Por John Hudson
En una importante victoria para la Casa Blanca, el Congreso controlado por los republicanos no propondrá un proyecto de ley destinado a bloquear la acción ejecutiva del presidente Barack Obama de eliminar a Cuba de la lista de estados patrocinadores del terrorismo.
Los republicanos no están echándose para atrás porque Obama haya brindado argumentos particularmente persuasivos para normalizar los lazos con la isla comunista, después de medio siglo de aislamiento, sino por razones mucho más prácticas: legalmente, el Congreso no puede impedir que el poder ejecutivo saque a Cuba de la lista, según republicanos.
No podemos deshacerlo”, dijo a Foreign Policy la representante Ileana Ros-Lehtinen (republicana por la Florida) en una entrevista el miércoles. “Acabamos de recibir la noticia de un parlamentario: es una situación sin salida”. Ros-Lehtinen había obtenido el apoyo de unos 35 copatrocinadores para un borrador de legislación destinada a bloquear la decisión de Obama acerca de Cuba y planeaba presentar el proyecto de ley esta semana. Funcionarios del Departamento de Estado y de la Casa Blanca –ya preparados a luchar en el Capitolio acerca del financiamiento para una embajada en La Habana– estaban esperando también una dura lucha con el Congreso acerca de la legislación.
“Todo el mundo esperaba que el Congreso pudiera hacer esto”, dijo un asesor congresional. “Hubiera significado semanas de re-redacción y audiencias en la Cámara de Representantes y del Senado dedicadas a atacar la política de Obama. Esto evita un gran dolor de cabeza para la administración”. Según Ros-Lehtinen, la confusión acerca de la autoridad del Congreso surgió de un malentendido de la Helms-Burton, la ley federal aprobada en 1998 que incrementó y fortaleció el embargo norteamericano contra Cuba.
“Cuando la redactamos, pusimos el embargo en la legislación, de manera que el embargo solo pueda ser eliminado por una ley del Congreso”, dijo ella. “Pero nunca pensamos ni por asomo en la lista de estados patrocinadores del terrorismo, porque no se hablaba mucho de eso. Así que no hubo ninguna fanfarria por eso”.
“Podemos eliminarla legislativamente”, agregó.
La semana pasada, Obama hizo una recomendación formal al Congreso de eliminar a Cuba de la lista, la cual incluye a adversarios tradicionales de Estados Unidos, como Irán y Siria, lo que inició un proceso de revisión de 45 días por parte del Congreso. Se reportó ampliamente que los legisladores podrían tomar medidas para bloquear la decisión durante el período de revisión –lo que plantearía un enfrentamiento entre los dos poderes.
La eliminación de la designación de terrorismo es un importante paso en la decisión de la Casa Blanca de normalizar las relaciones con Cuba; la certificación había sido un gran obstáculo en los esfuerzos por acercar aún más a ambas partes.
Sacar a Cuba de la lista eliminaría algunas sanciones al país, tales como las restricciones a la asistencia extranjera de EE.UU. y una prohibición de exportar artículos de defensa al país.
Ros-Lehtinen dijo que ella planea una legislación en las semanas siguientes destinada a ponerle freno a la política de Obama hacia Cuba, pero no tendría que ver con la salida de Cuba de la lista del terror “porque no podemos deshacerlo”, dijo
“Aunque lo hubiéramos aprobado, [el proyecto de ley] sería una victoria pírrica”, agregó.
Declinó brindar detalles adicionales acerca de su futuro proyecto legislativo.
(Tomado de Foreign Policy)
Traducción de Germán Piniella para Progreso Semanal.
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