http://eldiablo-ilustrado.blogspot.com/
Hoy, 11 de noviembre, la trova está de fiesta,
cumple el trovador Vicente Feliú 70 años. Aquí van algunas maneras en
que vamos a celebrarlo.
….
PROGRAMA CANTAUTORES DE RADIO CADENA HABANA
(99.9 FM y 1080 AM), de 9.00 am a 10.30 am edición dedicada a la obra de
Vicente.
LOS 70
DEL TINTO
Vicente
Feliú y sus canciones en concierto celebrando 70 noviembres Centro
Hispanoamericano de Cultura, Malecón entre Prado y Cárcel
Sábado
11 de noviembre de 2017. 6:00 PPM
Entrada:
$5.00 MN
Invitados
(por orden de aparición): Orquesta Solistas de La Habana, Jorge Aragón, Niurka
González, Pepe Ordás, Alejandro Valdés, Silvio Rodríguez, Frank Fernández,
Alina Neira y Aurora de Los Andes Feliú
Les
esperamos
…… .
HOMENAJE
A VICENTE FELIÚ Y AL 19 ANIVERSARIO DE A GUITARRA LIMPIA
El
próximo 12 de noviembre a las 5 de la tarde en el patio de las yagrumas del
Centro Pablo celebraremos el 19 aniversario del espacio A guitarra limpia con
la realización del concierto Créeme que seguimos siguiendo en el que un grupo
de trovadores latinoamericanos y cubanos homenajeará el 70 cumpleaños de su
hermanito de oficio Vicente Feliú, uno de los fundadores de la nueva trova.
Allí
estarán entonces Pepe Ordás, Rey Montalvo, Karel García, Mauricio Figueiral y
la hija de Vicente, Aurora de los Andes Feliú, quien ha bebido del ejemplo de
su padre y también se dedica a regalar poesía con su guitarra.
Por otra
parte, nos acompañarán cantautores de varios países hermanos: el paraguayo
Ricardo Flecha (que interpretará sus versiones en guaraní de varias canciones
de Silvio); Jaz Arenas, de Colombia, y Pedro Munhoz, de Brasil. La complicidad
inicial para reunir a estos artistas hermanos hay que agradecerla muy
especialmente al cantautor argentino. Gabo Sequeira.
Créannos
que seguimos siguiendo, con la compañía imprescindible de la canción, el
compromiso y la belleza, para celebrar ese día el 19 aniversario del espacio A
guitarra limpia en el que han participado, para nuestra alegría, todas las
generaciones y tendencias de la nueva trova cubana.
…………….
VICENTE, EN EL PUÑO UN CORAZÓN
Yo soy de todas partes
donde algún día un corazón se levantó.
Llevo en la frente una verdad como la luz
y en la mirada una barrena a más allá.
Con espíritu
martiano, como siguiendo el camino de los versos sencillos, llegó hace ya cinco
décadas a la canción cubana Vicente Feliú.
Por allá por los
años 63 o 64 llega la amistad en días de Secundaria Básica “José Antonio
Echeverría” con un estudiante delgaducho, inquieto, humano, con inquietudes
artísticas, Silvio Rodríguez. Llegan los días del
Servicio Militar, se separan los dos amigos, y cada cual toma su rumbo, entre
el toque de diana, las marchas, el arme y desarme del fusil, las frías e
interminables guardias donde filosofar y buscar versos entre la soledad
universal, se vuelve una necesidad, una manera de hacer pasar el tiempo en esa
larga complicidad con las estrellas.
Un día, quizá de
pase, se reencuentran los amigos; ambos habían aprovechado el tiempo para hacer
las primeras canciones. Se sientan a compartir sorpresas; están haciendo un
tipo de canción rara, según lo que se escuchaba hasta entonces:
A veces miro
los libros y miro al portón
y soledad
solo encuentro y un hueco en mi ser
y un mono
gris que me aúlla cuando no estás tú.
Vicente Feliú
Miranda nació el 11 de noviembre de 1947. Su padre, quien hizo hermosas
canciones de amor trovadorescas, fue quien le enseñó a tocar guitarra. Luego
vendrían aquellos primeros encuentros con Silvio y tras él Noel Nicola,
Pablo Milanés y otros jóvenes que en la
convulsión social de eso primeros años de la revolución cubana, buscan decir
ese nuevo mundo en sus canciones.
Yo soy de todas partes
y hacia todas partes llevo mi canción
porque este canto que nació del batallar
ha sido un parto de los que han echado a andar.
Yo soy de todas partes
pues todo sitio es bueno para reposar
y también sé que en mi camino sin final,
mientras más queden, muchos más lo seguirán.
El 18 de
febrero de 1968 Haydée Santamaría propone a algunos de estos muchachos que
traen canciones que ponen en el punto central de su mirilla a la sociedad
cubana, hacer un primer concierto. Un año antes, en julio y agosto de 1967 ella
había convocado en Casa de las Américas al Primer Encuentro de la Canción
Protesta, al que acudieron más de 50 cantores de todos los rincones del mundo.
Isabel Parra y Ángel Parra, Daniel Viglietti, Oscar Chávez, Martha Jean Claude,
Peggy Seeger, Los Olimareños, Alfredo Zitarrosa, Raimon, Barbara Dane, Carlos
Puebla, Oscar Matus y Armando Tejada Gómez entre otros, se reunieron en La
Habana para compartir un canto con elementos comunes, el rescate de lo mejor de
la tradición de sus pueblos, y una poética que encarnaba las luchas contra el
imperialismo, contra el apartheid, el colonialismo, la guerra en Viet Nam y la
liberación de América Latina. Haydée veía en estos jóvenes trovadores cubanos
esas mismas inquietudes, de ahí que les brindara su Casa para que empinaran el
nuevo canto.
¿Quién no ha soñado su velorio,
con los
amigos dando espaldas y algún busto de Vallejo?
¿Quién ha
vencido a la tristeza,
quién no ha
rodado entre sus piernas en las noches solitarias?
¿Quién va a
morirse esta mañana?
¿Quién va a
morirse esta mañana?
El 18 de
febrero de 1968, Casa de las Américas abre sus puertas al primer concierto de
la Nueva Trova, Silvio, Pablo y Noel, son los convocados, apenas tienen un
puñado de canciones compuestas que tras hora y media se han agotado. El público
quiere más, y uno de ellos —algunos creen recordar que Silvio— confesó que ya
no tenían más, así que, o repetían las ya cantadas o invitaban a algunos del
público que hacían canciones también. De esta manera subieron a mostrar sus
primeros cantos Martin Rojas, Eduardo Ramos y Vicente Feliú.
No es fácil, no.
En cualquier calle
te espera el peligro de ser joven
y en cualquier hoja
se engendra un poema peligroso.
No es fácil, no.
Pero se lucha.
Mal mirados por
algunos, porque traen nuevas y hondas luces a la canción, cuestionan y combaten
por “virar esta tierra de una vez”, con su acción cotidiana y su mejor arma, la
guitarra. Aquellos trovadores, encuentran su espesura poética en el estrecho
vínculo con poetas, pintores y escritores, especialmente con el grupo
aglutinado por la revista cultural El Caimán Barbudo, como Luis Rogelio
Nogueras, Jesús Díaz, Víctor Casaus, Guillermo Rodríguez Rivera, Félix Guerra,
Félix Contreras, Fernando Martínez Heredia, y José Luis (el Gallego) Posada.
Amor, qué único ese amor
y único este
que nace de las ruinas de nosotros
(Qué polvorienta el alma se nos
queda
después de haber amado
y amar aún, de otra manera).
Uno de los más grandes creadores de
canciones en nuestra lengua, el también poeta y pintor español Luis Eduardo Aute, escribió:
Cuatro
elementos fundamentan a la Nueva Trova Cubana:
el
fuego en la ardiente rabia de Silvio Rodríguez;
el
aire en las transparentes atmósferas de Noel Nicola;
el
agua en la apasionante humedad de Pablo Milanés;
y
la tierra, en la firmeza tiernamente humana de Vicente Feliú.
Y ciertamente,
son los puntales de aquella primera generación de la Nueva Trova,
herederos de un largo camino que viene desde mediados del siglo XIX, como una
guitarra que va llegando de trasmano para salvar el alma. Tradición
de aliento poético, bohemio, que mira a lo más hondo del ser humano, de su
entorno, siempre preocupado por lo que sucede en el mundo, ese que va desde el
prójimo más cercano hasta el más remoto paraje donde dos amantes se encuentran,
donde un niño sufre, donde un país se baña de sangre tras la lluvia de bombas
imperiales.
Mujer, olvida las razones,
las que no te daré,
las que no son sino
un pacto con la muerte;
las que puedo escribir,
hablar, cantar y pregonar,
cual noticiero a las ocho en el seis;
las que no dicen más
que el cuerpo y no la fe,
las que claudicarán
ante cualquier hastío.
Un buen día
nació “Créeme” una canción que ha acompañado a Vicente Feliú
como amuleto en su intenso peregrinar por su país y por tantos pueblos,
especialmente latinoamericanos. Este tema fue parte de su primer disco, y con
él estuvo en el frente, cuando la guerra de Angola,
junto a Silvio, y otros músicos que llevaron su arte a los rincones donde
silbaban las balas; allí, con su guitarra llevaba también Vicente su fusil al
hombro.
Créeme,
si no me ves, si no te digo nada,
si un día me pierdo y no regreso nunca.
Créeme que quiero ser machete en plena zafra,
bala feroz al centro del combate.
Otro episodio
importante en la vida de Vicente ocurrió en 1979 cuando forma parte de una
pequeña delegación artística que va actuar a Bolivia;
eran los primeros cubanos que actuaban allí tras el asesinato del Che
en 1967. Fueron arrestados durante su concierto Lázaro García, Augusto Blanca, Sareska Pantoja y Vicente.
Los golpearon y hasta simulacros de fusilamientos suportaron, alcanzaron
estatus casi de desaparecidos. Haydée Santamaría, desde Casa de las Américas, levantó un
movimiento de protesta con personalidades de todo el continente, gracias al
cual fueron liberados.
¿Quién no ha reparado en
que
la muerte es una puta caliente sobre todos los que sienten?
¿Quién no ha entregado una canción,
al menos una, a la muerte, por no seguir su itinerario?
¿Quién va a morirse esta mañana?
¿Quién?
¿Quién va a morirse esta mañana
de hoy?
El camino va por
más de 50 años, en los que giras, conciertos, discos, quedan como huellas para
buscar a ese trovador en toda la dimensión del término que es Vicente Feliú,
—el Tinto, como le llaman sus amigos. Discos como Créeme, No sé
quedarme, Arte poética, Guevarianas, Aurora, y Ansias
del alba (compartido con su hermano Santiago Feliú) atesoran cientos de
canciones, muchas de las cuales son páginas antológicas de la canción cubana,
como “Créeme”, “Mujer olvida las razones”, “Mira como te quiero, mujer”,
“¿Quién va morirse esta mañana?”, “1975. Canto final”, “Pablo”, “No sé
quedarme”, “Cuando vuelva esta vez del mar”, “A los que luchan toda la vida”, y
“1974. Canto No 1” que es esa canción para el instante cero del calendario,
para empezar un año de las manos del amor:
Comienza el primer día
de un año que comienza contigo.
Un año es siempre un año
y nunca es suficiente
y me besas a las doce
y los amigos se abrazan
y algún hereje se acuesta temprano.
Es un hombre
sencillez, tanto en su vida como en su manera de trovar. Casi siempre se
presenta acompañado solamente de su guitarra o con algún amigo como Alejandrito
Valdés, guitarrista a quien suele vérsele en su mismo camino, sean con sus canciones
o con las de otros, pues Vicente gusta de hacer temas de Silvio, Pablo, Noel, o
de jóvenes cantautores, así como se adentra en la llamada trova tradicional,
regalándonos sus versiones, íntimas, serenas, enamoradas.
Ven a recorrer
todo este día de punta a punta,
ven a recorrerme el cuerpo,
mis puertas, mis ventanas,
ven a recorrer
mi poema de luz y fe
y ven a recorrer
mi esperanza.
Vicente
es combatiente de primera línea en toda causa justa, a la par de su nobleza va
el temple y la honestidad para salir al paso a lo mal hecho, al burócrata, y
con su canto y su obra es parte del pueblo que enfrenta al imperio, que
defiende la paz, y que, martianamente, es por naturaleza nuestroamericano, y un
hijo de la patria humana.
De ahí
obras suyas como el Canto de Todos, que convoca cada día a cantores-cantoras
auténticos de nuestros pueblos para acciones diversas.
De ahí
que desatara una campaña por los 5 héroes cubanos, musicalizando textos de Antonio Guerrero y extiendo la invitación a otros
muchos trovadores, del que han salido múltiples obras.
Cuando
estaba aún en prisión, uno de esos hermanos Antonio Guerrero, desde la penitenciaría
Florence, Colorado, en EE.UU. dejó en sus escritos la mejor
semblanza de Vicente Feliú:
La Nueva Trova y la poesía son hermanas. Por ello Vicente no
tardó en tomar aquellos versos “valerosos, leales y risueños, con más amor que
libertad nacidos” y los llevó al centro de su ser: sus canciones, canciones que
han cruzado el mar atravesando muros para dar aliento y esperanza, canciones
que han elevado el amor, la solidaridad y la justicia hasta donde el odio y la
mentira jamás podrán llegar. Pero la hermandad de Vicente con nosotros cinco no
parte de esta relación poesía/canción, ella tiene sus raíces en los principios
revolucionarios que indisolublemente nos han unido desde hace muchos años y que
nos unirán por siempre.
Créeme
Autor: Vicente
Feliú
Créeme,
cuando te diga que el amor me espanta,
que me derrumbo ante un te quiero dulce,
que soy feliz abriendo una trinchera.
Créeme,
cuando me vaya y te nombre en la tarde,
viajando en una nube de tus horas,
cuando te incluya entre mis monumentos.
Créeme,
cuando te diga que me voy al viento
de una razón que no permite espera,
cuando te diga no soy primavera
sino una tabla sobre un mar violento.
Créeme,
si no me ves, si no te digo nada,
si un día me pierdo y no regreso nunca.
Créeme que quiero ser machete en plena zafra,
bala feroz al centro del combate.
Créeme,
que mis palomas tienen de arcoiris
lo que mis manos de canciones finas.
Créeme, créeme
porque así soy
y así no soy de nadie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por opinar