La temporada alta comienza en Cuba con un récord en el arribo de turistas y perspectivas de expansión importante en uno de los sectores que más divisas aporta a la economía insular.
El 2014 cerró con un récord soñado por la industria del ocio en Cuba desde hace varios años: finalmente recibió tres millones de turistas. Después de frustraciones anuales consecutivas al no conseguir esa cifra, planificada sin éxito una y otra vez, el 30 de diciembre pasado el Ministerio de Turismo (Mintur) informó del arribo de esa cantidad de visitantes internacionales, superior en un 5,3 por ciento a la del año previo.
El salto lo logró la mayor de las Antillas en un año de comportamiento irregular, con meses de reducción en los registros y la amenaza de afectaciones por razones similares a la de años anteriores.
Las autoridades hicieron el anuncio "luego de transcurrir un año caracterizado por el impacto de la crisis en varios de los mercados turísticos más importantes, y a pesar de las limitaciones que impone el bloqueo de los Estados Unidos, que prohíbe a sus ciudadanos visitar Cuba libremente como turistas".
Pero los meses de debilitamiento ocurrieron sobre todo a mediados de año, en la etapa conocida como temporada baja. Los incrementos más sólidos de turistas los alcanzó el país en los meses tradicionales de mayor afluencia: enero (9,3 por ciento por encima de igual mes del 2013) y ahora en el cierre de año, en vísperas o coincidente con la arrancada de la nueva temporada alta.
Los informes recientes de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) reportan fuertes aumentos de visitantes internacionales en octubre (11,5 por ciento) y en noviembre (10,8 por ciento). Y a juzgar por el dato preliminar del año aportado por el Mintur, ese indicador habrá crecido alrededor de un 8 por ciento en diciembre.
Los canadienses lideran las llegadas por países, seguidos por los principales mercados europeos: Alemania, Inglaterra, Italia y Francia, en ese orden, aunque la cantidad total de británicos disminuyó sensiblemente hasta noviembre: un 18,1 por ciento menos que en igual etapa del año previo, según la ONEI.
La cifra de los tres millones la reportó el Ministerio luego de aterrizar un vuelo del touroperador Sunwing procedente de Canadá, a uno de los polos de mayor desarrollo en Cuba en los últimos años: Jardines del Rey.
Dotado con 16 hoteles y más de 6 mil habitaciones, ese enclave formado por los cayos Coco y Guillermo, al norte de la provincia central de Ciego de Ávila, recibe semanalmente un promedio de 21 vuelos y prevé un crecimiento cercano al 12 por ciento en la actual temporada alta, según reportes de la televisión cubana.
El récord anual y, sobre todo, los buenos indicadores de los meses finales del 2014 dejan servida la mesa para una etapa de desarrollo del tercer sector que más divisas aporta a la economía cubana. El fortalecimiento de la actividad inversionista en hoteles, marinas, campos de golf y otras instalaciones de recreación, emprendido desde hace unos años, puede adquirir mayor impulso tras la aprobación en abril del 2014 de la nueva ley de inversiones extranjeras. La industria del ocio aparece entre los sectores privilegiados en la cartera de negocios presentada por el Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera durante la pasada Feria Internacional de La Habana (FIHAV 2014).
Esta opción se suma a la nueva política del gobierno de establecer alianzas con el sector privado de arrendadores y restaurantes, las llamadas paladares, dos de las actividades de mayor desarrollo con la promoción del trabajo por cuenta propia.
Otro factor que anticipa posibilidades de expansión importantes para el turismo en Cuba sería una oportunidad propuesta recientemente por el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, como parte del cambio de política hacia esta vecina del Caribe. Cuando anunció el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba y reconoció el fracaso de la política de bloqueo económico, comentó la intención de trabajar para autorizar los viajes a la isla vecina de estadounidenses, vetados hasta el presente, y la posibilidad incluso de emplear sus tarjetas de crédito y de débito.
Cuando las autoridades estadounidenses den ese paso, Cuba accedería por primera en medio siglo al mercado emisor más importante de las Américas. (2014).
El 2014 cerró con un récord soñado por la industria del ocio en Cuba desde hace varios años: finalmente recibió tres millones de turistas. Después de frustraciones anuales consecutivas al no conseguir esa cifra, planificada sin éxito una y otra vez, el 30 de diciembre pasado el Ministerio de Turismo (Mintur) informó del arribo de esa cantidad de visitantes internacionales, superior en un 5,3 por ciento a la del año previo.
El salto lo logró la mayor de las Antillas en un año de comportamiento irregular, con meses de reducción en los registros y la amenaza de afectaciones por razones similares a la de años anteriores.
Las autoridades hicieron el anuncio "luego de transcurrir un año caracterizado por el impacto de la crisis en varios de los mercados turísticos más importantes, y a pesar de las limitaciones que impone el bloqueo de los Estados Unidos, que prohíbe a sus ciudadanos visitar Cuba libremente como turistas".
Pero los meses de debilitamiento ocurrieron sobre todo a mediados de año, en la etapa conocida como temporada baja. Los incrementos más sólidos de turistas los alcanzó el país en los meses tradicionales de mayor afluencia: enero (9,3 por ciento por encima de igual mes del 2013) y ahora en el cierre de año, en vísperas o coincidente con la arrancada de la nueva temporada alta.
Los informes recientes de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) reportan fuertes aumentos de visitantes internacionales en octubre (11,5 por ciento) y en noviembre (10,8 por ciento). Y a juzgar por el dato preliminar del año aportado por el Mintur, ese indicador habrá crecido alrededor de un 8 por ciento en diciembre.
Los canadienses lideran las llegadas por países, seguidos por los principales mercados europeos: Alemania, Inglaterra, Italia y Francia, en ese orden, aunque la cantidad total de británicos disminuyó sensiblemente hasta noviembre: un 18,1 por ciento menos que en igual etapa del año previo, según la ONEI.
La cifra de los tres millones la reportó el Ministerio luego de aterrizar un vuelo del touroperador Sunwing procedente de Canadá, a uno de los polos de mayor desarrollo en Cuba en los últimos años: Jardines del Rey.
Dotado con 16 hoteles y más de 6 mil habitaciones, ese enclave formado por los cayos Coco y Guillermo, al norte de la provincia central de Ciego de Ávila, recibe semanalmente un promedio de 21 vuelos y prevé un crecimiento cercano al 12 por ciento en la actual temporada alta, según reportes de la televisión cubana.
El récord anual y, sobre todo, los buenos indicadores de los meses finales del 2014 dejan servida la mesa para una etapa de desarrollo del tercer sector que más divisas aporta a la economía cubana. El fortalecimiento de la actividad inversionista en hoteles, marinas, campos de golf y otras instalaciones de recreación, emprendido desde hace unos años, puede adquirir mayor impulso tras la aprobación en abril del 2014 de la nueva ley de inversiones extranjeras. La industria del ocio aparece entre los sectores privilegiados en la cartera de negocios presentada por el Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera durante la pasada Feria Internacional de La Habana (FIHAV 2014).
Esta opción se suma a la nueva política del gobierno de establecer alianzas con el sector privado de arrendadores y restaurantes, las llamadas paladares, dos de las actividades de mayor desarrollo con la promoción del trabajo por cuenta propia.
Otro factor que anticipa posibilidades de expansión importantes para el turismo en Cuba sería una oportunidad propuesta recientemente por el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, como parte del cambio de política hacia esta vecina del Caribe. Cuando anunció el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba y reconoció el fracaso de la política de bloqueo económico, comentó la intención de trabajar para autorizar los viajes a la isla vecina de estadounidenses, vetados hasta el presente, y la posibilidad incluso de emplear sus tarjetas de crédito y de débito.
Cuando las autoridades estadounidenses den ese paso, Cuba accedería por primera en medio siglo al mercado emisor más importante de las Américas. (2014).
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