"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

domingo, 29 de marzo de 2015

"Que se normalice la relación entre EEUU y Cuba es un proceso largo"

El máximo representante del régimen de La Habana en España, que ha participado en Cádiz en una jornada con empresarios, expresa su deseo de "convivir con las diferencias"

JOSÉ ANTONIO LÓPEZ CÁDIZ | ACTUALIZADO 29.03.2015 - 05:03 Diario de Jerez

El embajador cubano Eugenio Martínez Enríquez, durante la entrevista.


-¿En qué punto se encuentra el deshielo bilateral entre Estados Unidos y Cuba? 

-Cuba y Estados Unidos negocian el restablecimiento de relaciones diplomáticas. Se han producido tres rondas de negociaciones. De la última, en La Habana hace un par de semanas, ambas partes consideraron que fue un diálogo profesional. Estamos hablando de un restablecimiento de relaciones que no existen aunque hay muchos vínculos, y la mayoría de los obstáculos la tiene la parte norteamericana, que es la que impide que viajen a Cuba sus turistas, que Cuba comercie con la moneda norteamericana o que Cuba pueda vender... una naranja en Estados Unidos. 

-¿Qué ha cambiado en Cuba para que Estados Unidos dé el paso? ¿O es Estados Unidos el que ha cambiado? 

-Nosotros tenemos un sistema que es el único que ha garantizado la independencia de los cubanos. Y ese sistema luego ha sufrido transformaciones en más de 50 años, pero el presidente de Estados Unidos ha dicho, y eso es lo que yo interpreto de ese cambio, que la política de Estados Unidos hacia Cuba no ha funcionado; que, como ellos le llaman, el embargo, que nosotros le decimos bloqueo, le ha hecho daño al pueblo cubano, y que tiene que cambiar esa política. Entonces, en ese sentido, Cuba ha demostrado que es un país estable, que no agrede a otros países, que busca el desarrollo económico de su pueblo, y creo que Estados Unidos ha reconocido que somos un gobierno legítimo constituido y con amplio apoyo internacional. 

-En todo caso, esto es una carrera diplomática, y estas carreras son de fondo, no de velocidad. ¿Le falta mucho? 

-La diplomacia no es como el café instantáneo, que tú echas agua, café y lo puedes tomar. La diplomacia es un proceso que, efectivamente, lleva tiempo; siempre hay agendas, la cubana, la norteamericana, uno trata de buscar un punto de acomodo con principios del derecho internacional, o sea, el límite de la soberanía de un país es la soberanía del otro, y buscamos un acomodo para convivir como naciones vecinas que somos. Nosotros hemos dicho que debemos acostumbrarnos a vivir con las diferencias, no pedimos que el sistema norteamericano se transforme, y exigimos que no nos pidan que cambie el nuestro porque eso lo decide Cuba. Que se normalice la relación entre Estados Unidos y Cuba es un proceso más largo, porque hay obstáculos que no se superan de un día a otro, hay muchas restricciones, hay sanciones, y hasta que eso no cese plenamente no puede haber normalización. Estados Unidos ocupa un territorio en Cuba, un trozo de la bahía de Guantánamo, en contra de la voluntad nuestra. Pero nosotros decimos: podemos convivir con esa diferencia, es un paso en la dirección correcta y hemos decidido soberanamente restablecer relaciones diplomáticas. 

-Y en esa carrera de fondo, ¿qué pasaría si Obama tiene que entregar el testigo a un presidente republicano? 

-Eso no lo podríamos decir nosotros. Yo le digo que por la parte cubana la decisión fue tomada y tiene el apoyo popular, y nosotros seguiremos con nuestra posición de negociar el restablecimiento de relaciones diplomáticas, hablar de cualquier tema con respecto a los ordenamientos internos, y los obstáculos o retrocesos que pudiera haber en el proceso por parte norteamericana nosotros quisiéramos pensar que no se den. Hay un consenso en Estados Unidos muy grande de que existan relaciones con Cuba, más del 70% de los hispanos, más del 60% de los demócratas y casi la mitad de los republicanos. Consenso en el sector empresarial, consenso en la comunidad de medios de comunicación, en fin, consenso en la comunidad internacional, una gran mayoría en el Congreso que yo creo que favorecen las relaciones con Cuba. Por lo tanto, sería un costo para un presidente de otro partido o del mismo retroceder en lo que ya el presidente Obama ha declarado que va a hacer y que tiene el apoyo. No digo que no pueda pasar, pero creo que iría contra la tendencia de consenso 

-La jefa de la diplomacia europea acaba de estar en La Habana, ¿qué papel está jugando la UE? 

-El proceso de relación con la Unión Europea es independiente del de Estados Unidos. En 2008 se acordó establecer un diálogo bilateral con respeto y sin inmiscuirse en los asuntos internos de cada uno. Nosotros no le pedimos a la Unión Europea que haga transformaciones ni permitimos que la UE nos lo exija a nosotros. Hace ya tres años la Unión Europea decidió iniciar un diálogo político con Cuba para firmar un acuerdo de cooperación y diálogo político. Creo que es un paso en la dirección correcta y la visita de Mogherini a La Habana es un momento importante. No aventuraría fechas, porque en los procesos negociadores la variable tiempo la determinan otras variables, pero la disposición cubana para establecer ese acuerdo existe siempre que haya respeto a los principios del derecho internacional. 

-¿Y cómo van, sinceramente, las relaciones con España? 

-Van bien. España sigue siendo el tercer socio comercial de Cuba. El Gobierno de España ha mantenido una comunicación fluida y tenemos diferencias, y convivimos con esas diferencias que vamos solucionando de forma bilateral. No puedo decir que hoy haya grandes obstáculos a que esa relación se mantenga. 

-¿Qué pasó con la visita de Zapatero? 

-El ex presidente Zapatero visitó Cuba y fue recibido con amabilidad y cariño. Corresponde a los españoles valorar eso. De los temas de índole interna española no opino porque son interpretaciones internas. 

-¿Le sorprendió entonces la reacción del Gobierno español? 

-Me sorprendió... no sé si es sorprender... ¿Sorpresa...? Tengo que pensar, sinceramente, si la respuesta es sorpresa. Tal vez es incomprensión. 

-¿No hubo mala intención? 

-Realmente no hubo ninguna. Le repito, fue una visita como cotidianamente recibimos en Cuba y somos un pueblo noble y amable. Y así lo hicimos con Zapatero. Ya le digo, que no entendí muy bien la reacción posterior. Sorpresa no es la palabra, me faltó comprensión para saber lo que había pasado. 

-Lleva usted algo menos de dos años como embajador, ¿qué se está encontrando en España? 

-Sí, he visitado varias regiones españolas y realmente siento mucho aprecio por Cuba, conocimiento. A veces, no entre la gente, entre el pueblo, esa comprensión de Cuba no lleva a la profundidad que requiere. A veces somos superficialmente tratados en algunos medios de comunicación o en algunos círculos en los que se ve a Cuba con muchos estereotipos. Pero debo decir que a nivel de la gente, de los que visitan Cuba, hay ese cariño natural que no lo destruye nadie, aun cuando seamos víctimas de campañas políticas, extorsión, de malos manejos... Hay un vínculo invisible e indestructible entre España y Cuba.

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