Esteban Morales
UNEAC
Raúl Castro se entrevistará con el presidente Barack Obama. No conocemos la agenda de la conversación, pero es posible imaginarla. Incluso, habíamos pronosticado, en TELESUR, que tal encuentro era posible se produjera.
Además, ¿Qué sentido tendría este encuentro, entre ambos Presidentes, si Obama no va a tranquilizar al Presidente de Cuba, respecto a las demandas que este acaba de hacer en la ONU?
Raúl Castro, acaba de ser muy claro en su discurso durante la Sesión por el Setenta Aniversarios de las Naciones Unidas. No habrá normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, hasta que no se cumplan los requisitos siguientes:
1. Poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero a Cuba.
2. Devolución del territorio ilegalmente ocupado a Cuba por la Base Naval de Guantánamo.
3. Cese de las trasmisiones radiales y televisivas.
4. Cese de los programas de subversión y desestabilización contra la Isla.
5. Se compense a nuestro pueblo por los daños humanos y económicos que aún sufre.
Mientras persista esa situación, declaro Raúl, continuaremos presentando el Proyecto de Resolución titulado “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos de América contra Cuba”. Más claro, ni el agua cristalina.
El presidente Raúl, ratifica así, lo ya declarado en la VII reunión de la Cumbre de las Américas, de lo cual se obtuvo, finalmente, que Estados Unidos sacara a Cuba de la lista de países que promueven el terrorismo. Acción que genero el establecimiento de las embajadas en La Habana y Washington. Dando lugar al comienzo de las relaciones diplomáticas oficiales entre ambos Países. Observándose claramente, por las demandas ahora anunciadas en la ONU, que el Presidente cubano no concibe el inicio de un proceso de normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, si tales requisitos no son cumplidos. Además, ello se puede decir sin preocupación alguna, por que Cuba ha esperado más de 50 años y debemos luchar porque el cambio en las relaciones con Estados Unidos sea realmente radical.
Claro, que no es posible hacerse ilusiones de que todas esas demandas serán cumplidas al unísono, dentro de un solo día (si Obama lo quiere hacer, mejor), PERO, SI SE TRATA DE UN PROBLEMA DE RITMOS DE CUMPLIMIENTO, dentro del cual Cuba pueda observar, en el corto plazo, que las cosas avanzan por un buen y expedito camino.
Tal posición planteada por el Presidente Raúl, garantiza a Cuba que los asuntos de las relaciones avancen, como también parece que el Presidente Obama quisiera.
Pero, hasta ahora hay que tomar previsiones, porque:
- Porque durante su mandato, Obama adopto medidas financieras de bloqueo, que no tienen precedentes dentro de esa política criminal.
- Obama no ha utilizado a fondo sus prerrogativas ejecutivas, para aliviar el bloqueo a Cuba, mientras se cumple su deseo de que el Congreso lo levante.
- Obama no ha hecho el más mínimo cambio en las reglas del comercio establecido con Cuba.
Sin dudas, Cuba quiere Además preservarse de que la política de Subversión continúe. Por eso la Isla reclama, de manera directa contra aquellas medidas que apoyan el trabajo subversivo contra la isla. Como son, el cese de las trasmisiones radiales y televisivas contra la Isla, los Programas de Subversión, financiados para este año 2015, con 30 millones de dólares y la intención de condicionar los cambios a concesiones sobre derechos humanos en Cuba.
Es decir, Cuba, se tiene que preservar de las contradicciones e incongruencias que aún se observan en la política de Obama.
- Financiar a la subversión con 30 millones de dólares
- Insistir en el asunto de los derechos humanos en Cuba.
- Adoptar medidas financieras contra la Banca que ha colaborado con Cuba.
- Adoptar medidas ejecutivas, que como ya criticamos en anterior artículo, no representan sino una posición de unilateralidad, no benefician realmente el proyecto económico cubano, pretenden apoyar, o como dice el propio Obama, “empoderar”, pero solo a aquellos sectores, de la sociedad cubana que pueden acompañar a Estados Unidos en los cambios políticos que pretenden introducir en Cuba; así como arrebatar de manos del liderazgo político cubano, la conducción de los cambios que Cuba está obligada a hacer, particularmente en su economía, para avanzar con su proyecto socialista.
Realmente hay que anularle a Obama las herramientas de que aun dispone para mantener su estrategia, haciendo solo cambios tácticos en la política hacia Cuba. O como declaro claramente solo “cambiar las formas de hacer política”.
Por eso reiteramos que la guerra que ahora libramos con Estados Unidos es esencialmente cultural. Porque esta tiene como objetivo preparar las condiciones para que Cuba acepte derroteros que van en contra de su proyecto como sociedad, mayoritariamente apoyado.
La Habana, Septiembre 29 del 2015
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