Quito, 27 oct (PL) Fernando González, uno de los cinco cubanos arrestados en Estados Unidos en 1998 por luchar contra el terrorismo, recalcó hoy en entrevista con el diario ecuatoriano El Telégrafo que la solución del caso es política.
En sus declaraciones al diario de circulación nacional, el segundo miembro del grupo en ser liberado aclaró que desde el punto de vista legal, todos los recursos fueron agotados, por lo que el gobierno de Estados Unidos es el único que está en capacidad de liberar a sus tres compañeros que aún permanecen en prisión.
González, quien salió de la cárcel en febrero pasado luego de cumplir íntegramente su condena, formaba parte junto al también liberado René González, y los todavía prisioneros Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Gerardo Hernández, de un grupo que se dedicaba a monitorear a las organizaciones terroristas anticubanos radicadas en Miami.
Los Cinco, como se les conoce internacionalmente, fueron apresados el 12 de septiembre de 1998, y luego condenados a largas penas de cárcel.
Al respecto, González afirma que el arresto fue una decisión política y no operativa, pues dos meses antes de la detención, las autoridades cubanas habían entregado a las agencias estadounidenses abundante información sobre los planes terroristas de los grupos anticubanos que operan en la Florida.
La extrema derecha cubanoamericana en Miami, a través de su estrecha relación con quien dirigía entonces la oficina del FBI en esa ciudad, se confabuló con ese individuo para torpedear ese intento de colaboración entre las autoridades de los dos países y para vengarse de la Revolución cubana por los éxitos de la misma, aseveró.
El luchador antiterrorista cubano, que junto al resto de sus compañeros son considerados héroes en su país, también acusa a la justicia estadounidense de haberlos sometido a un juicio fraudulento.
De acuerdo con González, a la naturaleza política del proceso se añadió la falta de pruebas para sustentar las acusaciones de conspiración para cometer espionaje y la negativa de la jueza a cambiar la sede del juicio a otra localidad que no fuera Miami, una ciudad llena de prejuicios contra Cuba.
También resaltó el papel jugado por varios periodistas de medios locales de prensa a los que el gobierno federal les pagó para crear una opinión negativa sobre los detenidos.
En ese lugar era imposible conformar un jurado de 12 personas que nos pudiera juzgar imparcialmente, aseguró González, quien en sus declaraciones a El Telégrafo reitera que la labor de los Cinco sólo tenía como objetivo salvar vidas humanas e impedir acciones violentas por parte de los terroristas anticubanos.
Es una misión que volvería a aceptar sin pensarlo dos veces, aseveró el antiterrorista cubano, tras señalar la poca difusión que recibe el caso en la prensa estadounidense, pese a las intensas campañas internacionales para lograr la liberación de sus tres compañeros que aún permanecen en prisión.
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