Es conocida la falta de preparación en historia y geografía de muchos funcionarios del Gobierno de Estados Unidos. Un ejemplo lo evidenció recientemente Helen Aguirre Ferré, “asesora” del presidente Donald Trump.
De ascendencia nicaragüense, la “asesora” expuso en entrevista a la agencia de noticias EFE, la “insatisfacción del Presidente Trump con los acuerdos firmados por la administración Obama, entre EE.UU. y Cuba”.
Demostrando total ignorancia en temas cubanos, la señora Aguirre afirmó: “Cuba mantiene a fugitivos de la justicia estadounidense, tiene que entregar a esas personas y hablar también sobre la importancia de elecciones libres, y liberar a los presos políticos”.
¿Habrá pensado bien lo que iba a declarar antes de hacer tales afirmaciones? Evidentemente no.
En primer lugar, quien mantiene a cientos de fugitivos de la justicia cubana en suelo estadounidense desde hace 58 años, es precisamente su Gobierno, quien acogió a asesinos, ladrones y violadores de los derechos humanos que lograron asilo en Estados Unidos desde el 1ro de enero de 1959.
Si la “asesora” Aguirre Ferré desea comprobarlo, debe solicitar a los archivos del Departamento de Estado, las notas diplomáticas enviadas por el Gobierno cubano el año 1959, reclamando la extradición de connotados asesinos bajo las órdenes del tirano Fulgencio Batista, a partir del Tratado de Extradición vigente entre Cuba y los Estados Unidos.
Su país no devolvió uno solo y todos recibieron la categoría de “refugiados”.
Entre los muchos asesinos están:
Jesús Blanco Hernández. Ex Comandante de la marina de guerra batistiana. En enero de 1959 estaba retenido en el Centro migratorio, Mc Allen, en Texas.
Conrado Carratalá Ugalde. Ex jefe del Departamento de la Dirección de la policía batistiana. Criminal de guerra en la causa No. 3 de 1959.
José Ramón Conte Hernández. Asesino del estudiante y obrero, Antonio Díaz Santana. Prófugo de la Causa no. 448 de 1959, sancionado a 30 años de prisión.
Luis Alberto del Rio Chaviano. General de Brigada del ejército batistiano. Asesino de varios revolucionarios.
Sotero Delgado Méndez. Uno de los autores del asesinato del Dr. Pelayo Cuervo Navarro. Cuba solicitó su extradición en nota diplomática. Juzgado en la Causa No. 321/57, tribunal de Marianao, por el delito de asesinato. El Suplicatorio y Testimonio de Lugares correspondientes e instrucciones, fueron remitidos en mayo 27 de 1959.
Orlando Piedra Negueruela, Mariano Faget Díaz y Rafael M. A. Gutiérrez Martínez, prófugos de la justicia cubana por asesinatos y torturas, cometidos durante la tiranía. Juzgados en la Causa No. 321/57. Obtuvieron refugio a pesar de la solicitud de extradición oficial enviada por las autoridades cubanas el 23 de marzo de 1959.
Armentino Feria Pérez. Miembro de los llamados “Tigres de Masferrer”, célebre por sus asesinatos. Fue reclamado a través de notas diplomáticas del 12 de enero y el 20 de enero de 1959, de acuerdo con el Tratado de Extradición vigente.
José Franco Mira. Ex miembro del Buró de Investigaciones del régimen de Batista y asesino de los revolucionarios Sergio González “El Curita” y de Efraín Alfonso Liriano. Sancionado a 30 años de prisión en la Causa 833/61.
Pilar Danilo García y García. General de Brigada, jefe de la policía del tirano; autor de varios asesinatos. Huyó de Cuba en enero de 1959 y fue aceptado como refugiado en EE. UU.
Irenaldo Remigio García Báez. Teniente coronel, ex jefe del Servicio de Inteligencia Militar de Batista, e hijo del General de Brigada Pilar García. A pesar de sus crímenes, fue acogido como refugiado.
Nicolás Hernández Méndez. Prófugo de la justicia cubana. Miembro de la banda represiva al mando de Rolando Masferrer. Asesinó al joven Mario Cardet Pérez y otros revolucionarios. Huyó de Cuba en enero de 1959.
Julio Stelio Laurent Rodríguez. Oficial del Servicio de Inteligencia Naval de la tiranía batistiana. Asesino del capitán Jorge Agostini. Reclamado a Estados Unidos en notas diplomáticas del día 9 y 20 de enero de 1959, por ser autor de gravísimos delitos comunes, con causas pendientes en tribunales cubanos. Estuvo retenido en el Centro Migratorio, Mc Allen, en Texas, junto a Rolando Masferrer Rojas y ambos recibieron refugio.
Lutgardo Martín Pérez Molina. Teniente Coronel de la policía batistiana, prófugo de la justicia cubana, obtuvo refugio a pesar de ser reclamado por los tribunales cubanos por múltiples delitos comunes.
Rolando Masferrer Rojas. Gánster profesional y agente del FBI; asesinó a decenas de personas durante la tiranía de Batista. Cuba solicitó su extradición, pero EE.UU. le concedió el refugio. Arribó a ese país con una maleta con 17 millones de dólares robados al Estado cubano.
A esos debe sumarle al asesino Luis Posada Carriles, autor de la voladura en pleno vuelo del avión cubano en 1976, donde fallecieron 76 pasajeros y los explosivos colocados en varios hoteles de La Habana, donde murió un turista italiano.
Los norteamericanos a los que Cuba otorgó asilo, son disidentes políticos, miembros de organizaciones opositoras al sistema capitalista, perseguidas por el FBI.
En relación a las afirmaciones de la “asesora” de que Donald Trump, cree que Cuba, “con todo lo que se le ha regalado, no ha hecho ninguna concesión”, evidentemente ella no saben de los cientos de actos terroristas cometidos por las administraciones yanquis contra el pueblo cubano, incluida la guerra biológica, algo que no puede catalogarse como “regalos”, por los miles de muertos y heridos causados.
Tampoco Estados Unidos hizo ningún regalo con las medidas tomadas por Barack Obama. Tales acciones buscan el mismo objetivo de desmontar el sistema socialista, pero desde adentro.
En su comunicado la Casa Blanca expresó claramente:
“Décadas de aislamiento de Cuba no han conseguido nuestro perdurable objetivo de promover el surgimiento de una Cuba estable, próspera y democrática. Restringió nuestra capacidad para influenciar el curso de los acontecimientos en el hemisferio occidental, e imposibilitó el uso de toda una gama de medidas que Estados Unidos puede utilizar para promover un cambio positivo en Cuba”.
Si Trump va a priorizar el tema de los derechos humanos, entonces deberá tomar en cuenta la criminal Guerra Económica y escuchar el reclamo de todos los países integrantes de las Naciones Unidas, pues tantas personas no pueden estar equivocadas.
Por eso decía José Martí:
“La ignorancia es la garantía de los extravíos políticos”
*Arthur González, cubano, especialista en relaciones Cuba-EE.UU., editor del Blog El Heraldo Cubano.
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