El Club Carbonera, de 18 hoyos, a unos 15 kilómetros del balneario de Varadero, es presentado como el primer gran proyecto de campos de golf.Foto: Tomada del sitio web Viajes al Caribe.
La Habana, 20 abr.- Integrantes de la no gubernamental Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac)proponen un debate público sobre los riesgos ambientales que implica la construcción de campos de golf en el país como parte del crecimiento turístico.
La dramaturga Esther Suárez vuelve a ser una voz activa en esta antigua polémica, según un correo electrónico recibido por la Redacción IPS Cuba.
“Hace rato que el asunto (la realización de campos de golf) asoma por aquí y por allá sin que dejen de levantarse voces en contra. Pero, mientras tanto, en el ámbito del Turismo parece que la idea sigue en pie y los planes marchan”, compartió la intelectual.
El tema pudo haber sido tratado la semana pasada en una asamblea de la organización, de acuerdo con el mensaje dirigido a varios integrantes de la Uneac.
Suárez advirtió que estos campos demandan mucha agua y nuevamente la sequía se muestra en el país. Ejemplificó que, “en el municipio de Centro Habana, donde vivo, se ha reducido el bombeo de agua, al igual que en ciertas zonas del municipio Plaza de la Revolución”.
La escasez de lluvia en Cuba durante el primer trimestre del año ha afectado al 63 por ciento del territorio nacional y ha provocado un período de sequía “intenso y prolongado”, indicó un informe del Centro del Clima del estatal Instituto de Meteorología.
Tal situación, que ha venido sucediéndose en los últimos años, ha afectado el suministro de agua potable a decena de miles de personas y al sector agropecuario, principalmente en las provincias orientales, señaló.
“No estoy dispuesta a que me sigan expropiando el país. Tengo opinión y la quiero hacer valer”, refiere la intelectual al confirmar su negativa a la construcción de campos de golf en el país.
La también profesora compartió un artículo del columnista Armando B. Ginés, publicado en el portal Rebelión, donde explica que un campo de golf gasta al año unos 18.000 millones de litros de agua.
Este volumen del líquido equivale al consumo en igual período de unas 200.000 personas, población aproximada de ciudades como Pinar del Río, Las Tunas y Guantánamo.
Además de lo caro que resulta acometer estas instalaciones, también plantea problemas ecológicos asociados a la contaminación de acuíferos por el uso de plaguicidas y la utilización intensiva de fertilizantes, insecticidas, herbicidas, fungicidas y acáridos, lo cual supone la desaparición de la fauna y la flora autóctonas, señala.
Según el Artículo 222.1, del Decreto Ley 273, del 19 de julio de 2010, la industria turística cubana apuesta por atraer a visitantes extranjeros de alto nivel mediante la construcción de enclaves de turismo de lujo en el corto plazo.
Para ello, proyecta la construcción de marinas para yates lujosos, la edificación de 16 campos de golf de 18 hoyos y hasta casas y departamentos que podrían ser adquiridos por extranjeros con licencias de propiedad válidas por 99 años.
En 2013, la compañía británica Esencia Hotels and Resorts y la cubana Palmares pactaron la creación de una empresa mixta, Habana Resort, para el desarrollo de campos de golf a fin de enriquecer las opciones de la industria del ocio.
El Club Carbonera, de 18 hoyos, a unos 15 kilómetros de Varadero y valorado en unos 350 millones de dólares, es presentado como la primera iniciativa de esta asociación, mientras se negocian proyectos similares con inversiones de China, España, Vietnam y Rusia.
El enclave que se extenderá a lo largo de 170 hectáreas incluye además un hotel de lujo y una comunidad de unos 650 apartamentos, 200 residencias, un centro comercial y un club con campo de tenis, spa y una asociación de yates.
“Será un complemento importante a la oferta turística de Varadero y el inicio de una nueva política para aumentar la presencia del golf en Cuba”, significó el ministro de Turismo, Manuel Marrero, durante una visita al principal balneario de la nación caribeña.
“Este es el primero de varios proyectos similares que podrían seguirse teniendo en cuenta el interés del Gobierno cubano de darle al golf un lugar prominente en la industria turística del país”, apuntó por su parte Tim Cole, embajador del Reino Unido en Cuba.
De acuerdo con planes divulgados, hacia 2020 las autoridades del sector proponen ampliar a 85.000 habitaciones la capacidad hotelera del país –de las cerca de 65.000 actuales-, para fortalecer la industria del ocio como locomotora de la economía.
La actividad inversionista en hoteles, marinas, campos de golf y otras instalaciones de recreación pudiera adquirir mayor dinamismo tras la aprobación en abril del 2014 de la nueva Ley de inversión extranjera.
La industria turística cubana posee un creciente peso en la balanza de pago externa del país. Además de recaudar alrededor de 2.600 millones de dólares anuales, el sector deviene una significativa fuente de empleo e importante sostén de demanda para otros de la producción y los servicios.
Cuba recibió al cierre de 2014 tres millones de visitantes internacionales, los cuales pudieran incrementarse sustancialmente a consecuencia del proceso de restablecimiento de relaciones con Estados Unidos y un previsible aumento en la llegada de más turismo estadounidense.
En este sentido, el gobierno del presidente Barack Obama amplió el número de licencias de viaje permitidas y exhortó al Congreso a priorizar el levantamiento de las prohibiciones de viajes de ciudadanos a la nación caribeña, entre otros cambios legislativos para normalizar los vínculos entre ambas partes. (2015)
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