La red cuenta con más de nueve mil usuarios, que la usan para enviar archivos, jugar y organizar actividades. Aunque es ilegal, hay un acuerdo tácito con las autoridades para su funcionamiento.
Si bien el acceso a internet existe en Cuba, la normativa de la isla impide las conexiones en hogares y en los lugares donde sí se puede usar (como hoteles operador por el Estado), su costo es muy alto, alcanzando casi un cuarto del saldo mensual por una hora de conexión.
Pensando en esto, un grupo de jóvenes cubanos creó una red local similar a internet que, usando cientos de metros de cable y antenas WiFi de alta capacidad, ha logrado conectar a más de nueve mil personas.
La red, bautizada como "StreetNet" (red callejera) y creada en 2001, no tiene acceso a la internet mundial, pero sí actúa como un simil de la web, permitiendo el intercambio de archivos, el uso de videojuegos y el funcionamiento de redes sociales para que los usuarios se comuniquen.
"Realmente necesitamos internet porque hay mucha información en línea, pero al menos esto satisface un poco porque es sentirse como ‘estoy conectado con un montón de gente, hablando con ellos, compartiendo archivos’", dijo Rafael Broche, ingeniero eléctrico de 22 años que ayudó a construir la red, a AP.
Para acceder a StreetNet (o "SNet"), los interesados deben invertir en una serie de equipos que permiten conectar los computadores a la red. Según Broche, los dispositivos necesarios tienen un costo de US$ 200 (además del computador). En varios sectores, un equipo WiFi de alta capacidad recibe los datos de la red y es usado para conectar una serie de computadores de la zona a través de cables.
El problema es que bajo la normativa cubana, el uso de equipos WiFi está prohibido si es que no se tiene un permiso del Ministerio de Comunicaciones, por lo que técnicamente el uso de StreetNet es ilegal. Pero, según Broche, la ley permite que la autoridad deje funcionar estos servicios.
El ingeniero menciona un "acuerdo tácito" con funcionarios públicos que permite la operación de la red: administradores voluntarios monitorean SNet para verificar que los usuarios no compartan pornografía, hablen de política o se conecten a la internet real.
"No queremos hacer nada más que jugar, compartir ideas sanas. Es todo un funcionamiento sano que no se compromete, no influencia, ni al gobierno ni a lo que sucede en Cuba. Mientras nos mantengamos haciendo lo correcto, ellos nos dejan seguir", comentó.
Los mismos usuarios regulan el actuar de sus compañeros, suspendiendo por 24 horas el acceso de aquellos que comparten archivos fuera de los horarios definidos o de por vida a quienes distribuyen pornografía.
AP indica que no hay indicios de que Estados Unidos o cualquier otro gobierno extranjero haya impulsado la creación de SNet, por lo que es "el más impresionante ejemplo de ingeniería en telecomunicaciones improvisado en Cuba".
Si bien el acceso a internet existe en Cuba, la normativa de la isla impide las conexiones en hogares y en los lugares donde sí se puede usar (como hoteles operador por el Estado), su costo es muy alto, alcanzando casi un cuarto del saldo mensual por una hora de conexión.
Pensando en esto, un grupo de jóvenes cubanos creó una red local similar a internet que, usando cientos de metros de cable y antenas WiFi de alta capacidad, ha logrado conectar a más de nueve mil personas.
La red, bautizada como "StreetNet" (red callejera) y creada en 2001, no tiene acceso a la internet mundial, pero sí actúa como un simil de la web, permitiendo el intercambio de archivos, el uso de videojuegos y el funcionamiento de redes sociales para que los usuarios se comuniquen.
"Realmente necesitamos internet porque hay mucha información en línea, pero al menos esto satisface un poco porque es sentirse como ‘estoy conectado con un montón de gente, hablando con ellos, compartiendo archivos’", dijo Rafael Broche, ingeniero eléctrico de 22 años que ayudó a construir la red, a AP.
Para acceder a StreetNet (o "SNet"), los interesados deben invertir en una serie de equipos que permiten conectar los computadores a la red. Según Broche, los dispositivos necesarios tienen un costo de US$ 200 (además del computador). En varios sectores, un equipo WiFi de alta capacidad recibe los datos de la red y es usado para conectar una serie de computadores de la zona a través de cables.
El problema es que bajo la normativa cubana, el uso de equipos WiFi está prohibido si es que no se tiene un permiso del Ministerio de Comunicaciones, por lo que técnicamente el uso de StreetNet es ilegal. Pero, según Broche, la ley permite que la autoridad deje funcionar estos servicios.
El ingeniero menciona un "acuerdo tácito" con funcionarios públicos que permite la operación de la red: administradores voluntarios monitorean SNet para verificar que los usuarios no compartan pornografía, hablen de política o se conecten a la internet real.
"No queremos hacer nada más que jugar, compartir ideas sanas. Es todo un funcionamiento sano que no se compromete, no influencia, ni al gobierno ni a lo que sucede en Cuba. Mientras nos mantengamos haciendo lo correcto, ellos nos dejan seguir", comentó.
Los mismos usuarios regulan el actuar de sus compañeros, suspendiendo por 24 horas el acceso de aquellos que comparten archivos fuera de los horarios definidos o de por vida a quienes distribuyen pornografía.
AP indica que no hay indicios de que Estados Unidos o cualquier otro gobierno extranjero haya impulsado la creación de SNet, por lo que es "el más impresionante ejemplo de ingeniería en telecomunicaciones improvisado en Cuba".
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