El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Raúl Castro, ha invitado al Patriarca Kirill, máximo representante de la Iglesia Ortodoxa rusa, a visitar la Isla.
“Es para mí un gran placer saludarlo otra vez”, dijo el líder cubano durante una reunión con el jefe de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Palacio del Patriarca, en Moscú, donde se encuentra el Presidente desde el pasado 5 de mayo para participar en los festejos por el 70 aniversario de la victoria sobre el fascismo, que tendrán lugar el sábado en la Plaza Roja.
Raúl recordó que él ya había visitado al Patriarca en Moscú en el 2009 y también, agradeció la presencia de Kirill en La Habana, un año antes, ocasión en la que el Patriarca se reunió con Fidel Castro: “Siempre es grato recordar su primera visita a Cuba y esperamos que no será la última.”
“Estas palabras pueden considerarse una invitación, que luego confirmamos oficialmente”, añadió Raúl.
El Patriarca Kirill agradeció al interlocutor por su invitación y dijo que en Cuba viven varios miles de rusos, en su mayoría ortodoxos.
“Me gustaría expresar una vez más gratitud al Comandante Fidel, quien apoyó la decisión de construir una Iglesia Ortodoxa (en La Habana). Esta Iglesia está trabajando ahora a favor de las relaciones ruso-cubana”, añadió el Primado.
Hizo hincapié en que Rusia y Cuba tienen una relación especial, que ya es imposible de romper,y destacó los fuertes lazos de amistad entre los dos pueblos que se formaron durante décadas. “Los años pasan, pero los cubanos siguen siendo hermanos”, aseguró el Primado de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Medios rusos han recordado las palabras del líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, el 21 de octubre de 2008, sobre la Iglesia Ortodoxa rusa:
“Es una fuerza espiritual. Desempeñó un papel importante en los momentos críticos de la historia de Rusia. […] Cuando la Unión Soviética se desintegró, el imperialismo no encontró un aliado en esta iglesia. Por eso, cuando en 2004, Vladimir Mijailovich Gundyaev –metropolita Kirill, de Smolensk y Kaliningrado– visitó nuestro país, le propuse construir en la capital de Cuba una Iglesia Ortodoxa Rusa, como un monumento a la amistad cubano-soviética y cubano-rusa. El historiador de La Habana, Eusebio Leal, estaría a cargo de esta tarea. En los cimientos del templo se colocó tierra del lugar donde descansan los restos de los soldados soviéticos que murieron en nuestro país cumpliendo con su deber. […] Nuestra capital es más rica al poseer un templo de la digna y prestigiosa Iglesia Ortodoxa Rusa, lo que es una prueba irrefutable del respeto de nuestra revolución a uno de los principios fundamentales de los derechos humanos y que se corresponde con una revolución radical y profunda”.
(Con información de TASS)
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