La frenética búsqueda del presunto submarino ruso en el archipiélago de Estocolmo resultó ser una farsa, en la que el Gobierno de Suecia gastó 2,2 millones de euros (unos 2,8 millones de dólares), afirman medios alemanes.
La Armada sueca pasó siete días buscando infructuosamente un sumergible ruso fantasma en sus aguas territoriales, pero no era más que una campaña destinada a obtener un mayor presupuesto para el gasto militar, informa el portal 'Deutsche Wirtschafts Nachrichten'.
Durante la enigmática operación la prensa sueca publicó imágenes de un individuo sospechoso vestido de negro, a quien presentaron como "un espía ruso". Sin embargo, más tarde se descubrió que no se trababa de una 'invasión rusa', sino de un inofensivo pescador local llamado Ove, aclara el portal alemán.
Además, los medios de comunicación del país escandinavo presentaron fotografías de supuestos 'soldados fuertemente armados' a bordo de una embarcación en territorio de esa nación. Pero al final no resultaron ser miembros de las fuerzas especiales de Rusia, sino un equipo de reporteros suecos que decidieron participar en la búsqueda del supuesto enemigo.
Mientras que el "submarino ruso", del que también se divulgaron imágenes, en realidad resultó ser un sumergible de los Países Bajos que realizaba ejercicios en las cercanías de Estocolmo, señala 'Deutsche Wirtschafts Nachrichten'.
"Desde el inicio de esta historia se cuestionaba su seriedad, y muchos se preguntaban si no era una forma de presionar al Gobierno para que incremente el presupuesto de Defensa, recortado por la anterior administración", destaca el portal.
Precisamente en el proyecto presupuestario presentado a finales de la semana pasada, el Gobierno incluyó un aumento en Defensa para los próximos años. "Necesitamos ampliar nuestra capacidad y gastar más en Defensa", dijo el primer ministro sueco Stefan Löfven tras dar por finalizada la búsqueda del submarino ruso fantasma.
Desde el final de la Guerra Fría, esta enigmática operación ha sido la mayor movilización militar realizada por Suecia. Esta campaña publicitaria, destinada a aumentar el presupuesto militar, les ha costado de momento a los contribuyentes suecos más de 2 millones de euros, finaliza el portal alemán.
La Armada sueca pasó siete días buscando infructuosamente un sumergible ruso fantasma en sus aguas territoriales, pero no era más que una campaña destinada a obtener un mayor presupuesto para el gasto militar, informa el portal 'Deutsche Wirtschafts Nachrichten'.
Durante la enigmática operación la prensa sueca publicó imágenes de un individuo sospechoso vestido de negro, a quien presentaron como "un espía ruso". Sin embargo, más tarde se descubrió que no se trababa de una 'invasión rusa', sino de un inofensivo pescador local llamado Ove, aclara el portal alemán.
Además, los medios de comunicación del país escandinavo presentaron fotografías de supuestos 'soldados fuertemente armados' a bordo de una embarcación en territorio de esa nación. Pero al final no resultaron ser miembros de las fuerzas especiales de Rusia, sino un equipo de reporteros suecos que decidieron participar en la búsqueda del supuesto enemigo.
Mientras que el "submarino ruso", del que también se divulgaron imágenes, en realidad resultó ser un sumergible de los Países Bajos que realizaba ejercicios en las cercanías de Estocolmo, señala 'Deutsche Wirtschafts Nachrichten'.
"Desde el inicio de esta historia se cuestionaba su seriedad, y muchos se preguntaban si no era una forma de presionar al Gobierno para que incremente el presupuesto de Defensa, recortado por la anterior administración", destaca el portal.
Precisamente en el proyecto presupuestario presentado a finales de la semana pasada, el Gobierno incluyó un aumento en Defensa para los próximos años. "Necesitamos ampliar nuestra capacidad y gastar más en Defensa", dijo el primer ministro sueco Stefan Löfven tras dar por finalizada la búsqueda del submarino ruso fantasma.
Desde el final de la Guerra Fría, esta enigmática operación ha sido la mayor movilización militar realizada por Suecia. Esta campaña publicitaria, destinada a aumentar el presupuesto militar, les ha costado de momento a los contribuyentes suecos más de 2 millones de euros, finaliza el portal alemán.
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