La Habana (PL) Los videojuegos, esos que hicieron su entrada triunfal hace unos 60 años, alcanzaron un nuevo logro, pues al igual que el Béisbol y el Rock, esa actividad lúdica ya tiene su propio Salón de la Fama.
El Museo Nacional del Juego de Estados Unidos (The Strong National Museum of Play), ubicado en Nueva York, es una gigantesca galería de juguetes de todas las épocas; y junto a las Barbies y las figuras de superhéroes, los videojuegos también tienen su espacio.
Como un elemento clave dentro de la vida de muchos niños de finales del siglo pasado e inicio de este nuevo milenio, el museo alberga algunas de las más icónicas máquinas de este formato de entretenimiento, por lo que no resulta extraño que haya sido la propia institución neoyorkina la encargada de crear The Videogames Hall of Fame.
Ese salón, cuya creación resulta lógica para algunos y absurda para otros, fue inaugurado en febrero pasado.
Sin embargo, varias han sido las adiciones a la lista de premiados en los últimos meses; y no fue hasta hace pocos días -después de un largo proceso de sufragios y análisis de los 15 nominados propuestos por periodistas y expertos- que el jurado decretó los primeros seis títulos esenciales para integrar la selecta sala.
Estos primeros privilegiados son: Pong, Super Mario Bros, Pac-Man, Tetris, Doom y World of Warcraft; y aunque existen muchos usuarios que reconocen perfectamente esos nombres, he aquí una breve reseña de a cada uno de ellos:
Pong, creado en 1972, fue uno de los primeros videojuegos del mundo y consiste en una especie de Tenis que se jugaba con solamente dos barras y un cuadrado a manera de pelota; con el tiempo la compañía estadounidense Atari redujo su máquina de arcade y llevó el juego a una consola diseñada especialmente para los hogares.
Pac-Man (1980) -también conocido como "come come"- se convirtió en un fenómeno mundial que traspasó los videojuegos; el personaje amarillo fue encarnado también en cómics, programas televisivos y hasta juguetes.
Tetris (1984) es el aporte ruso a este salón de la fama, el juego está valorado como el más versionado del mundo y aún en la actualidad tiene millones de seguidores; su mayor éxito lo alcanzó en 1989 en su versión para la consola portátil GameBoy.
Super Mario Bros (1985) también es sin dudas uno de los más jugados del mundo; a exactamente 30 años de su creación las aventuras del fontanero bigotudo y su pandilla cuenta con decenas de versiones adaptadas a los más modernos dispositivos, incluidos los Smartphones.
Doom (1993) fue un videojuego fundamental en la década de 1990 debido a sus revolucionarios gráficos en 3D y a la masificación de los computadores, que permitió que más personas pudieran acceder a este clásico.
Y finalmente World of Warcraft, estrenado en 2004, es el único del presente siglo en el The Videogames Hall of Fame; además de ser el primer juego de tipo MMORPG del mundo (videojuegos de rol multijugador masivos en línea), es todo un referente a nivel global al haber sido capaz de crear un verdadero mundo virtual en ambiente de videojuegos.
Cualquier persona puede nominar un videojuego al Salón de la Fama a través del sitio web
worldvideogamehalloffame.org; al respecto, el director de comunicaciones del museo, Shane Rhinewald, declaró que en lo que va de año se recibieron 300 nominaciones, las que serán consideradas para la elección de 2016.
Rhinewald agregó que mediante las votaciones espera que en los próximos años se incluyan otros ilustres títulos que quedaron fuera de la lista; entre ellos Minecraft (Busca minas), Sonic, Pokemon y Angry Birds.
Sea o no una iniciativa controversial, lo cierto es que los videojuegos forman ya parte del día a día de la sociedad moderna; por lo que, aunque no deja de asombrar, un Salón de la Fama para los mayores exponentes de esa industria no resulta tan descabellado.
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