Santiago de Cuba, 1 oct (AIN)
Con el objetivo de conservar sus valores patrimoniales, se restaura el inmueble del siglo XIX de la conocida popularmente como Casa de Diego Vázquez de la ciudad santiaguera.
Con el objetivo de conservar sus valores patrimoniales, se restaura el inmueble del siglo XIX de la conocida popularmente como Casa de Diego Vázquez de la ciudad santiaguera.
Dada su ubicación frente al parque Carlos Manuel de Céspedes, en el llamado Anillo Cero del núcleo fundacional de la villa, esas labores concluirán para los festejos del medio milenio, en julio del próximo año.
Esta segunda etapa de la inversión comprende la residencia incorporada al museo en 1973, con vista a la calle Aguilera y con un estilo arquitectónico neoclásico, en el cual se observa el uso de nuevos elementos decorativos entre esos el hierro, vitrales y mobiliario de la época como el balance y los tinajeros.
Madga Amara Lashley, directora de la institución cultural, mencionó entre las acciones el descorche de paredes y muros para erradicar las filtraciones y sustitución de pisos de cerámica y algunas vigas por problemas estructurales.
Explicó a la AIN que la morada del siglo XVI ya fue beneficiada con la restauración, y como dato curioso conserva la mayoría de su techo original, muros, algunas puertas y parte de la pintura mural.
El Museo de Ambiente Histórico Cubano narra a los visitantes en las dos viviendas la historia del mueble en el país, con sus ambientes domésticos.
Vale recordar que esa construcción fue de las pocas que tuvieron ligeros daños durante el paso del huracán Sandy, en octubre del 2012, con solo tejas corridas por la fuerza de los vientos.
Ello se debió su solidez, con muros exteriores construidos con sillares (bloque de piedra labrado), mientras en las paredes se utilizó la técnica conocida como verdugada de ladrillos, más resistente, revestidas con mampuesto.
Se estima que entre 1516 y 1530 se levantó el edificio para acoger la Casa del Gobernación y de vivienda del Adelantado Diego Velázquez, y en la planta baja la Casa de Contratación y de fundición de oro.
Fue el prestigioso arqueólogo, restaurador de obras y especialista en Artes Francisco Prat, quien asumió su rescate en la década de los 40 del pasado siglo.
Actualmente se conjuga allí la historia y la cultura, ya que en su patio de ambiente colonial acontecen las peñas de música vocal, del piquete Ulloa, de la orquesta Típica Tradicional y la llamada Dulce María Serret, prestigiosa profesora de piano ya desaparecida, con la participación de concertistas.
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