embarrados de una tierra que ensuciaba el pulcro piso de nuestra Casa de la Prensa como si estuviera acabado de salir de alguno de los surcos en los cuales conversó con los campesinos tuneros.
Ahora entre colegas, como miembro de la Presidencia de la UPEC, se manifiesta en contra de sectorializar a los periodistas en las redacciones mediante la atención a organismos o instituciones. Estamos urgidos de pasar a organizarlo por temas, dice. Palabras que en muchos lugares, incluyendo este, suenan casi heréticas pues la asignación de “sectores” a los reporteros parece una fórmula inamovible dentro de las rutinas productivas de varios medios cubanos.
Admite que le aterroriza el periodismo cultural porque lo juzga excesivamente subjetivo y desmiente que el periodismo económico sea el que más cifras da. “Es el deportivo, y lo hace de una manera horrible, abusan del lenguaje tecnocrático y de la sinonimia”, enfatiza.
Cada uno de sus criterios denota que es alguien bien informado y no dado a andarse con medias tintas. A los empresarios de aquí los vio con una expectativa positiva respecto a los cambios que se están aplicando en la economía, especialmente por las mayores prerrogativas de que dispondrán estos y los gobiernos municipales para manejar sus presupuestos.
Durante el diálogo, de vez en cuando se escucharon las voces de los vendedores de… ¡pastica de maní molidooooo! o ¡pan calienteeeee! Recordándonos que allá fuera, en la noche fría de enero, está el país…
“En Cuba ha habido poca cultura económica porque no ha habido necesidad de tenerla. Si las decisiones las toma el gobierno centralmente o el director de la empresa centralmente, si el trabajador va a discutir el plan y no lo entiende porque no necesita entenderlo, porque va a aprobarlo mecánicamente... Ahora, cuando la gente se ve en la necesidad de tomar decisiones va a buscar información, y entonces va a empezar a cambiar la cultura económica, de los trabajadores y de la sociedad en sentido general.
“Los mismos consumidores en Cuba no tienen una gran cultura porque los precios están desconectados del mercado. Pero lo más grave que tiene la política de precios es que están desconectados del mercado mundial porque no estamos en Marte, estamos en la Tierra. Los precios en el mercado mundial suben y bajan y en las tiendas están altos y no se enteran.
Ariel: ¿Hay diferencias entre el periodismo económico de los medios nacionales y los provinciales?
“No se hace el mismo periodismo en todos los lugares y puedo hablar con un poco de propiedad porque he participado como jurado de los Premios de Periodismo Económico o como este año organizando el Concurso y confirmé una cosa que ya había visto: en los medios coincidentemente del centro de la Isla [los periódicos] Invasor, Escambray y ahora en el 5 de Septiembre están, para usar un término de la pelota, dándole a la bola cada vez que se paran en el cajón de bateo. Están haciéndolo mejor que el de muchos medios nacionales, pero no es el de todos los medios provinciales en prensa escrita.
“Igual ocurre con la radio, por ejemplo en Radio Bayamo. Conozco de un trabajo excelente sobre un conflicto grave que hubo con la producción porcina de la provincia [de Granma]. Hicieron una serie de seis reportajes. No solamente que fuera un tema crítico sino lo bien hecho que estaba; porque cuando uno dice ¡seis reportajes sobre un mismo tema para que salga uno todos los días! Hay que respirar cuando vas por el tercero. O sea ¿cómo usted se las arregla para llegar al sexto manteniendo el interés? Ellos emplearon muchos recursos de sonido, lo hicieron con mucha inteligencia con opiniones del pueblo, de los productores, del gobierno.
“La prensa hoy en Cuba no es la misma en todos los lugares y no me atrevería a establecer una diferencia entre las nacionales y provinciales porque entre esos grupos hay diferencias y esas diferencias demuestran que sí se pueden hacer muchas cosas. Porque si unos lo hacen ¿por qué otros no? Ahí entra el análisis de las causas y pueden ser muchas y eso podría dar un debate por sí solo.
Tengo la impresión de que para entender los cambios actuales en la economía hay que entender que estamos definiendo otra vez qué es Socialismo ¿compartes esa visión?
Totalmente. Pienso que el proceso de actualización del modelo económico es, a la larga, un proceso de actualización del modelo de socialismo cubano. Cuando usted cambia las reglas de juego de la economía cubana, de facto, estas perfeccionado la manera de funcionar, de organizarse y de concebirse el socialismo en Cuba.
Pero va a ser un cambio traumático porque hay personas que nunca va a entender eso…
Perdón, no va a ser, ya es.
En esa manera nueva de definir al Socialismo ¿dónde ubicas al pensamiento del Che? Porque creo que él tiene mucho que decir todavía.
Creo que sí se está teniendo en cuenta pero no para seguirlo de una manera mecánica lo que haya dicho él, o Marx o Lenin. Lo más inteligente que se puede hacerse es tener en cuenta a todos los grandes pensadores que han reflexionado alguna vez sobre cómo organizar al Socialismo y además al experiencia práctica a lo largo de la historia, lo que pasó en Europa del Este y lo que está ocurriendo en China y Viet Nam y la experiencia práctica cubana.
Pero además se están teniendo en cuenta la experiencia económica de países que hoy son capitalistas pero no para ser capitalistas sino para ser eficientes en una determinada área de la economía, por ejemplo, un sistema tributario. El sistema tributario no define el carácter de un país sino un funcionamiento de la economía para que cumpla determinados objetivos que sí son los que van a decidir si el país va a ser socialista o capitalista.
Hace falta que los periodistas adquiramos cultura en otras cosas. no solamente en comunicación, entre esas están las estadísticas para saber que una cifra absoluta sin su interpretación no dice nada El periodismo cubano en sentido general tiene que transformarse. Está dando señales de cambio, apenas señales todavía, queda mucho por cambiar.
Cubaperiodistas.cu
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