Por Neisa Mesa del Toro *
El archipiélago Jardines de la Reina, formado por unos 600 cayos e islotes al sur de la región central de Cuba, está considerado el mayor espacio de naturaleza virgen de la Isla.
Convertido hoy en un Parque Nacional lo distingue el buen estado de los arrecifes coralinos, la alta productividad de los manglares, los pastos marinos y la abundancia y talla de los peces, entre las más altas del mundo.
Está ubicado al sur de las centrorientales provincias de Camagüey y Ciego de Avila y se estima como el archipiélago mejor conservado de los cuatro que rodean la nación cubana.
La carencia de desarrollo poblacional y de actividades humanas intensas, unido a su aislamiento geográfico, dan muestra del elevado endemismo y la fragilidad de los recursos marinos.
Esa área protegida de inigualable belleza natural deleitó hace más de cinco siglos al almirante Cristóbal Colón, quien durante su bogeo por el litoral, los denominó como los Jardines de la Reina, en honor a la entonces monarca de España.
Actualmente, especialistas cubanos con el apoyo del Fondo Mundial para la Naturaleza, desarrollan allí un proyecto encaminado al cuidado y preservación de la biodiversidad.
Muchos investigadores lo consideran como el reservorio marino más importante del Caribe, de ahí que este prohibida la pesca comercial y cualquier otra explotación de sus recursos.
El excelente estado de conservación de la barrera coralina, las bellezas de la vegetación y de los fondos marinos, convierten a esos parajes en un sitio ideal para la práctica de buceo contemplativo y la pesca recreativa de captura y liberación. Por esos cayos cubanos desovan cuatro especies de tortugas marinas (verde, carey y caguama) y se encuentra la principal población de cobos (Strombus gigas) del país.
También resalta la flora y fauna terrestres donde pelícanos, gaviotas, gavilanes y carpinteros conviven con zunzunes y bijiritas, los cuales unido a iguanas y jutías dan un colorido exclusivo al entorno.
Según estudios los cayos de la porción centro-occidental del archipiélago Jardines del la Reina, conocidos como el Laberinto de las Doce Leguas, se formaron por la acumulación durante años de sedimentos sueltos, únicamente retenidos por la vegetación, en la que predominan los manglares y matorrales de costas arenosas.
Están considerados ecosistemas muy frágiles y debido a la poca extensión de tierra firme, funcionan como pequeñas islas ecológicas, ya que el material biológico está aislado de los núcleos poblacionales.
SITIO PERFECTO PARA TURISMO ESPECIALIZADO
El mundo subacuático del Parque Nacional Jardines de la Reina, constituye un sitio ideal para la práctica de la pesca recreativa y del buceo contemplativo en Cuba.
La zona, con fondos poco profundos y un relieve irregular, sirve de hábitat a esponjas, gorgóneas, moluscos, crustáceos, especies coralinas y de abanicos, algas, coral negro y a más de cien variedades de peces, los cuales le confieren un alto valor estético, educativo y científico.
Allí se ejecuta un programa de turismo especializado muy acogido por visitantes italianos, canadienses, rusos, checos e ingleses, quienes despiertan gran interés por la modalidad de vida a bordo.
Con unas 17 embarcaciones para la pesca y 50 puntos de buceo en todo el litoral, Jardines de la Reina, dispone del Hotel-Boat Avalon Tortuga, el cual funciona como un hotel flotante con siete cabañas, que recibe a turistas cada seis días.
Juan Carlos Morales, uno de los guías de pesca deportiva en esos islotes, señaló a Prensa Latina, que emplean el método de captura-marca-suelta para preservar las especies de habitan en la región.
Ese rosario de ínsulas, situada en la costa sur cubana, está rodeado por corrientes marinas y un rico arrecife coralino donde viven variedades de peces muy atractivos para los turistas foráneos que gustan disfrutar de las profundidades. También existe un centro internacional de buceo que oferta inmersiones en toda la extensión de los cayos Grande, Caballones, Anclitas, Piedra Grande y Cachiboca.
Uno de los conjuntos más predominante lo constituyen los cayos de Ana María, que cubren la extensa área de la plataforma marina, formada por porciones de tierra pocos consolidadas geológicamente.
Las costas poco profundas, más la presencia de grandes arenales y plantas acuáticas, convierten a la región en cobija y fuente de alimentos para numerosas especies de peces, crustáceos y moluscos que van allí a reproducirse o desovar.
La posición geográfica de Jardines de la Reina lo convierten en un posible corredor biológico potencial, al tomar la costa Sur como punto de partida y los cayos de las Doce Leguas como destino, y viceversa.
Muchos especialistas afirman que los Cayos de Ana María constituyen una zona de cría importante para la ornitofauna, tanto terrestre como marina al incluirse en la ruta migratoria de más de 70 especies.
Hoy a 500 años de su descubrimiento los Jardines de la Reina continúan deslumbrando a turistas e investigadores quienes llegan al lugar en busca de distracción o ampliar sus conocimientos.
* Corresponsal de Prensa Latina en la provincia cubana de Ciego de Avila |
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