Desde el llamamiento a la próxima cita de la Uneac se insta a sus miembros a combatir el deterioro de la espiritualidad nacional.
La Habana, 2 abr.- La vanguardia artística tiene que imponerse con su obra primeramente, para influir de manera directa en el desarrollo y crecimiento espiritual de la población, apuntó la directora del Coro Nacional de Cuba, Digna Guerra, en un programa televisivo dedicado al próximo Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).
Guerra fue entrevistada este martes en el espacio Dialogar-Dialogar, conducido por el cantautor Amaury Pérez Vidal, quien diariamente presentará a personalidades de la cultura que participarán en esa cita, prevista para los días 12 y 13 de abril.
La artista sostuvo que corresponde a la vanguardia pronunciarse con mucha fuerza en la lucha por erradicar problemas como las conductas impropias o la pérdida de valores que han afectado a la sociedad a partir de la grave crisis económica iniciada en Cuba en los años 90 del pasado siglo.
Al respecto, consideró que la vanguardia artística tiene la gran responsabilidad de rescatar los verdaderos valores de la identidad cultural de la nación. “Ahí está la fuerza del país y de la Revolución, ella (la cultura) lo rige todo e influye en todos”, subrayó.
En opinión de la artista, cuando una persona se siente plena espiritualmente, minimiza quizás los problemas y carencias de la vida cotidiana. “Pero no siempre, lamentablemente, la población tiene ese capítulo resuelto”, advirtió.
De acuerdo con Guerra, seleccionada para representar en el congreso a la sección de música de la Uneac, debe priorizarse la creación de más espacios para el disfrute de música de concierto, pues, según expuso, la formación de sus exponentes cuesta más al Estado, mientras que la popular se da muchas veces de manera empírica.
Sin embargo, reconoció que en los últimos años muchos jóvenes han salido de las escuelas de arte con gran preparación para hacer música popular.
También consideró que los medios imponen gustos estéticos que nada tienen que ver con la ciudadanía cubana y han contribuido a la deformación del gusto artístico de la población. En este punto se refirió especialmente a la influencia de la televisión sobre niños, jóvenes y ancianos.
En ese sentido planteó que los jóvenes no vinculados a la enseñanza y las actividades artísticas deben de alguna manera buscar, indagar, leer, informarse acerca de dónde está realmente un producto de calidad, que les pueda dejar algo después que lo escuchen y lo vean.
En la convocatoria al octavo congreso se exhorta a los miembros de la Uneac a sumarse “con plena conciencia al combate contra todos los males de la sociedad, la incultura, las conductas marginales y el deterioro del tejido espiritual de la nación”.
Aunque expone que en los últimos 20 años, la sociedad cubana ha sufrido cambios muy perjudiciales en sus valores, sus relaciones sociales y sus costumbres, el llamamiento expresa la pretensión de los escritores y artistas cubanos de trabajar con todas las instituciones que influyen en la formación de valores artísticos y culturales.
Respecto a ese propósito, el presidente de la Uneac y de la comisión organizadora del congreso, Miguel Barnet, ha ampliado a la prensa local que la cita acogerá polémicas contemporáneas en torno al rescate de algunas tradiciones venidas a menos, como el carnaval.
En declaraciones a la televisión nacional, el escritor alertó sobre la visión mercantilista del arte, que pondera el interés económico sobre el estético, con su coste social.
Tal idea también motivó el debate entre los delegados que participaron en el segundo congreso de la Asociación Hermanos Saíz, en octubre del pasado año, cuando los jóvenes escritores y artistas instaron a que se produzca una mayor visibilización de sus creaciones, en aras de rescatar los valores artísticos de la cultura nacional. (2014)
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