El hecho deviene un aspecto más del porqué de la Resolución que condena ante las Naciones Unidas la Agresión Económica, Comercial y Financiera contra nuestro pueblo
Gran interés me desperó la lectura de un reporte a fondo de la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM o ZED Mariel) que está a punto de cumplir su segundo año. Se trata de una área geográfica que en su totalidad “abarca 465 km2, equivalentes a 66 por ciento de la superficie de Singapur y a una extensión mayor que la de los territorios de 51 estados miembros de la ONU”, y con su progreso tenemos la posibilidad de llegar a ser punto fundamental para el comercio entre Asia, Europa, Centro y Sudamérica, el Caribe y Norteamérica. Mas, la Guerra Económica Made in USA es una barrera. A ello me referiré ahora.
Desde ya, deseo llamar su atención acerca de qué piensa en este orden de ideas Charles A. Baker, director general de la Terminal de Contenedores de Mariel, designado por la Administración del Puerto de Singapur en cumplimiento de su contrato con la entidad cubana. Él es un actor que en estos menesteres tiene experiencias adquiridas en Reino Unido, su país de origen, así como en Holanda, España y Brasil.
Según Baker,resulta imprescindible en los próximos seis meses un estudio del desarrollo del mercado, pues los escenarios cambian a nuestro alrededor. Puntualmente, se refiere a las relaciones Cuba-EE.UU. y el interés que generan entre inversores; al impacto en el mundo naviero, a partir del año que viene, de la ampliación del Canal de Panamá, y a su efecto en Mariel; y a qué tráficos adicionales, tanto para Cuba como para la región, podríamos manejar y atraer hasta aquí.
Asimismo, este directivo considera que la competitividad en el trasbordo internacional de contenedores depende mucho de las rutas marítimas y la geografía; que la apertura de las nuevas esclusas del Canal de Panamá permitirá que buques tres veces más grandes crucen por allí, aunque esos no van a seguir las mismas rutas que hacen hoy otros más pequeños porque no tendrán tiempo en su rotación para escala en México y luego subir a Houston, o a Nueva Orleans, y bajar de nuevo, para subir después a Miami, Charleston, Norfolk o Nueva York; que van a buscar dónde depositar importaciones para estos mercados del golfo de México, entre Panamá y Miami, para luego seguir subiendo la costa este de Estados Unidos, hacia otros puertos; y que el sitio mejor ubicado en tal sentido es Mariel, pero las leyes norteamericanas hoy impiden que el buque que haga escala aquí continúe para el Norte del Estrecho de la Florida —las negritas son mías.
Entretanto, significo el siguiente razonamiento de nuestro Canciller Bruno Rodríguez del pasado 18 de Septiembre: “La realidad es que el bloqueo persiste y que las medidas que el gobierno de Estados Unidos ha adoptado hasta este minuto, solo modifican la aplicación de algunos pocos aspectos del bloqueo. Es sabido que el Presidente de los Estados Unidos conserva facultades ejecutivas que le permitirían modificar sustancialmente su aplicación”.
[Al respecto, recomiendo ver Edmundo García entrevista al Prof. José Gabilondo, de la Escuela de Leyes de FIU-Miami].
“La realidad es que, hasta este momento, el bloqueo no permite a Cuba exportar ni importar libremente productos y servicios hacia o desde Estados Unidos, no permite utilizar el dólar en las transacciones financieras internacionales con terceros Estados, no permite acceder a créditos privados en Estados Unidos ni en las instituciones financieras internacionales. Sigue en vigor, hasta ahora, la prohibición de que los barcos que toquen puerto cubano atraquen en un puerto norteamericano antes de 180 días” —las negritas son mías.
Entonces, en este razonamiento de nuestro Canciller no solo mis lectores/as pueden encontrar importantes elementos de juicios acerca del tema en cuestión sino que también, de facto, adquieren algunos testimonios que avalan el porqué es legítima la próxima presentación de la Resolución que condena el Bloqueo Económico, Comercial y Financiero de Estados Unidos contra Cuba ante los integrantes de las Naciones Unidas, cuyo debate y votación está previsto en la Asamblea General de ese foro mundial el venidero 27 de este mes.
En el escenario de marras, pues, de cara al sentido común resulta harto evidente que la Zona de Desarrollo Especial Mariel es una víctima más del Bloqueo persistente en los nuevos vínculos Cuba-EEUU —al margen que poseemos argumentos para ser optimistas en esta senda de pensamiento
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