La política en torno a la inversión extranjera directa en Cuba (IED), cuya ampliación había sido prevista al aprobarse los Lineamientos de la Política Económica y Social en abril de 2011, fue relanzada con la creación de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel (ZEDM) en septiembre último.
Este proyecto está directamente vinculado a la creación de la terminal de contenedores del puerto de Mariel.
En efecto, la inversión que se acometió en 2010 y cuyo primer tramo fue inaugurado el pasado 28 de enero, rebasa los 957 millones de dólares, (1) el 85% de los cuales fue financiado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil, con el objetivo de crear un mega puerto capaz de acoger los nuevos cargueros de más de 200 mil toneladas de desplazamiento -conocidos como barcos post-panamax-, que podrán atravesar el Canal de Panamá una vez concluidas las obras para su ampliación, lo cual está previsto para 2015.
Las implicaciones económicas de una instalación de esta naturaleza en Cuba resultan evidentes cuando se conoce que, con la ampliación señalada, el costo de transportación desde Asia se reducirá en 50%. En ese escenario, el puerto del Mariel presenta ventajas competitivas con respecto a otros puertos en la región, aun en medio del bloqueo de Estados Unidos.
Tampoco debe pasarse por alto que con la enorme capacidad de manipulación de 822 mil contenedores anuales el Mariel se convierte en el principal puerto del país, con repercusiones muy favorables para nuestro comercio exterior, en tanto se libera el puerto de La Habana para otros objetivos de orden turístico, con notables beneficios ambientales.
De este modo, la creación de la ZEDM, de unos 465 kilómetros cuadrados de extensión, será favorecida por toda la infraestructura creada en paralelo para el puerto, pero -además- el proyecto representa un impulso de gran magnitud para el desarrollo del país, lo cual se aprecia al examinar sus particularidades.
En primer lugar, el Decreto Ley 313, mediante el cual se aprobó la ZEDM, si bien no implicó una modificación de fondo de la Ley 77 De la Inversión Extranjera de 1995, ofreció palpables ventajas tributarias en lo referido a las exención del pago del impuesto sobre la fuerza de trabajo, del impuesto sobre utilidades durante 10 años y del impuesto sobre las ventas por un año.
Adicionalmente, las tasas impositivas fijadas resultan favorables si se comparan con lo establecido en la Ley 133, ya que el impuesto sobre utilidades se fijó en 12% y el de ventas en 1%, y se mantuvo la contribución a la seguridad social en 14%.
Otro aspecto novedoso -según la explicación brindada por el Ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera en la Feria de La Habana 2013- fue el tratamiento a la contratación de la fuerza de trabajo.
En este sentido, se informó que, si bien se mantenía ese proceso a través de agencias empleadoras, su objetivo no era la recaudación de divisas, al tiempo que se señalaba que el salario de los trabajadores sería fijado sobre una base de mayor participación en el valor del contrato, lo cual introduce un elemento de estimulación importante.
En cuanto a los objetivos de la IED, se mantiene el propósito de obtener financiamiento, mercado, tecnología, capacidad gerencial y empleo. Con el fin de exportar y sustituir importaciones son priorizados nuevos sectores en el ámbito de la IED, tales como la biotecnología, la farmacéutica, la industria agroalimentaria, la energía renovable y el sector inmobiliario, entre los de mayor significación.
Los primeros resultados informados por la Oficina Regulatoria de la ZEDM indican que hasta enero se habían recibido 72 peticiones de inversión y 66 solicitudes de información por parte del capital extranjero: el 38% estaban vinculadas con la industria, el 21% con la agroindustria y el 13% con servicios de infraestructura.
Por su parte, el MINCEX informó que 35 proyectos asociados con la industria de envases y embalajes, la agroindustria, la química y la siderurgia estaban en vías de materialización.
En esta nueva fase de la IED en Cuba está desempeñando un papel muy destacado Brasil.
Por ejemplo, la firma Odebrecht, directamente involucrada en la construcción de la terminal portuaria en Mariel, ha estado vinculada desde 2012 en un contrato de administración productiva para la fabricación de azúcar en el central 5 de Septiembre de Cienfuegos, con el objetivo de incrementar en más de cinco veces su producción en unos 10 años, con un aporte de inversión valorado en 200 millones de dólares. Igualmente, la entidad ha venido negociando con Cuba para modernizar un grupo de aeropuertos del país.
En cuanto a la ZEDM, Odebrecht firmó una Carta de Intención con el Centro de Inmunología Molecular que apunta a la producción de anticuerpos monoclonales para vacunas contra el cáncer. Asimismo, rubricó un Memorándum de Entendimiento con el Grupo Empresarial de la Industria Ligera con el objetivo de desarrollar un polígono de plásticos.
Otras firmas brasileñas como Souza Cruz, en la industria tabacalera, y Fanavid, en la del vidrio, han dado pasos para concretar inversiones en la ZEDM.
Sin dudas, la participación del capital extranjero bajo diferentes modalidades está llamada a desempeñar un papel importante en el desarrollo del país en los próximos años. En tal sentido, cabe esperar que la nueva Ley de Inversión Extranjera –que debe ser aprobada por la Asamblea Nacional en marzo próximo- brinde mayores posibilidades.
Un anticipo comienza a materializarse en estos momentos, junto a una política de ordenamiento de nuestras finanzas externas, todo lo cual crea gradualmente condiciones para que el país avance en la consolidación de su sistema socioeconómico, mediante una inserción más eficiente en la economía internacional.
* El autor es asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (La Habana). 1 En la inauguración de la primera fase del puerto, la presidenta de Brasil anunció otro crédito por 290 millones de dólares para la segunda fase de la obra.
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jose luis a quien conoci personalmente tiene una solida base teorica marxista. hombre serio y profesor notable en su saber. una de las personas que mejor conoce la estructura economica de cuba no solo como investigador sino como ejecutivo. tuvo lo que le falto a osvaldo martinez para ejercer decentemente de ministro de economia y planificacion. pero su encasillamiento en esquemas obsoletos que solo modifica segun la politica oficial del momento convierte a un hombre de indudable talento en un inservible para el trazado de politicas publicas posibles y sustentables.
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