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Por Milena Recio
Por Milena Recio
Foto: Sello de 1984. Ubre Blanca.
Los cubanos nacidos en los últimos veinte años difícilmente relacionarán el paisaje físico de su país con una vaca; aunque sí el paisaje cultural. La tradición que llegó con los españoles y que pasó ya en el siglo xx “de las vacas y toros canadienses a la recordista mundial Ubre Blanca o a la vaquita Pijirigua, de la famosa guaracha de Pedro Luis Ferrer”, fijó en el imaginario cubano cierta “obsesión por comer un buen bistec o de tomar un vaso de leche con café en el desayuno matinal”.1
En 1980 se produjeron 303 mil toneladas de carne vacuna, pero tan solo 152 mil en 1992. La ganadería, que estuvo en el trono de la economía cubana durante la colonia –antes de ser desplazada por la caña de azúcar– y que creció mucho después de 1959, cayó en desgracia tras la desaparición de la URSS. Los insumos necesarios dejaron de llegar. Hubo que hacer autosostenible la alimentación mediante el uso de pastos, árboles proteicos, caña de azúcar y una fuente de nitrógeno no proteico. Nunca más ha alcanzado de vuelta los índices precedentes.2
El sector pecuario, además, resulta estratégico: es el que cierra los ciclos de la agricultura en general, garantizando su equilibrio.
En el primer semestre de 2012 la producción total ganadera decreció en 4,9 % respecto al primer trimestre del año anterior. Disminuyó también la carne vacuna, mientras que la de leche mostró un ligero crecimiento.
La oferta está muy disminuida, y el precio oficial de la carne y la leche de vaca muy lejos del alcance de buena parte de la población. En el mercado negro los precios son inferiores pero, en esos corredores del comercio ilegal, la carne de res, por barata, podría resultar cara.
El artículo 240 del Código Penal sanciona el “sacrificio ilegal de ganado mayor y venta de sus carnes”, con penas de 4 a 10 años de privación de libertad a quien sacrifique; de 3 a 8 a quien venda, transporte o comercie la carne y, por delito de receptación, aquella persona que compre la mercancía a sabiendas de que es ilegal puede recibir una sanción de 3 meses a 1 año de privación de libertad, una multa de 100 a 300 cuotas o ambas penas. En todos los casos puede realizarse además la confiscación de los bienes que estime la autoridad.
En su discurso del 26 de julio de 2007, el presidente Raúl Castro señaló como un objetivo principal “producir más leche para asegurar la que necesitan en primer lugar nuestros niños –estamos hablando de alimento fundamentalmente de niños, y de enfermos, con eso no se puede jugar tampoco–. […] Hay que borrarse de la mente eso de los 7 años. Llevamos 50 años diciendo que hasta los 7 años. Hay que producir leche para que se la tome todo el que quiera tomarse un vaso de leche y hay tierras para producirla”.
La nueva política económica contenida en los Lineamientos Económicos y Sociales que resultaron del VI Congreso del Partido Comunista deja margen a reformas importantes que todavía no han llegado a implementarse en este sector productivo de la agricultura cubana. Muchos esperan celeridad y constancia, rectificación de viejas políticas y aperturas osadas que permitan reanimar la producción de leche y carne. Quizás vengan en camino. Mientras, los cubanos seguimos alimentando nuestra añoranza por la res.
Notas:
1 Reinaldo Funes Monzote: “Cultura ganadera en la historia de Cuba. Una aproximación”, en Catauro, a. 13, no. 25, La Habana, 2012.
2 Rena Pérez: “La ganadería cubana en transición”, en Catauro, ibídem.
Medidas sugeridas a partir de la nueva política económica en Cuba
Consolidación de un mercado de insumos y medios de producción.
Diversificación de las formas de producción.
Capacidad de decisión del productor a lo largo del ciclo producción-comercialización-consumo.
Disponibilidad de financiamiento y asistencia técnica para aquellos que se inicien en el proceso productivo.
Posibilidad de libre contratación de la fuerza de trabajo.1
1 Armando Nova González: “Impacto de los Lineamientos de la Política Económica y Social en la producción nacional de alimentos”, en Economía cubana, ensayos para una reestructuración necesaria, Colectivo de autores, 2013.
A sacar cuentas…
Un interesante cálculo ha hecho el economista cubano Armando Nova. Resulta que el Estado le paga al productor a 2,50 pesos el litro (0,10 CUC), y realiza además un pago adicional en 0,02 CUC. El total es entonces 0,12 CUC por litro. Al mismo tiempo, el precio de importación de una tonelada de leche en polvo entera es de 3 914,0 USD (marzo de 2012), situada en el puerto de La Habana, incluyendo costo, seguro y flete. A la vez, una bolsa de leche (1 kg) da lugar a 10 litros de leche fluida, lo que representa que el precio pagado al productor internacional por el litro de leche sea de: 0,39 USD. De lo que se deriva que el productor nacional solo recibe el 30 % (¡la tercera parte!) del precio pagado por la importación.1
1 Idem.
¿Cuánto cuesta la leche?
Si un consumidor va a la “shopping” (comercios en CUC) encuentra el kg a 5,75 CUC. Si, en cambio, recurre al mercado negro, en La Habana, la encontrará, según la demanda, entre 75 y 90 pesos cubanos el kg (entre 3 y 3,60 CUC). Se trata leche en polvo, generalmente “desviada” (robada) de las asignaciones estatales para el “consumo social”, la “cuota” para niños menores de 7 años y “dietas” especiales para enfermos. Algunos productores venden también leche líquida excedente, sin pasteurizar, puerta a puerta por las ciudades. En La Habana no abunda esta oferta, pero se le puede encontrar a 20 pesos el envase de 1,5 litros.
Comerse un bistec… en La Habana
En los mercados en CUC el kg de carne tiene precios muy altos para el bolsillo promedio:
Carne de segunda: 6,50 CUC
Pieza para bistec: 9,00 CUC
Filete: 16,50 CUC
¿Y en el mercado negro? Suele encontrarse a 5,00 CUC. Pero… ¡cuidado con la Ley! Y tampoco hay garantías sanitarias.
¿En un restaurante?
Estatales
El Palenque: 3,50 CUC
La Ferminia: 5,00 CUC
La Bodeguita del Medio: 16,00 CUC
Privados
El Cantonés (Barrio Chino): 5,00 CUC
La Casa: 12,00 CUC
Bom Apetite: 15,00 CUC
Los cubanos nacidos en los últimos veinte años difícilmente relacionarán el paisaje físico de su país con una vaca; aunque sí el paisaje cultural. La tradición que llegó con los españoles y que pasó ya en el siglo xx “de las vacas y toros canadienses a la recordista mundial Ubre Blanca o a la vaquita Pijirigua, de la famosa guaracha de Pedro Luis Ferrer”, fijó en el imaginario cubano cierta “obsesión por comer un buen bistec o de tomar un vaso de leche con café en el desayuno matinal”.1
En 1980 se produjeron 303 mil toneladas de carne vacuna, pero tan solo 152 mil en 1992. La ganadería, que estuvo en el trono de la economía cubana durante la colonia –antes de ser desplazada por la caña de azúcar– y que creció mucho después de 1959, cayó en desgracia tras la desaparición de la URSS. Los insumos necesarios dejaron de llegar. Hubo que hacer autosostenible la alimentación mediante el uso de pastos, árboles proteicos, caña de azúcar y una fuente de nitrógeno no proteico. Nunca más ha alcanzado de vuelta los índices precedentes.2
El sector pecuario, además, resulta estratégico: es el que cierra los ciclos de la agricultura en general, garantizando su equilibrio.
En el primer semestre de 2012 la producción total ganadera decreció en 4,9 % respecto al primer trimestre del año anterior. Disminuyó también la carne vacuna, mientras que la de leche mostró un ligero crecimiento.
La oferta está muy disminuida, y el precio oficial de la carne y la leche de vaca muy lejos del alcance de buena parte de la población. En el mercado negro los precios son inferiores pero, en esos corredores del comercio ilegal, la carne de res, por barata, podría resultar cara.
El artículo 240 del Código Penal sanciona el “sacrificio ilegal de ganado mayor y venta de sus carnes”, con penas de 4 a 10 años de privación de libertad a quien sacrifique; de 3 a 8 a quien venda, transporte o comercie la carne y, por delito de receptación, aquella persona que compre la mercancía a sabiendas de que es ilegal puede recibir una sanción de 3 meses a 1 año de privación de libertad, una multa de 100 a 300 cuotas o ambas penas. En todos los casos puede realizarse además la confiscación de los bienes que estime la autoridad.
En su discurso del 26 de julio de 2007, el presidente Raúl Castro señaló como un objetivo principal “producir más leche para asegurar la que necesitan en primer lugar nuestros niños –estamos hablando de alimento fundamentalmente de niños, y de enfermos, con eso no se puede jugar tampoco–. […] Hay que borrarse de la mente eso de los 7 años. Llevamos 50 años diciendo que hasta los 7 años. Hay que producir leche para que se la tome todo el que quiera tomarse un vaso de leche y hay tierras para producirla”.
La nueva política económica contenida en los Lineamientos Económicos y Sociales que resultaron del VI Congreso del Partido Comunista deja margen a reformas importantes que todavía no han llegado a implementarse en este sector productivo de la agricultura cubana. Muchos esperan celeridad y constancia, rectificación de viejas políticas y aperturas osadas que permitan reanimar la producción de leche y carne. Quizás vengan en camino. Mientras, los cubanos seguimos alimentando nuestra añoranza por la res.
Notas:
1 Reinaldo Funes Monzote: “Cultura ganadera en la historia de Cuba. Una aproximación”, en Catauro, a. 13, no. 25, La Habana, 2012.
2 Rena Pérez: “La ganadería cubana en transición”, en Catauro, ibídem.
Medidas sugeridas a partir de la nueva política económica en Cuba
Consolidación de un mercado de insumos y medios de producción.
Diversificación de las formas de producción.
Capacidad de decisión del productor a lo largo del ciclo producción-comercialización-consumo.
Disponibilidad de financiamiento y asistencia técnica para aquellos que se inicien en el proceso productivo.
Posibilidad de libre contratación de la fuerza de trabajo.1
1 Armando Nova González: “Impacto de los Lineamientos de la Política Económica y Social en la producción nacional de alimentos”, en Economía cubana, ensayos para una reestructuración necesaria, Colectivo de autores, 2013.
A sacar cuentas…
Un interesante cálculo ha hecho el economista cubano Armando Nova. Resulta que el Estado le paga al productor a 2,50 pesos el litro (0,10 CUC), y realiza además un pago adicional en 0,02 CUC. El total es entonces 0,12 CUC por litro. Al mismo tiempo, el precio de importación de una tonelada de leche en polvo entera es de 3 914,0 USD (marzo de 2012), situada en el puerto de La Habana, incluyendo costo, seguro y flete. A la vez, una bolsa de leche (1 kg) da lugar a 10 litros de leche fluida, lo que representa que el precio pagado al productor internacional por el litro de leche sea de: 0,39 USD. De lo que se deriva que el productor nacional solo recibe el 30 % (¡la tercera parte!) del precio pagado por la importación.1
1 Idem.
¿Cuánto cuesta la leche?
Si un consumidor va a la “shopping” (comercios en CUC) encuentra el kg a 5,75 CUC. Si, en cambio, recurre al mercado negro, en La Habana, la encontrará, según la demanda, entre 75 y 90 pesos cubanos el kg (entre 3 y 3,60 CUC). Se trata leche en polvo, generalmente “desviada” (robada) de las asignaciones estatales para el “consumo social”, la “cuota” para niños menores de 7 años y “dietas” especiales para enfermos. Algunos productores venden también leche líquida excedente, sin pasteurizar, puerta a puerta por las ciudades. En La Habana no abunda esta oferta, pero se le puede encontrar a 20 pesos el envase de 1,5 litros.
Comerse un bistec… en La Habana
En los mercados en CUC el kg de carne tiene precios muy altos para el bolsillo promedio:
Carne de segunda: 6,50 CUC
Pieza para bistec: 9,00 CUC
Filete: 16,50 CUC
¿Y en el mercado negro? Suele encontrarse a 5,00 CUC. Pero… ¡cuidado con la Ley! Y tampoco hay garantías sanitarias.
¿En un restaurante?
Estatales
El Palenque: 3,50 CUC
La Ferminia: 5,00 CUC
La Bodeguita del Medio: 16,00 CUC
Privados
El Cantonés (Barrio Chino): 5,00 CUC
La Casa: 12,00 CUC
Bom Apetite: 15,00 CUC
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