Por Marco Antonio Moreno
El estado de ánimo en la economía alemana sigue empeorando. El índice Ifo, el barómetro económico más importante de la República Federal, cayó en octubre -por sexto mes consecutivo- de 104,7 a 103,2 puntos. Este es el nivel más bajo desde diciembre de 2012. Si bien se esperaba un declive en octubre, éste había sido estimado en 104,5 puntos, lejos de los 103,2 puntos que alcanzó, confirmando que "El panorama económico se ha deteriorado aún más, especialmente en la industria", como dijo el jefe de Ifo, Hans-Werner Sinn.
Las expectativas para los próximos meses indican que el índice Ifo continuará en declive dado el deterioro del panorama económico mundial y la sostenida caída del comercio internacional. El entorno se ha agravado aún más por las malas decisiones tomadas por Alemania en la guerra económica con Rusia que ha impactado el comercio y los flujos financieros entre ambos países. Alemania ha dado la espalda a los problemas reales que sufre Europa como el desempleo, el lento crecimiento y la deflación, sin detectar que todos estos males terminarían revirtiéndose como un boomerang en su propia economía.
Mayores caídas de los últimos 5 años
La caída de la producción industrial que sufre Alemania y el colapso de sus exportaciones son los mayores de los últimos cinco años. En el segundo semestre, la economía alemana se contrajo un 0,2 por ciento y los datos del tercer trimestre apuntan a que esta economía se encuentra técnicamente en recesión. Una recesión que se puede prolongar hasta mediados del próximo año, dada la debilidad sistémica de la economía global que ha golpeado el principal músculo exportador de Europa.
Alemania depende fuertemente de las exportaciones y su balanza de cuenta corriente es una de las mayores del mundo. Por eso que cuando las exportaciones alemanas caen un 6 por ciento, como lo hicieron en agosto, enciende las alertas en todo el mundo. Parte de esta caída es el resultado de la debilidad de la demanda china y asiática que constituyen un porcentaje importante de las exportaciones alemanas en maquinaria pesada y equipos. Pero esta vez la economía China no está creciendo a las tasas del 10 por ciento que tenía en 2008 y 2009 sino a la tasa mas reducida del 7,3 por ciento. Además, China está promoviendo el desarrollo del consumo interno y disminuyendo la inversión... Pero lo que más afecta las exportaciones de Alemania, es el lento crecimiento de la zona euro, donde Alemania envía el 40 por ciento de sus exportaciones.
La desaceleración del comercio está directamente relacionada con la caída de la demanda y el aumento del desempleo. El comercio mundial está prácticamente estancado desde mediados del 2013 desmintiendo a todos aquellos que anunciaban una recuperación exitosa. Históricamente, siempre el crecimiento del comercio mundial era casi el doble de la tasa de variación del PIB mundial. Cuando el pib mundial transitaba en torno al 3 por ciento anual, el comercio lo hacía a tasas del 6 y 7 por ciento. La desaceleración del comercio es uno de los signos más claros de la debilidad de la economía mundial. Y echa por tierra toda la ficción de la llamada "recuperación".
El estado de ánimo en la economía alemana sigue empeorando. El índice Ifo, el barómetro económico más importante de la República Federal, cayó en octubre -por sexto mes consecutivo- de 104,7 a 103,2 puntos. Este es el nivel más bajo desde diciembre de 2012. Si bien se esperaba un declive en octubre, éste había sido estimado en 104,5 puntos, lejos de los 103,2 puntos que alcanzó, confirmando que "El panorama económico se ha deteriorado aún más, especialmente en la industria", como dijo el jefe de Ifo, Hans-Werner Sinn.
Las expectativas para los próximos meses indican que el índice Ifo continuará en declive dado el deterioro del panorama económico mundial y la sostenida caída del comercio internacional. El entorno se ha agravado aún más por las malas decisiones tomadas por Alemania en la guerra económica con Rusia que ha impactado el comercio y los flujos financieros entre ambos países. Alemania ha dado la espalda a los problemas reales que sufre Europa como el desempleo, el lento crecimiento y la deflación, sin detectar que todos estos males terminarían revirtiéndose como un boomerang en su propia economía.
Mayores caídas de los últimos 5 años
La caída de la producción industrial que sufre Alemania y el colapso de sus exportaciones son los mayores de los últimos cinco años. En el segundo semestre, la economía alemana se contrajo un 0,2 por ciento y los datos del tercer trimestre apuntan a que esta economía se encuentra técnicamente en recesión. Una recesión que se puede prolongar hasta mediados del próximo año, dada la debilidad sistémica de la economía global que ha golpeado el principal músculo exportador de Europa.
Alemania depende fuertemente de las exportaciones y su balanza de cuenta corriente es una de las mayores del mundo. Por eso que cuando las exportaciones alemanas caen un 6 por ciento, como lo hicieron en agosto, enciende las alertas en todo el mundo. Parte de esta caída es el resultado de la debilidad de la demanda china y asiática que constituyen un porcentaje importante de las exportaciones alemanas en maquinaria pesada y equipos. Pero esta vez la economía China no está creciendo a las tasas del 10 por ciento que tenía en 2008 y 2009 sino a la tasa mas reducida del 7,3 por ciento. Además, China está promoviendo el desarrollo del consumo interno y disminuyendo la inversión... Pero lo que más afecta las exportaciones de Alemania, es el lento crecimiento de la zona euro, donde Alemania envía el 40 por ciento de sus exportaciones.
La desaceleración del comercio está directamente relacionada con la caída de la demanda y el aumento del desempleo. El comercio mundial está prácticamente estancado desde mediados del 2013 desmintiendo a todos aquellos que anunciaban una recuperación exitosa. Históricamente, siempre el crecimiento del comercio mundial era casi el doble de la tasa de variación del PIB mundial. Cuando el pib mundial transitaba en torno al 3 por ciento anual, el comercio lo hacía a tasas del 6 y 7 por ciento. La desaceleración del comercio es uno de los signos más claros de la debilidad de la economía mundial. Y echa por tierra toda la ficción de la llamada "recuperación".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por opinar