A casi 50 años de la muerte de Pablo Neruda, un equipo internacional de forenses concluyó que el poeta y Nobel de Literatura chileno murió envenenado. Según la versión oficial hasta ahora, Neruda murió de cáncer de próstata en una clínica de Santiago el 23 de septiembre de 1973 -doce días después del golpe de Estado de Augusto Pinochet, iniciado por la CIA, contra el Gobierno izquierdista del presidente Salvador Allende-, horas antes de que un avión lo trasladara al exilio mexicano. Por otra parte, su antiguo secretario y chófer, Manuel Araya, había testificado que al destacado opositor a la junta fascista se le había administrado allí una inyección letal. Ahora parece haber certeza de que Neruda, que también era miembro del Comité Central del Partido Comunista chileno, fue asesinado.
El miércoles (hora local), un grupo de expertos entregó el informe forense a la ministra Paola Plaza, cuya entrega se había aplazado dos veces debido a los incendios forestales en Chile. Según las autoridades judiciales, los resultados completos se publicarán el 7 de marzo. Sin embargo, el sobrino de Neruda, el abogado Rodolfo Reyes, ya había comentado con antelación el contenido del informe preliminar. Según el informe, el examen médico forense pudo detectar la bacteria Clostridium botulinum en el cuerpo del poeta. Esta bacteria produce una toxina que paraliza los músculos y puede provocar la muerte. "Ahora sabemos que no había ninguna razón médica para que el Clostridium botulinum estuviera en sus huesos", dijo Reyes a la agencia española de noticias Efe el lunes. Neruda está enterrado junto a su esposa Matilde Urrutia en su antigua casa de Isla Negra (120 kilómetros al oeste de Santiago de Chile). Según el informe forense de los expertos, los gérmenes no habían entrado en el cuerpo del poeta muerto desde el ataúd ni desde los alrededores. "Esto significa que Neruda fue asesinado en 1973 mediante la intervención de agentes del Estado", explicó Reyes.
La investigación confirma las acusaciones realizadas por el antiguo chófer de Neruda hace más de diez años. Araya siempre había afirmado que Neruda le había llamado excitado desde el hospital sólo unas horas antes de su muerte y le había dicho que le habían puesto una inyección mientras dormía. Después de que inicialmente no se investigara la acusación, el Partido Comunista de Chile presentó en 2011 una querella criminal por sospecha de asesinato para forzar una investigación. Basándose en la denuncia, un tribunal de Santiago ordenó la exhumación de los restos de Neruda en 2013. En 2015, las autoridades chilenas declararon que lo más probable era que el poeta hubiera sido asesinado por un tercero. Sin embargo, no fue posible determinarlo con mayor precisión porque el Instituto Forense chileno no contaba en ese momento con la tecnología necesaria para probar un envenenamiento ocurrido 40 años atrás. Sin embargo, expertos internacionales confirmaron en 2017 que el escritor no había muerto de cáncer de próstata.
El comunista Pablo Neruda fue uno de los más destacados defensores internacionales del gobierno chileno del Frente Popular (Unidad Popular) y un serio opositor a los generales golpistas fascistas. Las obras del poeta, galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1971, estuvieron prohibidas en Chile entre 1973 y 1990. Antes de la exhumación en 2013, el abogado del Partido Comunista Eduardo Contreras había sospechado que el móvil de un posible asesinato era impedir la huida de Neruda a México. Desde allí, había querido organizar la resistencia mundial contra la dictadura en su país natal. Debido a su reputación e influencia internacional, Neruda en el exilio habría sido una amenaza tanto para el dictador Pinochet y su junta como para EE.UU., cuyos servicios secretos habían preparado y apoyado el golpe, explicó Contreras. Rodolfo Reyes declaró en su día que su madre ya le había dicho poco después de la muerte de Neruda: "Asesinaron a tu tío".
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