La presencia del Primer Ministro de Vietnam en Cuba confirmó la intención de ampliar negocios bilaterales.
Cuba mira hacia el Lejano Oriente aunque sin apuros. Una visita a La Habana del Primer Ministro de Vietnam, Nguyen Tan Dung, a fines de marzo, confirmó el excelente estado de las relaciones políticas entre ambos países y la voluntad oficial de ampliar los nexos económicos bilaterales. Las declaraciones llegan tras varios años de merma en los vínculos comerciales comunes.
Además de reuniones sucesivas con la más alta dirigencia del país caribeño, incluido un encuentro con el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, el mandatario vietnamita recibió la más alta condecoración que otorga el Estado insular, la Orden José Martí, de manos del Presidente cubano, Raúl Castro.
Durante la visita, ambos países firmaron la Agenda Económica Bilateral a Mediano Plazo, con la intención de que constituya “una guía para las relaciones económicas en los próximos cinco años”, así como un memorando de entendimiento entre el Ministerio cubano de Salud Pública, el grupo industrial BioCubaFarma y el Ministerio de Salud Pública del país indochino, para fomentar la cooperación en materia de salud.
En el comunicado conjunto las partes acordaron “acciones para fortalecer las relaciones entre Vietnam y Cuba, con especial énfasis en las áreas en que cada país posee potencialidades y ventajas para complementarse, tales como comercio, agricultura, telecomunicaciones, energía, salud pública, biotecnología, farmacología, construcción, defensa, turismo, educación y capacitación”.
Sin embargo, los tradicionales nexos de amistad no han logrado similar expresión en el campo económico, a juzgar por datos oficiales y expresiones de dirigentes cubanos.
En diálogos sucesivos con Tan Dung, tanto el Vicepresidente Primero de Cuba, Miguel Díaz-Canel, como el presidente del Parlamento, Esteban Lazo, manifestaron interés por elevar los vínculos económico-comerciales bilaterales al mismo nivel de las relaciones políticas, que reconocieron en su mejor momento.
Vietnam ocupa el segundo lugar entre los socios comerciales de Cuba en Asia, pero a bastante distancia de China. Según el Anuario Estadístico de Cuba, Hanoi ocupa el décimo cuarto lugar entre los países que comercian con el país caribeño. Del 2007 al 2012 el intercambio bilateral ha mostrado una tendencia irregular, con signos de enfriamiento. En la pasada década, creció hasta un récord de más de 500 millones en el 2008, diez veces el nivel registrado un decenio atrás. Pero a partir de ese año ha retrocedido hasta menos de 200 millones en el 2012.
Como alivio parcial, la Cámara de Comercio de Cuba informó que el intercambio entre ambos países aumentó un 50 por ciento en el primer semestre de 2013 en comparación con igual etapa del año anterior.
Aunque las visitas comunes entre dirigentes cubanos y representantes tanto de Vietnam como de China se han tornado asiduas, lo cierto es que el comercio con Asia, tercera posición después de América y Europa, no muestra la expansión más notoria. En 2012 disminuyó, incluso, a niveles inferiores a los de 2007 y 2008.
A mejor ritmo avanza el intercambio con países de América Latina, con Venezuela y Brasil entre los casos más significativos.
Otro síntoma de desequilibrio en el comercio con la nación del sudeste asiático es que el 96 por ciento corresponde a exportaciones de ese país hacia Cuba. La Habana, sin embargo, tiene motivos para agradecerlo. Hanoi es el principal suministrador de un alimento básico en la dieta cubana, arroz, además de brindar asesoramiento para ampliar la cosecha de ese cereal en suelo antillano. Desde Vietnam, Cuba recibe a precios preferenciales la mayor parte de las 400.000 toneladas del grano que importa.
A la par, empresas vietnamitas han ampliado su presencia en Cuba, en terrenos estratégicos como la exploración de petróleo mar afuera, y se ubicaron entre las primeras en responder a la invitación cubana a invertir en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel.
El Primer Ministro vietnamita aprovechó su estancia para visitar en Pinar del Río, provincia cubana más occidental, uno de los ocho enclaves agrícolas donde técnicos de su país ofrecen asesoramiento para ampliar la producción arrocera. El proyecto de colaboración apunta a elevar en 40.000 hectáreas el área del cultivo, así como sus rendimientos.
Una cuarta parte del récord cercano a 400.000 toneladas de arroz listo para el consumo cosechado en Cuba en 2013, tenía cuño vietnamita: 99. 100 toneladas, con un rendimiento de 4,54 toneladas por hectárea, superior en 1,18 al registro del 2002, año de inicio de la colaboración en este terreno. Para el 2016, Cuba se propone elevar a más de 530.000 toneladas la producción, para cubrir así dos tercios de la demanda doméstica.
La contribución vietnamita tendrá entonces un impacto significativo para las cuentas externas cubanas, al reducir los elevados gastos de hoy en importación de alimentos. (2014)
Cuba mira hacia el Lejano Oriente aunque sin apuros. Una visita a La Habana del Primer Ministro de Vietnam, Nguyen Tan Dung, a fines de marzo, confirmó el excelente estado de las relaciones políticas entre ambos países y la voluntad oficial de ampliar los nexos económicos bilaterales. Las declaraciones llegan tras varios años de merma en los vínculos comerciales comunes.
Además de reuniones sucesivas con la más alta dirigencia del país caribeño, incluido un encuentro con el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, el mandatario vietnamita recibió la más alta condecoración que otorga el Estado insular, la Orden José Martí, de manos del Presidente cubano, Raúl Castro.
Durante la visita, ambos países firmaron la Agenda Económica Bilateral a Mediano Plazo, con la intención de que constituya “una guía para las relaciones económicas en los próximos cinco años”, así como un memorando de entendimiento entre el Ministerio cubano de Salud Pública, el grupo industrial BioCubaFarma y el Ministerio de Salud Pública del país indochino, para fomentar la cooperación en materia de salud.
En el comunicado conjunto las partes acordaron “acciones para fortalecer las relaciones entre Vietnam y Cuba, con especial énfasis en las áreas en que cada país posee potencialidades y ventajas para complementarse, tales como comercio, agricultura, telecomunicaciones, energía, salud pública, biotecnología, farmacología, construcción, defensa, turismo, educación y capacitación”.
Sin embargo, los tradicionales nexos de amistad no han logrado similar expresión en el campo económico, a juzgar por datos oficiales y expresiones de dirigentes cubanos.
En diálogos sucesivos con Tan Dung, tanto el Vicepresidente Primero de Cuba, Miguel Díaz-Canel, como el presidente del Parlamento, Esteban Lazo, manifestaron interés por elevar los vínculos económico-comerciales bilaterales al mismo nivel de las relaciones políticas, que reconocieron en su mejor momento.
Por más que las declaraciones oficiales insistan en expresar satisfacción general por el avance de las relaciones, la preocupación cubana viene caminando desde hace un tiempo. En la pasada Feria Internacional de la Habana FIHAV 2013, el viceministro primero de Comercio Exterior e Inversiones Extranjeras, Antonio Carricarte, pulsó esa tecla, ante una delegación de empresarios vietnamitas. “Aun cuando es creciente nuestro comercio, dijo, está muy lejano del nivel de las relaciones políticas existentes entre ambos países”.
Aunque el comercio bilateral ha mostrado una tendencia decreciente, la colaboración vietnamita se ha ampliado en áreas estratégicas como la producción cubana de arroz.
Vietnam ocupa el segundo lugar entre los socios comerciales de Cuba en Asia, pero a bastante distancia de China. Según el Anuario Estadístico de Cuba, Hanoi ocupa el décimo cuarto lugar entre los países que comercian con el país caribeño. Del 2007 al 2012 el intercambio bilateral ha mostrado una tendencia irregular, con signos de enfriamiento. En la pasada década, creció hasta un récord de más de 500 millones en el 2008, diez veces el nivel registrado un decenio atrás. Pero a partir de ese año ha retrocedido hasta menos de 200 millones en el 2012.
Como alivio parcial, la Cámara de Comercio de Cuba informó que el intercambio entre ambos países aumentó un 50 por ciento en el primer semestre de 2013 en comparación con igual etapa del año anterior.
Aunque las visitas comunes entre dirigentes cubanos y representantes tanto de Vietnam como de China se han tornado asiduas, lo cierto es que el comercio con Asia, tercera posición después de América y Europa, no muestra la expansión más notoria. En 2012 disminuyó, incluso, a niveles inferiores a los de 2007 y 2008.
A mejor ritmo avanza el intercambio con países de América Latina, con Venezuela y Brasil entre los casos más significativos.
Otro síntoma de desequilibrio en el comercio con la nación del sudeste asiático es que el 96 por ciento corresponde a exportaciones de ese país hacia Cuba. La Habana, sin embargo, tiene motivos para agradecerlo. Hanoi es el principal suministrador de un alimento básico en la dieta cubana, arroz, además de brindar asesoramiento para ampliar la cosecha de ese cereal en suelo antillano. Desde Vietnam, Cuba recibe a precios preferenciales la mayor parte de las 400.000 toneladas del grano que importa.
A la par, empresas vietnamitas han ampliado su presencia en Cuba, en terrenos estratégicos como la exploración de petróleo mar afuera, y se ubicaron entre las primeras en responder a la invitación cubana a invertir en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel.
El Primer Ministro vietnamita aprovechó su estancia para visitar en Pinar del Río, provincia cubana más occidental, uno de los ocho enclaves agrícolas donde técnicos de su país ofrecen asesoramiento para ampliar la producción arrocera. El proyecto de colaboración apunta a elevar en 40.000 hectáreas el área del cultivo, así como sus rendimientos.
Una cuarta parte del récord cercano a 400.000 toneladas de arroz listo para el consumo cosechado en Cuba en 2013, tenía cuño vietnamita: 99. 100 toneladas, con un rendimiento de 4,54 toneladas por hectárea, superior en 1,18 al registro del 2002, año de inicio de la colaboración en este terreno. Para el 2016, Cuba se propone elevar a más de 530.000 toneladas la producción, para cubrir así dos tercios de la demanda doméstica.
La contribución vietnamita tendrá entonces un impacto significativo para las cuentas externas cubanas, al reducir los elevados gastos de hoy en importación de alimentos. (2014)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por opinar