Tener un bajo peso en la mediana edad y la vejez conlleva un mayor riesgo de demencia, según un reciente estudio de los investigadores británicos de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres y de OXON Epidemiology. Los científicos indican que los resultados de su investigación contradicen la hipótesis habitual de que la obesidad en la mediana edad podría aumentar el riesgo de demencia en la vejez.
Los científicos analizaron la información sobre el estado de salud de 1.958.191 personas procedente de una base de datos de todo el Reino Unido llamada CDPD, según el informe publicado en 'The Lancet Diabetes & Endocrinology'. Este estudio de gran envergadura incluía a personas de 44 a 66 años cuyo índice de masa corporal (IMC) se registró en el marco de consultas médicas realizadas entre 1992 y 2007. El seguimiento de cada individuo se llevó a cabo hasta la fecha de la última consulta, la muerte del paciente o el primer indicio de demencia. Además, los científicos excluyeron a personas con un historial previo de demencia.
El estudio ha revelado que la demencia se produjo en 45.507 de las personas monitoreadas, a un ritmo de 2-4 casos por 1.000 personas al año. Con ello, el resultado fue inesperado: en comparación con las personas con un peso saludable, los individuos con bajo peso (IMC inferior a 20 kilos por metro cuadrado) tenían un riesgo de demencia un 34% más alto. Además, los científicos encontraron que la incidencia de la demencia ha caído con el aumento del IMC: lospacientes muy obesos (IMC superior a 40 kilos por metro cuadrado) mostraron un riesgo de demencia un 29% menor que las personas con un peso saludable.
Los investigadores indicaron que esta tendencia se mantuvo a lo largo de los 15 años del seguimiento. No obstante, las razones de estos hallazgos todavía no están claras y son necesarias más investigaciones, concluyen los científicos.
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