Dentro de unos años los importantes productores de gas, el primero de los cuales es Rusia, podrán disfrutar de una auténtica "época dorada", pronostican los expertos.
Según un artículo publicado en 'The Economist', aunque actualmente los precios en el mercado se mantienen bastante débiles, la situación cambiaría dentro de unos años.
Por el momento, los que sí viven una "época dorada" son, en primer lugar, los consumidores, reza el artículo, explicando que la caída de los precios del gas, al igual que en el caso del petróleo, es el resultado de la debilidad de la demanda y el auge de la oferta.
Según un artículo publicado en 'The Economist', aunque actualmente los precios en el mercado se mantienen bastante débiles, la situación cambiaría dentro de unos años.
Por el momento, los que sí viven una "época dorada" son, en primer lugar, los consumidores, reza el artículo, explicando que la caída de los precios del gas, al igual que en el caso del petróleo, es el resultado de la debilidad de la demanda y el auge de la oferta.
Sin embargo, -explica-, "para los países productores de gas es un problema menor que para los estados petroleros".
Las esperanzas para la industria del gas se apoyan en el aumento de la demanda, que ya se está registrando en países de América Latina, el Reino Unido e Indonesia.
"Con tantos consumidores de energía que buscan combustibles más limpios, pero aún no están preparados para abandonar por completo los hidrocarburos, las perspectivas a largo plazo para el gas parecen fuertes", afirma 'The Economist'.
Así, la demanda del gas como combustible para el transporte está a punto de entrar en un rápido crecimiento. Algunos fabricantes de automóviles, como Fiat Chrysler, están promoviendo versiones de sus vehículos con motores de gas, cuya economía de combustible les hace atractivos incluso en un contexto de bajos precios de la gasolina. Las ventas de los modelos que funcionan con gas natural comprimido (GNC) ya están en auge en la India y China.
Además, la India ha empezado a modificar sus trenes para que funcionen con GNC, y las preocupaciones sobre la contaminación causada por el petróleo pesado que se utiliza por los motores marinos podría impulsar un viraje hacia los buques de gas natural licuado (GNL).
Por otro lado, la tendencia a la generación de electricidad en plantas más pequeñas que estén más cerca de los consumidores (lo que reduciría los costes de la distribución) también tiene un efecto positivo en la demanda de gas a costa de otros combustibles, mientras que algunas empresas ya están empezando a instalar sus propios generadores de gas, poniendo fin a su dependencia de la red eléctrica.
Dentro de unos años el crecimiento de la demanda puede empezar a superar el crecimiento del suministro, lo cual permitirá a los productores recuperar la capacidad de "fijar los precios", pronostica 'The Economist'.
"Tomará su tiempo, pero deberán disfrutar de un futuro con cantos dorados también", concluye.
Cabe recordar que Rusia cuenta con las mayores reservas de gas natural que cualquier otro país del mundo. Además, es el mayor productor de gas natural (un 22,3% de la producción mundial), y el mayor exportador (un 24%).
Las esperanzas para la industria del gas se apoyan en el aumento de la demanda, que ya se está registrando en países de América Latina, el Reino Unido e Indonesia.
"Con tantos consumidores de energía que buscan combustibles más limpios, pero aún no están preparados para abandonar por completo los hidrocarburos, las perspectivas a largo plazo para el gas parecen fuertes", afirma 'The Economist'.
Así, la demanda del gas como combustible para el transporte está a punto de entrar en un rápido crecimiento. Algunos fabricantes de automóviles, como Fiat Chrysler, están promoviendo versiones de sus vehículos con motores de gas, cuya economía de combustible les hace atractivos incluso en un contexto de bajos precios de la gasolina. Las ventas de los modelos que funcionan con gas natural comprimido (GNC) ya están en auge en la India y China.
Además, la India ha empezado a modificar sus trenes para que funcionen con GNC, y las preocupaciones sobre la contaminación causada por el petróleo pesado que se utiliza por los motores marinos podría impulsar un viraje hacia los buques de gas natural licuado (GNL).
Por otro lado, la tendencia a la generación de electricidad en plantas más pequeñas que estén más cerca de los consumidores (lo que reduciría los costes de la distribución) también tiene un efecto positivo en la demanda de gas a costa de otros combustibles, mientras que algunas empresas ya están empezando a instalar sus propios generadores de gas, poniendo fin a su dependencia de la red eléctrica.
Dentro de unos años el crecimiento de la demanda puede empezar a superar el crecimiento del suministro, lo cual permitirá a los productores recuperar la capacidad de "fijar los precios", pronostica 'The Economist'.
"Tomará su tiempo, pero deberán disfrutar de un futuro con cantos dorados también", concluye.
Cabe recordar que Rusia cuenta con las mayores reservas de gas natural que cualquier otro país del mundo. Además, es el mayor productor de gas natural (un 22,3% de la producción mundial), y el mayor exportador (un 24%).
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