Por Josh Mitchell, WSJ
Estados Unidos comenzó el año con un panorama de luces y sombras. El consumo, que constituye la mayor parte de la economía del país, atravesó en el cuarto trimestre por su mejor momento en nueve años, gracias a la mejora del empleo y la caída en los precios del combustible. Sin embargo, la debilidad de la economía mundial y el alza del dólar representan un doble golpe para las empresas del país.
“Más allá del gasto de los consumidores, cuesta decir que la expansión económica tenga muchos bríos”, señaló Scott Hoyt, de Moody’s MCO -1.10% Analytics. “No obstante, si los consumidores se siguen llevando la mano al bolsillo, se siguen creando empleos y suben los salarios, eso debería levantar a toda la economía”.
El Producto Interno Bruto estadounidense se expandió a una tasa anualizada de 2,4% el año pasado, informó el viernes el Departamento de Comercio, ligeramente por encima del promedio de los últimos seis años de recuperación, pero muy distante del 4% promediado a fines de los años 90. El crecimiento del cuarto trimestre alcanzó 2,6%, una desaceleración significativa frente al frenético ritmo de 5% de mediados de 2014.
El fortalecimiento del dólar provocó un aumento de las importaciones mientras que la pérdida de vigor de las grandes economías del mundo redujo la demanda por los bienes estadounidenses. El resultado fue una ampliación del déficit comercial que le restó un punto porcentual al crecimiento de la economía. Las empresas también recortaron sus gastos de capital luego de haberlos incrementado en el segundo y tercer trimestre de 2014.
La Reserva Federal y economistas del sector privado le restaron importancia a las cifras decepcionantes del cuarto trimestre e hicieron hincapié en el robusto desempeño del consumo interno como una señal de que la recuperación sigue cobrando fuerza.
Scott Wren, estratega sénior de renta variable de Wells Fargo Investment Institute, no está preocupado por las turbulencias globales. “Observaremos una mejora del crecimiento en EE.UU. y una estabilización a nivel internacional”, vaticinó. El inversionista prevé que un crecimiento moderado de las ganancias ayudará a los mercados bursátiles este año, aunque no tanto como en años recientes.
Algunos funcionarios de la Fed ni siquiera se inmutaron, días después de que el banco central ofreciera una evaluación optimista. “La economía estadounidense aún tiene muchos bríos”, dijo James Bullard, presidente del Banco de la Reserva Federal de St. Louis en una entrevista por televisión tras el anuncio de los datos del PIB.
En el cuarto trimestre, las importaciones subieron con vigor, mientras que las exportaciones aumentaron modestamente. Getty Images
Muchos economistas prevén que el trimestre actual siga una trayectoria parecida a la del pasado, puesto que las empresas siguen disminuyendo sus inventarios, y proyectan una expansión en torno a 3% para este año. Los expertos estiman que una reposición de los inventarios debería proveer una inyección de dinamismo a la economía en el segundo trimestre. La consultora Macroeconomic Advisors proyecta una expansión de 2,4% para el primer trimestre al tiempo que Moody’s Analytics es más optimista y anticipa un crecimiento de 3,1%.
Wolfe’s Baldwin Brass Center en Malvern, Pensilvania, observa las luces y las sombras de la economía de primera mano. La tienda vende herrajes decorativos como cerraduras de puertas y manijas de armarios.
Las ventas han sido “constantes” últimamente, señala su dueña, Ann Marie Gillinger, pero la mayoría de ellas proviene de los clientes más acaudalados, como las constructoras de viviendas de más de un millón de dólares. La demanda de las constructoras que proveen hogares para la clase media se ha estancado. “El mercado de alta gama es el que se está moviendo, pero los clientes habituales todavía no están dispuestos a comprar”, subraya Gillinger. “No detectan una mejora sustancial de la economía”, advierte.
Algunas empresas estiman que los consumidores seguirán con la billetera abierta en 2015, en especial gracias al abaratamiento de los precios de la gasolina. Visa Inc.V +1.01% informó la semana pasada que tres cuartas partes de sus clientes en EE.UU. están usando lo que ahorran en combustible para aumentar sus ahorros o reducir sus deudas.
Algunas cadenas minoristas indican que los beneficios del descenso en los precios de la gasolina, que han caído más de 50% desde junio, aún no se han manifestado por completo. Todd Teske, presidente ejecutivo de Briggs & StrattonCorp. BGG -2.28% , un fabricante estadounidense de motores para máquinas de cortar césped y otros equipos, opina que las señales apuntan a un alza del consumo en los meses venideros.
“El impacto final en el gasto minorista y en las ventas de equipos de jardinería está por verse”, dijo el ejecutivo hace unos días en una conferencia telefónica con analistas. “Sin embargo, el que los consumidores dispongan de mayores ingresos discrecionales es algo alentador”. Teske agregó que la reciente alza en la construcción de nuevas viviendas es una señal positiva de que el sector inmobiliario se dispone a crecer este año a medida que explota la demanda reprimida, un acontecimiento que impulsaría la economía.
Por ahora, la construcción sigue siendo débil, en parte debido al moderado gasto fiscal. El gasto general del gobierno cayó 2,2% en el cuarto trimestre. Los gobiernos estatales y municipales a duras penas elevaron sus gastos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por opinar