Por Jon Hilsenrath
WASHINGTON (EFE Dow Jones)--La Reserva Federal dijo el miércoles que terminará el programa de compras de bonos a largo plazo a finales de octubre, con lo que pondrá fin a un experimento histórico que ha generado un intenso debate sobre sus efectos en los mercados, pese a que el banco central ha dicho que ha contribuido a cumplir su principal objetivo de reducción del desempleo.
Al mismo tiempo, la Fed mejoró su valoración sobre la evolución del mercado laboral al tiempo que apuntó a ciertos riesgos bajistas a corto plazo para la inflación. El banco central reiteró que los tipos de interés seguirán cerca de cero durante un “tiempo considerable”.
En cuanto al empleo, la Fed dijo que varios indicadores del mercado laboral sugieren que el exceso de capacidad “se está reduciendo gradualmente”.
“El Comité juzgó que ha habido una mejora sustancial en las perspectivas del mercado laboral desde el inicio de este programa de compra de activos”, dijo la Fed. “Además, el Comité sigue viendo la suficiente fortaleza subyacente en la economía general como para apoyar el actual progreso hacia el pleno empleo en un contexto de estabilidad de los precios”.
Si todo sigue el plan previsto, las autoridades centrarán la atención en los próximos meses en la fecha para empezar a subir los tipos de interés y en cómo informar al público de ello previamente. Muchos esperan que la subida se produzca a mediados de 2015.
La Fed sí apuntó en su comunicado a los nuevos riesgos en el frente de la inflación, recordando que las expectativas de inflación se han reducido en los mercados de Valores del Tesoro Protegidos de la Inflación. Los responsables del banco central estadounidense apuntaron también al abaratamiento de la energía, aunque dijeron que no esperaban dure que la presión bajista sobre la inflación.
La Fed inició la última ronda de compras de bonos en septiembre de 2012, cuando dijo que compraría US$40.000 millones al mes en bonos hipotecarios y seguiría comprando hasta que viera una mejora sustancial del mercado laboral. En diciembre de 2012 amplió las compras a US$85.000 millones al mes en bonos del Tesoro y comenzó a desmantelar el programa gradualmente en enero.
Su legado probablemente será objeto de un acalorado debate en Wall Street, el mundillo académico y los bancos centrales durante décadas. Los detractores de la Fed llevan años argumentando que se arriesgaba a alimentar la inflación, a devaluar el dólar y a distorsionar el mercado. Los responsables del banco central estadounidense confiaron en que la bajada de los tipos de interés animaría a los inversores a entrar en activos de riesgo y eso, a su vez, fomentaría el crédito, el gasto, la inversión, el crecimiento y el empleo.
Los peores temores sobre las compras de bonos --o “expansión cuantitativa”, como a menudo se le llama-- no se han materializado. Un amplio abanico de indicadores avalan esto. Por ejemplo, la inflación medida por el Índice de Precios de Consumo personal del Departamento de Comercio se ha mantenido invariada en el 1,5% desde septiembre de 2012. Mientras, el dólar, medido por el índice del dólar de la Fed, ha aumentado su valor un 6,7% en comparación con otras divisas mundiales.
Pero los beneficios del programa no están claros. Aunque la tasa de paro ha bajado desde el 8,1% que registraba antes del lanzamiento del último programa al 5,9% en septiembre, esto se debe en parte a que muchas personas han abandonado las listas de desempleados y la población activa. El aumento del empleo fue de 2,2 millones de puestos en los doce meses anteriores al lanzamiento de la nueva ronda de compras de bonos en septiembre de 2012, y de 2,6 millones en los últimos 12 meses, pero es difícil demostrar que el mayor aumento se debe a los esfuerzos de la Fed y no a otros factores.
La Fed dijo que seguiría por el momento con su práctica de utilizar los fondos obtenidos con el vencimiento de titulizaciones para comprar otras titulizaciones con el fin de mantener el tamaño general de su cartera.
El presidente de la Fed de San Luis, James Bullard, indicó antes de la reunión que la Fed debería considerar la posibilidad de seguir con el programa porque las expectativas de inflación se han reducido últimamente. Pero otros miembros del banco central estadounidense han insinuado en las últimas semanas que sólo considerarían reiniciar el programa si la economía decae seriamente.
El presidente de la Fed de Minneapolis, Narayana Kocherlakota, se mostró en desacuerdo, ya que desea que la Fed siga con las compras de bonos y se comprometa más claramente a mantener bajos los tipos de interés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por opinar