Por Rosa Miriam Elizalde, especial para La Jornada
“Siempre que se está produciendo un tipo de acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, los sectores de la extrema derecha, particularmente los de la llamada comunidad cubana, actúan para tratar de frenarlo”, dijo a La Jornada el académico Esteban Morales, uno de los más reconocidos expertos en las relaciones bilaterales entre ambos países.
Morales, coautor del libro De la confrontación a los intentos de normalización. La política de los Estados Unidos hacia Cuba, presentado recientemente en La Habana, reaccionó con cautela ante la escalada del discurso mediático en EU a favor del levantamiento del bloqueo que inició, hace menos de un mes y a golpe de cuatro editoriales, el diario The New York Times.
En la edición impresa de este lunes, el Times sorprendió con la propuesta de canjear al contratista estadunidense Alan Gross, sancionado en la Isla por delitos contra la seguridad del Estado, por los tres agentes cubanos presos en cárceles de Estados Unidos desde 1998. Una acción de Washington a favor de esta iniciativa pondría fin al principal obstáculo para lograr un avance diplomático entre ambos países, editorializó el rotativo.
Morales advirtió que en el último medio siglo se han expresado numerosos intentos de normalización de las relaciones y, también, una variable constante: la sorpresiva aparición de un pretexto que la fractura. Sin embargo, coincide con el diario neoyorquino en que si Barack Obama se dispone a eliminar el llamado obstáculo de Alan Gross, “todo sería ganancia. Ese cambio, como el presidente Obama debe saber, no tiene la menor connotación para la seguridad nacional norteamericana. Lo que sí puede ser un problema, es que el presidente retrase tanto el cambio, que el retorno de Gross a Estados Unidos ya no tenga sentido”.
El académico considera “importante” las reacciones editoriales de The New York Times, porque “a través de este diario hablan intereses, que no tienen que ver tanto con la política coyuntural, sino con el gobierno invisible que mira a largo plazo. Los costos de mantener una política agresiva contra Cuba son mayores que el costo de levantar las sanciones”.
Ventajas del cambio de relación
Cuba representa una garantía para los Estados Unidos en temas de seguridad como el narcotráfico, la migración, el tráfico de personas, el terrorismo, el enfrentamiento a catástrofes naturales, entre otros, aseguró Morales, de modo que “avanzar en todas aquellas áreas en que pueda haber un interés común, es la mejor vía por romper la inercia del desencuentro”.
¿Y si los republicanos arrasan en las elecciones legislativas de este martes? “Dependerá de qué republicanos arrasen. Puede que no sea negativo para las relaciones bilaterales”, y coincidió en que si los republicanos toman el Senado, Obama se quitaría de encima a Bob Menéndez como Presidente del Comité de Relaciones Exteriores. Aunque asuma un republicano de derecha ese puesto, probablemente este no será alguien obsesionado contra Cuba como Menéndez.
Por otro lado, son “enormes” las ventajas para la administración de EEUU republicana o demócrata, aseguró. “En primer lugar, EEUU se quitaría de arriba un problema con el cual no puede más –la hostilidad hacia Cuba, país que no es una amenaza para nadie. En segundo lugar, mejoraría su capacidad negociadora frente a los países del hemisferio. Tercero, contaría con el apoyo de la Isla ante problemas globales en los que Cuba tiene una posición muy sólida y beneficiosa para EEUU –la epidemia del Ébola, por ejemplo. Y cuarto, tendría un impacto interno más positivo que negativo, porque el bloqueo, dentro y fuera de ese país, está desprestigiado”.
¿Y Cuba cómo debe reaccionar ante esta nueva coyuntura? “No es despreciable lo que puede hacer para que esa política cambie, dándole argumentos a los factores internos a favor de unas nuevas relaciones”.
El conteo regresivo del bloqueo ya comenzó
Otro especialista consultado por La Jornada, el politólogo Rafael Hernández, aseguró que “el levantamiento del bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba no se va a producir de golpe”, pero “el conteo regresivo pudiera haber comenzado ya”.
Hernández, director de la revista Temas, la más reconocida de las publicaciones académicas dedicadas al estudio de las Ciencias Sociales cubanas, añadió que “no nos vamos a levantar un día por la mañana con la noticia de que (Barack) Obama levantó las sanciones. Lo que quizás veamos es la expresión de una política gradual de estrechamiento de relaciones que faciliten los lazos entre los dos países”.
Asegura que los editoriales del Times evidencian que el gobierno de Estados Unidos “ha estado y está contra las cuerdas”, porque no se sostiene, ni fuera ni dentro de su territorio, la “legitimidad del aislamiento a la Isla”, ni las “enormes repercusiones multilaterales del bloqueo económico, sus costos directos e inducidos, las dificultades de contacto con los cubanos residentes en territorio estadounidense, ni los gastos económicos y sociales debido a esta política”.
Mientras, René González, integrante del grupo de los Cinco agentes cubanos sancionados originalmente con largas condenas en EEUU por monitorear a terroristas afincados en la Florida y que regresó a Cuba después de cumplir una sanción de 15 años de cárcel, convino con el Times de que no es posible la liberación unilateral de Alan Gross. En su cuenta en Twitter (@rene4the5) añadió que “el bloqueo contra Cuba y el juicio contra los Cinco, (son) dos caras de la misma crueldad y absurda política agresiva”.
“Siempre que se está produciendo un tipo de acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, los sectores de la extrema derecha, particularmente los de la llamada comunidad cubana, actúan para tratar de frenarlo”, dijo a La Jornada el académico Esteban Morales, uno de los más reconocidos expertos en las relaciones bilaterales entre ambos países.
Morales, coautor del libro De la confrontación a los intentos de normalización. La política de los Estados Unidos hacia Cuba, presentado recientemente en La Habana, reaccionó con cautela ante la escalada del discurso mediático en EU a favor del levantamiento del bloqueo que inició, hace menos de un mes y a golpe de cuatro editoriales, el diario The New York Times.
En la edición impresa de este lunes, el Times sorprendió con la propuesta de canjear al contratista estadunidense Alan Gross, sancionado en la Isla por delitos contra la seguridad del Estado, por los tres agentes cubanos presos en cárceles de Estados Unidos desde 1998. Una acción de Washington a favor de esta iniciativa pondría fin al principal obstáculo para lograr un avance diplomático entre ambos países, editorializó el rotativo.
Morales advirtió que en el último medio siglo se han expresado numerosos intentos de normalización de las relaciones y, también, una variable constante: la sorpresiva aparición de un pretexto que la fractura. Sin embargo, coincide con el diario neoyorquino en que si Barack Obama se dispone a eliminar el llamado obstáculo de Alan Gross, “todo sería ganancia. Ese cambio, como el presidente Obama debe saber, no tiene la menor connotación para la seguridad nacional norteamericana. Lo que sí puede ser un problema, es que el presidente retrase tanto el cambio, que el retorno de Gross a Estados Unidos ya no tenga sentido”.
El académico considera “importante” las reacciones editoriales de The New York Times, porque “a través de este diario hablan intereses, que no tienen que ver tanto con la política coyuntural, sino con el gobierno invisible que mira a largo plazo. Los costos de mantener una política agresiva contra Cuba son mayores que el costo de levantar las sanciones”.
Ventajas del cambio de relación
Cuba representa una garantía para los Estados Unidos en temas de seguridad como el narcotráfico, la migración, el tráfico de personas, el terrorismo, el enfrentamiento a catástrofes naturales, entre otros, aseguró Morales, de modo que “avanzar en todas aquellas áreas en que pueda haber un interés común, es la mejor vía por romper la inercia del desencuentro”.
¿Y si los republicanos arrasan en las elecciones legislativas de este martes? “Dependerá de qué republicanos arrasen. Puede que no sea negativo para las relaciones bilaterales”, y coincidió en que si los republicanos toman el Senado, Obama se quitaría de encima a Bob Menéndez como Presidente del Comité de Relaciones Exteriores. Aunque asuma un republicano de derecha ese puesto, probablemente este no será alguien obsesionado contra Cuba como Menéndez.
Por otro lado, son “enormes” las ventajas para la administración de EEUU republicana o demócrata, aseguró. “En primer lugar, EEUU se quitaría de arriba un problema con el cual no puede más –la hostilidad hacia Cuba, país que no es una amenaza para nadie. En segundo lugar, mejoraría su capacidad negociadora frente a los países del hemisferio. Tercero, contaría con el apoyo de la Isla ante problemas globales en los que Cuba tiene una posición muy sólida y beneficiosa para EEUU –la epidemia del Ébola, por ejemplo. Y cuarto, tendría un impacto interno más positivo que negativo, porque el bloqueo, dentro y fuera de ese país, está desprestigiado”.
¿Y Cuba cómo debe reaccionar ante esta nueva coyuntura? “No es despreciable lo que puede hacer para que esa política cambie, dándole argumentos a los factores internos a favor de unas nuevas relaciones”.
El conteo regresivo del bloqueo ya comenzó
Otro especialista consultado por La Jornada, el politólogo Rafael Hernández, aseguró que “el levantamiento del bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba no se va a producir de golpe”, pero “el conteo regresivo pudiera haber comenzado ya”.
Hernández, director de la revista Temas, la más reconocida de las publicaciones académicas dedicadas al estudio de las Ciencias Sociales cubanas, añadió que “no nos vamos a levantar un día por la mañana con la noticia de que (Barack) Obama levantó las sanciones. Lo que quizás veamos es la expresión de una política gradual de estrechamiento de relaciones que faciliten los lazos entre los dos países”.
Asegura que los editoriales del Times evidencian que el gobierno de Estados Unidos “ha estado y está contra las cuerdas”, porque no se sostiene, ni fuera ni dentro de su territorio, la “legitimidad del aislamiento a la Isla”, ni las “enormes repercusiones multilaterales del bloqueo económico, sus costos directos e inducidos, las dificultades de contacto con los cubanos residentes en territorio estadounidense, ni los gastos económicos y sociales debido a esta política”.
Mientras, René González, integrante del grupo de los Cinco agentes cubanos sancionados originalmente con largas condenas en EEUU por monitorear a terroristas afincados en la Florida y que regresó a Cuba después de cumplir una sanción de 15 años de cárcel, convino con el Times de que no es posible la liberación unilateral de Alan Gross. En su cuenta en Twitter (@rene4the5) añadió que “el bloqueo contra Cuba y el juicio contra los Cinco, (son) dos caras de la misma crueldad y absurda política agresiva”.
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