Escrito por Lilian Cid y Andy Bermellón
Dicen, y entiendo por qué lo dicen, que lo que está pa´uno no hay dios que te lo quite. Quizás por eso ayer nos tropezamos con el deportista cubano que más alto cotizó en los medios durante 2013: Dayron Robles.
Nos advirtieron de su presencia justo cuando habíamos terminado la faena de inicio de año en el Estadio Panamericano.
La deteriorada pistilla aledaña a la instalación (construida específicamente para el calentamiento de los atletas durante los eventos que solía auspiciar el Estadio), unas vallas, su entrenador y el astro Rey eran la compañía de la dupla que trabajaba ante la mirada de sus respectivos autos estacionados cerca. Pasaba del mediodía y nosotros teníamos hambre, y no precisamente de noticia. Pero nada teníamos que perder, a fin de cuentas todos los días no te lo encuentras por ahí.
Confieso que la idea nunca fue una entrevista; no había tiempo, ni deseos, y tampoco motivos certeros para ir a la cacería de una charla. Esta historia de Robles da para mucho, pero ahora mismo, hay que esperar hasta ver como se sigue construyendo…
Nos acercamos, saludamos, y luego de responder al saludo nos dijo:
- Ahora no…
Tranquilo, solo queremos unas fotos, repliqué al tiempo que me presentaba porque nosotros nos conocíamos solo de Facebook. Ya él sabía que era yo, no me sorprendí porque ayer la jornada se empeñó en ponerme en el camino a mucha gente que también me conocía, me dice:
- Aquí estoy peleando.
- No lo dudo, hay por ahí hasta quién no duerme pensando en la guerra que ha dado este año el Robles -pensé para mí – y el concluyó:
- Yo soy un perseverante, me voy a morir siéndolo.
Tengo que admitir que es una filosofía de vida que también sigo. Bueno, creo que es algo que llevamos en la sangre los cubanos.
Antúnez, Santiago, recogía las vallas y se acercó.
- Estamos aquí siempre, o en la Loma de los Tres Picos. Ahora vamos a salir y luego regresamos para inscribirnos en la Copa Cuba.
- ¿Por Guantánamo? -pregunté-
- Si, y a ver qué pasa. Nosotros somos cubanos. -subrayó-
El sol estaba fuerte y el estómago rugía. Ellos, Santiago y Dayron, también estaban por marcharse así que nos tocó decirles adiós y saludar a Yargeris (Savigne) que estaba llegando.
- Está bien, nos “cogemos” luego. Me dijo Robles.
En eso es idéntico, es justo lo que suele decir en el facebook, que es de donde lo conocía hasta esta vez, para despedirse.
- Está bien, más cerca de la Copa Cuba – precisé mientras tomábamos los datos para contactarlos.
Nos alejamos.
Dicen, y espero también entiendan por qué lo dicen, que lo que está pa´una ….
En este minuto no sé si concertaremos la entrevista. Cuando marzo esté al doblar de la esquina ya veremos. De momento, aquí las fotos que no se por qué terminé por acompañar con tantas palabras….
Nos advirtieron de su presencia justo cuando habíamos terminado la faena de inicio de año en el Estadio Panamericano.
La deteriorada pistilla aledaña a la instalación (construida específicamente para el calentamiento de los atletas durante los eventos que solía auspiciar el Estadio), unas vallas, su entrenador y el astro Rey eran la compañía de la dupla que trabajaba ante la mirada de sus respectivos autos estacionados cerca. Pasaba del mediodía y nosotros teníamos hambre, y no precisamente de noticia. Pero nada teníamos que perder, a fin de cuentas todos los días no te lo encuentras por ahí.
Confieso que la idea nunca fue una entrevista; no había tiempo, ni deseos, y tampoco motivos certeros para ir a la cacería de una charla. Esta historia de Robles da para mucho, pero ahora mismo, hay que esperar hasta ver como se sigue construyendo…
Nos acercamos, saludamos, y luego de responder al saludo nos dijo:
- Ahora no…
Tranquilo, solo queremos unas fotos, repliqué al tiempo que me presentaba porque nosotros nos conocíamos solo de Facebook. Ya él sabía que era yo, no me sorprendí porque ayer la jornada se empeñó en ponerme en el camino a mucha gente que también me conocía, me dice:
- Aquí estoy peleando.
- No lo dudo, hay por ahí hasta quién no duerme pensando en la guerra que ha dado este año el Robles -pensé para mí – y el concluyó:
- Yo soy un perseverante, me voy a morir siéndolo.
Tengo que admitir que es una filosofía de vida que también sigo. Bueno, creo que es algo que llevamos en la sangre los cubanos.
Antúnez, Santiago, recogía las vallas y se acercó.
- Estamos aquí siempre, o en la Loma de los Tres Picos. Ahora vamos a salir y luego regresamos para inscribirnos en la Copa Cuba.
- ¿Por Guantánamo? -pregunté-
- Si, y a ver qué pasa. Nosotros somos cubanos. -subrayó-
El sol estaba fuerte y el estómago rugía. Ellos, Santiago y Dayron, también estaban por marcharse así que nos tocó decirles adiós y saludar a Yargeris (Savigne) que estaba llegando.
- Está bien, nos “cogemos” luego. Me dijo Robles.
En eso es idéntico, es justo lo que suele decir en el facebook, que es de donde lo conocía hasta esta vez, para despedirse.
- Está bien, más cerca de la Copa Cuba – precisé mientras tomábamos los datos para contactarlos.
Nos alejamos.
Dicen, y espero también entiendan por qué lo dicen, que lo que está pa´una ….
En este minuto no sé si concertaremos la entrevista. Cuando marzo esté al doblar de la esquina ya veremos. De momento, aquí las fotos que no se por qué terminé por acompañar con tantas palabras….
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