(AIN) Aunque el Fondo Monetario Internacional vaticina para este año un crecimiento de la economía en el orbe de un 3,3 por ciento, ello no significa el fin de la crisis económica que comenzó en 2008.
Así refrendó hoy, en conferencia de prensa, Ramón Pichs Madruga, director del Centro de Investigación de la Economía Mundial (CIEM), al exponer los efectos regionales de la actual crisis, lo cual coincide con uno de los principales temas de estudio de esa institución, que cumplirá 35 años de fundada el próximo día 19.
El experto destacó que los países viven una desaceleración, y especificó que en el caso de los altamente industrializados, según estadísticas del FMI, se prevé solo un crecimiento de 1,4 a 1,8 por ciento, cifra muy limitada en comparación con el 3,1 del 2010.
Subrayó la creciente presencia de las naciones integrantes del BRICS en la economía mundial, fundamentalmente Brasil, Rusia, India y China, que van creando nuevos mecanismos y pasan a discutir con las instituciones establecidas en el plano monetario y financiero.
Con respecto a América Latina y el Caribe, José Ángel Pérez, investigador del centro, acotó que su economía está evidentemente acoplada todavía a la mundial, lo que se refleja en la desaceleración anunciada para 2014.
Argumentó que esta región no ha logrado aprovechar sus fortalezas, en cuanto a los abundantes recursos naturales que posee para desarrollar innovación e investigación en esa área, y mejorar la calidad de su matriz productiva y exportadora.
En el encuentro con la prensa otros expertos del CIEM coincidieron que la crisis actual se caracteriza como un fenómeno multidimensional, donde se aprecia la coexistencia de la energética, alimentaria y medioambiental, con una fuerte base en la especulación.
Valoraron que tal tendencia se expresa en el crecimiento desmesurado del capital especulativo, produciéndose un divorcio entre la economía real y la financiera.
Así refrendó hoy, en conferencia de prensa, Ramón Pichs Madruga, director del Centro de Investigación de la Economía Mundial (CIEM), al exponer los efectos regionales de la actual crisis, lo cual coincide con uno de los principales temas de estudio de esa institución, que cumplirá 35 años de fundada el próximo día 19.
El experto destacó que los países viven una desaceleración, y especificó que en el caso de los altamente industrializados, según estadísticas del FMI, se prevé solo un crecimiento de 1,4 a 1,8 por ciento, cifra muy limitada en comparación con el 3,1 del 2010.
Subrayó la creciente presencia de las naciones integrantes del BRICS en la economía mundial, fundamentalmente Brasil, Rusia, India y China, que van creando nuevos mecanismos y pasan a discutir con las instituciones establecidas en el plano monetario y financiero.
Con respecto a América Latina y el Caribe, José Ángel Pérez, investigador del centro, acotó que su economía está evidentemente acoplada todavía a la mundial, lo que se refleja en la desaceleración anunciada para 2014.
Argumentó que esta región no ha logrado aprovechar sus fortalezas, en cuanto a los abundantes recursos naturales que posee para desarrollar innovación e investigación en esa área, y mejorar la calidad de su matriz productiva y exportadora.
En el encuentro con la prensa otros expertos del CIEM coincidieron que la crisis actual se caracteriza como un fenómeno multidimensional, donde se aprecia la coexistencia de la energética, alimentaria y medioambiental, con una fuerte base en la especulación.
Valoraron que tal tendencia se expresa en el crecimiento desmesurado del capital especulativo, produciéndose un divorcio entre la economía real y la financiera.
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