AIN. Lograr la sostenibilidad del medio ambiente es uno de los pocos Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) con los que Cuba aún no ha cumplido, por lo cual, ahora que estos propósitos se están rediseñando, expertos y académicos trabajan por perfeccionar la protección ambiental de la Isla.
Blanca Monster, especialista del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM), destaca al respecto que la preservación del entorno natural fue un tema incluido en los ODM, pero al que a nivel planetario no se le dio toda la importancia requerida.
Ahora que transitamos hacia los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) y que el cambio climático se ha vuelto un problema innegable, deberá abundarse más en relación con ese particular, al igual que habrá que tener en cuenta asuntos preteridos como los derechos sexuales y reproductivos y las estrategias de inclusión social de las personas con discapacidad, señala.
Olegario Muñiz, presidente de la Sociedad Cubana de Suelos, subraya, por su parte, que en el caso del país antillano ya está lograda la meta de erradicar la pobreza extrema y la hambruna, pero se debe tener un ecosistema saludable que coadyuve a garantizar la seguridad y la soberanía alimentarias.
El principal problema medioambiental en el ámbito nacional desde 1997 recae en la degradación del suelo, aunque se han tomado medidas como la distribución de tierras ociosas en usufructo y la implementación de programas de manejo costero, precisa.
Sin embargo, no se considera que con eso hayamos alcanzado la sostenibilidad del entorno –aclara-, porque aún tenemos lo que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llama “tugurios y ciudadelas”, o sea, barrios insalubres y asentamientos ilegales, que deben ser eliminados, y a cuyos habitantes se les deben ofrecer mejores condiciones de vida.
Además, por el estado precario de esas viviendas, sus vecinos siempre sufren ante la llegada de huracanes o lluvias intensas; no obstante, que el territorio exhibe un sistema sólido de prevención de desastres, comentó.
Precisamente la adaptación de las zonas urbanas a los fenómenos naturales vinculados al cambio climático ha sido el centro del trabajo del académico puertorriqueño José Seguinot, quien recientemente visitó La Habana, una de las urbes que emplea como caso de estudio para su elaboración de un modelo de ciudad caribeña habitable en el futuro.
Desde la década de 1950, el mar Caribe ha elevado su nivel dos milímetros por año, de ahí las cada vez más frecuentes penetraciones del mar, explica.
Para evitar mayores consecuencias de ese fenómeno, hay que evaluar los niveles de exposición y la sensibilidad ante los riesgos, lo cual requiere montar un sistema de información geográfica, y otro de atención médica comunitaria, algo en lo que el Estado cubano está muy desarrollado, subraya.
El cambio climático hará que más zonas de La Habana y de otras localidades costeras enfrenten situaciones de desastre, por lo que para se considere que los países hayan cumplido con las metas del desarrollo sostenible, estos deberán tener un inventario de los recursos infraestructurales y sanitarios de las áreas vulnerables y un censo de la población en peligro, opina.
La consulta a nivel nacional para la elaboración de los ODS, realizada en Cuba y en otros 87 países miembros de la ONU, concluyó en marzo de 2013, aunque los debates y aportes continuarán hasta septiembre entrante, fecha en la que acontecerá un foro mundial donde se espera su aprobación.
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