En opinión del crítico Juan Antonio García Borrero, hay que demostrarle a la gente que tener Internet es bueno, pero mucho mejor es saberlo usar.
CULTURA Redacción IPS Cuba 21 enero, 2016
Alrededor de 150.000 personas se conectan a diario en los 58 puntos de wifi habilitados en zonas públicas del país.
Foto: Jorge Luis Baños/ IPS
La Habana, 21 ene.- La ausencia de políticas públicas en Cuba para el acceso a Internet y su uso creativo, preocupa a especialistas que discuten sobre el tema en blogs. Llaman a trabajar en una alfabetización ciudadana para sacar el mejor provecho de la red.
El debate se desarrolla cuando las autoridades prometieron aumentar el muy restringido acceso a Internet para la población de 11,2 millones de habitantes.
Dejar para luego esa ciberalfabetización “podría ser fatal”, comentó el pasado 13 de enero el crítico de cine Juan Antonio García Borrero en su bitácora Cine Cubano, la Pupila Insomne.
En el texto “Consumo cultural y lugares públicos en Cuba”, el autor sugiere averiguar “qué es exactamente lo que sucede ahora mismo en un parque o plaza donde esté instalado el wifi”.
Por su parte, el también crítico de cine Gustavo Arcos estimó que el mayor interés de los usuarios cubanos pasa por la interactividad con sus familiares y amigos.
“No hay tiempo para más. La conexión sigue siendo costosa e inestable, por tanto los ciudadanos prefieren comunicarse con sus seres más queridos y no navegar por la web, visitar sitios interesantes, o descargar videos y textos culturales”, opinó.
Uso actual
La estatal y única Empresa de Telecomunicaciones de Cuba informó al cierre de 2015 que existen a lo largo del territorio nacional 58 zonas de acceso inalámbrico a Internet.
Añadió que allí se conectan como promedio unas 150.000 personas diarias, es decir, el 1,3 por ciento de la población. Las tarifas del servicio rondan los dos dólares por hora de acceso, en un país con un salario promedio estatal de 23 dólares mensuales.
Por ello, argumentó Arcos, “no veo cómo pueden los ciudadanos que tan alto precio deben pagar por el servicio wifi, dedicarse a otra cosa, mucho menos a lo que tú llamas, desarrollar su espíritu crítico e innovador”.
Agregó que ante la imposibilidad inmediata del acceso generalizado a la red de redes desde las casas, es necesario “promocionar mejor nuestros sitios (digitales), permitir el libre flujo de información, enseñarle a nuestros niños y niñas a tener y defender sus criterios; buscar, dialogar y respetar las diferencias debe ser prioridad en los programas de enseñanza”.
Sin embargo, el ensayista Víctor Fowler fue más incisivo al remarcar “la horrible debilidad de las redes nacionales: su casi total insignificancia para nuestras vidas”.
“Tan terrible como lo anterior es la escasez de opinión pública acerca de ello en espacios como la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (en su caso por ser quizás la tribuna principal de los científicos sociales cubanos), el silencio inducido alrededor del tema en el sistema universitario y en los diversos medios de prensa”, continuó.
Fowler abogó por que los ciudadanos aprendan a usar las tecnologías en virtud de sus necesidades más puntuales, a fin de “buscar mayor especialización e incidencia en la vida de sus comunidades cercanas”, donde se encuentran los usuarios potenciales.
Encuentro
Asimismo, Borrero comentó que tanto en los espacios públicos donde está instalado el wifi como en las salas de navegación de la Uneac los usuarios “son simples consumidores de Facebook y sucedáneos”, fenómeno que atribuyó a la “ausencia de una política encaminada a impulsar el uso creativo de las tecnologías”.
Exhortó entonces a las instituciones estatales a poner los recursos en función de una alfabetización tecnológica.
A su juicio, lo primero es persuadir a los directivos con capacidad de diseñar políticas integradoras de los saberes provenientes de la cultura, educación y nuevas tecnologías.
Adelantó que los venideros 11 y 12 de febrero se efectuará en el Callejón de los Milagros de la central ciudad de Camagüey, a 560 kilómetros al este de La Habana, el I Encuentro sobre cultura audiovisual y tecnologías digitales en Cuba, con el objetivo según la convocatoria de “impulsar de un modo práctico lo que otras veces hemos llamado campaña de ciberalfabetización comunitaria”.
Además de presentaciones y debates, los organizadores planean una Feria del Libro Electrónico, a través de una Intranet y un wifi local, dándole la posibilidad a la gente que descarguen libros, enciclopedias, películas y textos de utilidad, añadió. (2015)
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