"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

viernes, 13 de diciembre de 2013

La ducha que aún no llega al plato

Por Rogelio Serrano Pérez / Fotos: Leandro Pérez Pérez 
Adelante

Por ineficiencias en el comercio la mermelada, que pudo alimentar a cientos de personas, fue a dar a las bocas de 18 cerdos del autoconsumo de la UBPC.Camagüey.- ¡¿Mermelada de guayaba para los puercos?! Sí, los cerdos de la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) Jimaguayú, de Vertientes comían medio tanque de aquel alimento para humanos, el día que este equipo de Adelante Digital visitó el lugar para valorar la recuperación de los sistemas de riego allí y en la vecina unidad Ignacio Agramonte. 

Aquellas frutas procedían de seis hectáreas sin el beneficio del riego, lo cual hizo más preocupante el asunto, pues en ambas cooperativas existen planes de incrementar sus producciones de guayaba, bajo irrigación. Entonces, frente a rollos así uno se pregunta cómo enfrentar sin mermas el lógico incremento de las cosechas en sitios como este en Vertientes donde hay cientos de hectáreas recuperadas bajo riego.

MÁS RIEGO, ¿MÁS ORDEN O MÁS REGUERO? 

El crecimiento de áreas con sistemas de riego conlleva a un auge productivo que impacta en mejorar el equilibrio de nuestros campos y de nuestras mesas, pero si la comercialización falla el boom agrícola puede convertirse en un fracaso económico. 

Según explicó Rigoberto Rojas Fernández, jefe de producción de la UBPC Jimaguayú, el “banquete” de los cerdos solo aquel día le costó a la cooperativa unos 240 pesos, pues eran alrededor de 40 kilogramos y ellos tasaron en seis pesos el kilogramo. 

“Tuvimos el pico de cosecha en septiembre. Teníamos tres toneladas contratadas y ratificadas con Acopio, pero no pudieron comercializarlas; lo que se vendió a través de ellos fue porque nosotros le buscamos el comercio, porque la entidad que encontramos interesada en comprar no podía hacerlo de manera directa a nosotros. 

“Como era mucha la guayaba que se nos quedaba buscamos la alternativa de procesarla en una minidustria rústica de aquí, así salió un poco. Pero para hacer eso compramos el azúcar a seis pesos la libra, entonces nos salió muy alto el costo de la mermelada, y por eso no pudimos venderla toda. Hemos tenido que echarle mermelada de guayaba a nuestros puercos porque no tenemos refrigeración y se nos fermentó el producto, así ya no se podemos venderle a la población”, argumentó Rigoberto. 

Alberto Cuellar Pérez, director de Acopio en Vertientes, discrepó de la poca ayuda dada por su empresa a la cooperativa. “Incumplimos con ellos, pero fue porque en la etapa de maduración de la guayaba la industria no nos asimiló la fruta. A raíz de eso buscamos alternativas: le ayudamos con embases, con las minidustrias del municipio, se vendió en los mercados y se le aceptó que ellos buscaran comercio con otros municipios”. 



“Nosotros mismos limpiamos los canales y cuidamos las obras de fábrica porque esa es la garantía del agua y del buen salario, claro”, declaró Ramón Almeida Dupotey.Ante la pregunta de por qué no demandaron el productor expresó que porque, aunque fallaron, buscaron variantes y el comerciante dijo que porque luego, con otras unidades, las industrias de la filial camagüeyana de la Empresa de Conservas de Vegetales cumplió el contrato con Acopio y “no hubo necesidad de demanda”. Lo cierto es que en un caso como este el respeto al contrato quedó como una asignatura pendiente cuyos efectos se pueden oler en una cochiquera.

COMERCIO Y BOLSILLO EN REMOJO 

Si el porvenir productivo de Vertientes fuera exclusivo entre nuestros municipios no fuera tan grande la preocupación, pero según Guillermo Rodríguez Llópiz, subdelegado provincial de Cultivos Varios en Camagüey, durante el año que concluye, se han puesto bajo riego 147 hectáreas con malanga, 183 con plátano macho, 225 con plátano fruta, 573 con frijol, entre otros cultivos. Aunque Nuevitas recuperó la mayor cantidad de sistemas de riego, Esmeralda y Santa Cruz del Sur son los que más rápido avanzan en la explotación de las áreas recuperadas. 

“Aunque la Agropecuaria de Vertientes tenga menos áreas hay que destacarla por el buen trabajo en perfilar y limpiar los canales, la recuperación de las obras de fábrica y el mantenimiento de las estaciones de bombeo. Pero el reto principal está en restaurar grandes sistemas de riego como los de Camalote, Minas y la Empresa Agroindustrial de Granos Ruta Invasora en Vertientes. Camagüey debe recuperar, según el programa hidráulico nacional 22 483 hectáreas hasta el 2020”, expuso Marlon Álvarez Pérez, especialista principal de riego y drenaje de la Delegación provincial de la Agricultura. 

Estas áreas suponen un aumento en la comercialización hasta ahora no asegurado, lo cual implica que se fortalezcan los comercializadores estatales como Acopio, que operan con precios topados a diferencia de quien se rige solo por la oferta y demanda, pues los efectos ya lo vemos todos en precios tan altaneros para el bolsillo común como diez pesos por una libra de tomate. 

Alberto Cuellar Pérez, director de Acopio en Vertientes, afirmó que la imagen negativa de su empresa es algo llevado y traído con simpleza, y me ejemplifica que en el 2013 la entidad que dirige suma 59 demandas a los productores, mientras que contra ellos no hay ni una. “Hay quien hasta quiere que desaparezca Acopio, pero yo le digo que con una agricultura más diversa y el doble de los tres camiones y tres tractores que tenemos, en un municipio tan extenso como este no faltaban los alimentos en las placitas”. 

EMPAPAPARNOS EN EFICIENCIA 



“Por aquí se iban alrededor de 10 a 12 litros por segundo”, afirmó Andrés Artiles Martínez, especialista de riego y drenaje de la Empresa Agropecuaria de Vertientes.Quienes peinan canas nunca vieron malanga en el polo productivo que conforman las UBPC Jimaguayú e Ignacio Agramonte, y solo los de más experiencia recuerdan por esos lares los plátanos fruta y macho, que empiezan a multiplicarse, gracias a la recuperación del riego.

“En octubre aprovechamos la sobresaturación del suelo por las lluvias y reparamos un salidero en la caja de agua No. 2, que era uno de nuestros talones de Aquiles, pero ya estamos listos para enfrentar la seca, y en el 2014 debemos completar el área total del sistema de riego, según el diseño inicial”, apuntó Andrés Artiles Martínez, especialista de riego y drenaje de la Empresa Agropecuaria de Vertientes. 

Las 310 hectáreas recuperadas en las dos cooperativas se traducen, por ejemplo, en la “Jimaguayú”, en 13 hectáreas con malanga, ocho con yuca, cuatro de plátano macho, entre otros, sin que ello signifique la pérdida del reinado del plátano burro. Y Ramón Almeida Dupotey, jefe de la Finca No. 1 de esta UBPC, no tiene ninguna objeción con esto pues, solo gracias a esa vianda, sus salarios mensuales sobrepasan los 2500 pesos. “Aquí el trabajo es mucho. Nos levantamos temprano y soltamos por la tarde, porque no hay otra forma de que el cultivo esté en forma, y así podamos ganar bien. Los salarios no son malos, con todo y que por Acopio, a veces, como en octubre que paramos los cortes por dos semanas, no viene porque dice que el plátano burro no tiene salida”. 

Traban los pasos del desarrollo alimentario de nuestros días el escaso parque de vehículos de Acopio y la falta de gestión de ventas de esta empresa que bien pudiera, a semejanza de los trabajadores por cuenta propia, vender en una plaza o una calle con tal de que no se pierda la comida. 

Las 17 medidas del Consejo de Ministros que solventaron las deudas de las UBPC y le insuflaron autonomía deben ser aprovechadas a su cabalidad por juntas administrativas de cooperativas como la de la “Jimaguayú”, que quizás hubiera obtenido buenas sumas si en vez de mermelada hubiera optado por la elaboración de pulpa de guayaba. 

Si el sentido de pertenencia fuera otro, si fuera mayor el compromiso las demandas no se harían esperar. La UBPC hubiera demandado a Acopio y este a la industria, pero los cortos números de las fábricas cuadraron y no se afectaron a los comerciantes estatales. En la cooperativa me hablaron del “embarque” de Acopio con la guayaba y el plátano burro, pero no de las deudas de ellos con los comercializadores en producciones como la yuca, el frijol y el boniato. Es claro por qué convino más el rejuego que la demanda. 

En fin, uno concluye que si la visión parcelaria y poco profesional no se destierra del quehacer de productores y comerciantes al pueblo se le hará mucho más difícil y lejano sentir el impacto productivo gracias a la recuperación de los sistemas de riego no solo en Vertientes, sino en toda la provincia.

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