MADRID, 4 (ANSA) - La fuga de la dirigente del Partido Popular (PP) Esperanza Aguirre cuando estaba siendo multada por una infracción de tráfico originó un revuelo político en España.
Además, el incidente aleja a la todopoderosa dirigente del PP, el partido del gobierno, de las posibilidades de presentarse como candidata a la alcaldía de Madrid, según algunos medios.
Aguirre, quien fue nueve años (de 2003 a 2012) presidenta de la región de Madrid y sigue presidiendo el PP de la capital, aparcó este jueves su vehículo particular en un carril reservado para los autobuses en pleno corazón de la ciudad.
Su objetivo era sacar dinero de un cajero automático de un banco que iba a necesitar en una partida de bridge solidario a la que se dirigía.
En ese momento unos agentes locales que pasaban por allí se acercaron al vehículo y cuando Aguirre salió del cajero automático le pidieron la documentación para multarla.
Según el relato de Aguirre, ésta preguntó al agente si le iba a quitar la multa: "Me ha dicho que no, y entonces le he dicho pues me voy. Me ha explicado que no podía irme y he decidido que eso era una retención ilegal así que me he marchado".
Según ella, los agentes "querían montar allí un espectáculo delante de todo el mundo para que me vieran. Confiaban en que alguien hiciera una foto y así pudieran tenerla los medios para montar lío. Y por eso me he ido, para evitar que tuvieran esa foto".
El parte policial señala que Aguirre, visiblemente nerviosa, no entregó la documentación a los agentes y arrancó el vehículo.
Al marcharse, Aguirre tiró con su vehículo una moto policial que estaba aparcada delante.
Los agentes entonces persiguieron a Aguirre por las calles de Madrid hasta que ésta llegó a su domicilio, donde le notificaron la sanción de los delitos que presuntamente habría cometido.
Posteriormente, los agentes tuvieron que ser atendidos por una crisis de ansiedad.
Aguirre negó que se diera a la fuga y cuestionó que "si una persona tiene un ataque de ansiedad por poner una multa a una señora, aunque sea famosa, esté capacitado para ser agente".
En comparecencias ante diversas emisoras de radio y televisiones Aguirre calificó a los agentes de "viciosos de las multas" y de "bastantes machistas" al tiempo que pidió disculpas por lo ocurrido.
"Lo que hace Aguirre es defenderse atacando en vez de reconocer el error y disculparse", dijo el dirigente del sindicato de la policía local, Jesús Méndez.
Preguntada por el caso, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, manifestó que "hay un procedimiento abierto, la ley es igual para todos".
De igual forma se pronunció la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, quien defendió a los agentes locales que multaron a Aguirre: "La ley es igual para todos y las declaraciones de los agentes de la autoridad tienen presunción de veracidad", dijo.
Aguirre recibió una avalancha de críticas en las redes sociales por parte de ciudadanos, que denunciaron, el mal ejemplo de civismo, y de la oposición.
El concejal socialista del ayuntamiento de Madrid Pablo García-Rojo preguntó por qué no se le hizo una prueba de alcoholemia y por qué no fue conducida a la comisaría a prestar declaración como se hace en estos casos.
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